DESTERRADA

Capítulo 2

Carla y Alonzo, se comprometieron, la manada los apoyaba, ella era a reina perfecta por su linaje puro.

—Mi amor, se que fuí severo contigo Pero solo quise cuidarte y se que tú madre estaría orgullosa.

Antonio, tenía lágrimas en los ojos al ver a su hija vestida de blanco, coloco en su cuello el collar de oro con una media luna que le dejo su madre.

Ella lo abrazó, sabía que su padre la amaba, a pesar de ser estricto, la cuido como su mayor tesoro, sin la presencia de una figura femenina hizo lo posible para que ella fuese feliz.

Hoy lo sería, amaba a Alonzo y quería que el fuera su final feliz.

Amelia busca a Alonzo en la mansión del Alfa, la loba había desaparecido después del escandalo de su humillación, sabía que se burlarían de ella.

—¡Te odio! —entro a la habitación del Alfa.

—¿Que haces aquí? —se impresiono al verla —Yo te pido perdón, Pero sabía que amaba a Carla y lo correcto es lo que estoy haciendo.

—Despues de esta noche te darás cuenta que cometiste el peor error, me cambiaste a mi por esa loba inmoral.

—¿De que hablas? —Alonzo abrió los ojos mientras fruncía el ceño.

—¿No te lo dijo? —Amelia usa un tono irónico —Ella se entregó a Frank, el siempre será su dueño, tu no serás el primero porque otro ya tomo su virtud.

El rostro de Alonzo cambia, gruñe furioso

—¡No digas mentiras! Carla aún es pura y ella será solo mía, nadie más la ha tocado ni la tocara.

Amelia suelta una carcajada, sus ojos están llenos de lágrimas 

—Hoy solo comprobarás que por el bastardo de tu padre, te dejan las sobras, porque eso es lo que tendrás con ella.

Alonzo jala del brazo a Amelia, la saca de su habitación, le da un golpe a la pared con el puño cerrado dejando un hoyo , niega con la cabeza, Carla es su mundo, ella no puedo engañarlo.

Para un lobo que una loba no sea virgen es una ofensa a su hombría lobil, pues el no será el primero en tenerla, además Alonzo no estaba dispuesto a seguir cargando tras sus espaldas el peso de quedarse con lo de otros.

—Ella no es así... No es así...

Repite mirandose en el espejo, convenciendose que Amelia solo quiere lastimarlo.

Alonzo espera en el altar, está nervioso, incluso piensa en su debe detener la boda un par de minutos para hablar con ella.

Gira al escuchar a la manada levantarse, sus pensamientos se disipan, Carla se ve hermosa.

Aquel vestido blanco la hace ver cómo una diosa inalcanzable, quizás eso también lo enamoro, ella tenía sangre limpia y el no, Pero hoy seria su esposa.

—¿Estás bien? ¿Nervioso? —Carla lo toma de la mano mientras se acercan a uno de los lobos ancianos de la manada que llevarán a cabo el casamiento.

Quiere decirle, preguntar sobre el rumor que dejaron en su cabeza, Pero niega, le da un beso

—Solo necesitaba verte para saber que eres la indicada.

Carla recibe en su cabeza la corona como la Luna de la manada, la reina que guiará sus destinos juntos de la mano del Alfa Alonzo.

El lobo le da un beso en los labios, deben abrir la pista de baile.

—Se que debes estar nerviosa por esta noche, Pero seré gentil y suave.

Alonzo quería tocar el tema de la intimidad, Carla solo asintió con la cabeza sintiéndose ruborizada, el Alfa creía que esto era una señal de su pureza.

Carla en cambio estaba nerviosa, al no tener una madre a su lado, y ser criada por un lobo conservador que jamás tocaría un tema como la intimidad, no sabía lo importante que era la virtud para una loba.

Cuando se entrego a Frank lo hizo confiada en lo que el le explicó era un acto de amor, pensaba que lo que pasaría está noche era lo mismo, desconciendo que su inocencia cambiaria su destino.

El Alfa dejo a la manada en la fiesta, entro a la habitación que tenía preparada, tomo de la cintura a Carla y lentamente le quitó el vestido mientras besaba su cuello.

—Dejate llevar... y los dos viviremos el temblor de nuestro amor.

Ella asintió, beso a Alonzo y siguió sus indicaciones, aún era inexperta, Pero esto que sentía en su cuerpo era superior a lo que Frank le hizo vivir.

La ropa cayó al suelo, Alonzo se olvidó de las palabras de Amelia al ver desnuda en la cama a su esposa con las mejillas rojas esperando por el.

—Te deseo.

Cuando entro en ella, lo noto de inmediato, a pesar de seguir estrecha, ella no tenía el hilo de su inocencia.

No sé detuvo, el enojo lo transformó en pasión, lo estaba disfrutando.

Carla gruño, su cuerpo reaccionaba ajustándose a lo que el quería, eran uno solo, abrazo al Alfa y enterró sus garras en la espalda sintiendo por primera vez un orgasmo, mientras el dejaba su semilla en ella.

La loba sonrío

—Esto fue tocar el cielo...

Abrió los ojos, se encontró con un Alonzo furioso que se vestía con rapidez.

—¡Solo voy a hacer está pregunta una vez! ¿Te acostaste alguna vez con Frank?

Carla se sento en la cama cubriendo su desnudez con la sabana 

—Yo... Alonzo... No entiendo tu pregunta.

El lobo la tomo de las mejillas con fuerza, sus ojos estaban llenos de fuego

—¡¿Te entregaste a el?!

—Si... El era mi novio... Si me entregue a él

Alonzo lanzo el jarrón con flores hacia la pared, mientras gruñia furioso sin controlar sus instintos lobiles de cuidar lo que le pertenece

—¡Eres una fácil! ¿Creíste que me engañarias? ¡Estoy cansado de ser el estúpido al que quieren usar!

—Mi amor, yo te amo, no pensé que fuera importante —Carla temblaba y lloraba.

—¿Importante? Por supuesto que es importante para un Alfa tener a una loba solo suya, tu le perteneces a un muerto, debí escuchar cuando me dijiste que preferias ser viuda.

Alonzo agarra del Brazo a una asustada loba, está le súplica que la escuché, el la ama y solo quiere que solucionen

—¡Solo hay una solución! Nadie se volverá a burlar de mi.

Alonzo saca a Carla de la casa, la lanza al suelo en medio de la fiesta, la loba está desnuda y solo se cubre con la sabana.

—¡¿Que le haces a mi hija?! —Antonio corre a la defensa de su pequeña.

—¡Su hija no era virgen! Intento burlarse de mi ... Ella... Ella... Está desterrada de Diamond.

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