Nina:
Despierto sintiéndome un poco mejor, el dolor de cabeza es un poco intenso pero me siento bien. Isadora me mira paciente en el sillón que hay frente a la pequeña cama.
Siento un vacío, una ausencia de calor corporal y la ausencia del aroma de la piel de Anker.
—Hola mi niña —noto en sus ojos que no ha dormido, noto también que ha llorado gran parte de la noche, su hija ha sido secuestra y yo…
—Gracias por quedarte Isadora, deberías ir a dormir un poco —niega
—No tengo ánimos —hago un puchero—. ¿Quieres comer algo?
—En un momento —asiente y se recuesta en el sillón—. No sabes nada de… Anker.
—No mi niña —asiento y una punzada de dolor se apodera de mi pecho. No entiendo por qué no ha venido a verme, ¿es que no le importa su hijo?, ¿
Nina:Me siento con cuidado a la orilla de la cama después de un delicioso baño, Anker se ha esforzado bastante. Han pasado 3 días desde que las tropas partieron y no tenemos noticias.Deo me visita todas las tardes y me pone al tanto de lo ocurrido con la chica, Annika. Parece que su madre está de acuerdo con que Deo la invite a pasear.Anker está la mayoría del tiempo a mi lado, me lleva al jardín y camino un poco para después sentarme y rogar por que Adonia vuelva.Las náuseas matutinas han vuelto, esperaremos una semana para volver a hacer una prueba y seguir estudiando el caso de mi pequeño o pequeña.—¿Quieres bajar a desayunar? —pregunta Anker mientras coloca su armadura.—Sí, la verdad es que me siento bastante abrumada aquí —asiente y me ayuda a colocarme un vestido cómodo. Mis pecho
Nina:Tres años después.Bajo de la habitación con mi pequeño Damon en brazos, listos para el desayuno.Llegamos al comedor e Isadora comienza a hacerle cariños junto con Adonia quien tiene su barriga bastante grande, tiene apenas 4 meses y Emerick es todo un padre responsable que va y viene con los encargos de Adonia. Me resulta gracioso ver a ese gran hombre siendo controlado por esa pequeña mujer rubia.—¿Pero quién es este niño tan precioso? —escucho como lo consienten y no puedo evitar sonreír. Camino con trabajo hasta mi silla, el tamaño de mi barriga es bastante grande y es que estoy a punto de dar a luz… de nuevo. Deo se pone de pie y se ofrece a ayudarme. Annika me saluda con una amplia sonrisa.—Luces hermosa Nina, quisiera que en mi embarazo pueda lucir tan bien como tu &mda
—¡Eres una estúpida Nina! —escucho como el último plato de cerámica se rompe en el suelo. Ha acabado con todos. —Papá… —una bofetada terminan con mis ganas de hablar —¡No te he dicho que hables!, estúpida niña —camina de manera torpe mientras tropieza con las paredes. Yo cierro los ojos implorando que vaya a dormir a su habitación y así pueda terminar mi comida en paz. Pero no tengo suerte, vuelve con una botella de licor. La estrella en la pequeña mesa de madera justo frente a mi y dirige su fría mirada hacía mi. —Eres una perra igual que tu madre… —da un sorbo al pequeño vaso que se ha salvado de ser estrellado en el suelo—. Me voy… no quiero volver a ver tu cara de nuevo. Otro fuerte golpe me sorprende. Después lo único que veo es oscuridad y comienzo a llorar, este es el único tipo de contacto que tengo con mi padre, no abrazos, ni felicitaciones, ni palabras de aliento… vuelvo a casa y me recibe con cualquier tipo de amenazas o malos tratos
Nina:No he parado de llorar desde que ha sucedido. Luzco terrible. Mi padre se ha ido de casa, aunque no por mucho tiempo, de eso estoy segura puesto que ha sucedido tres veces en el último mes.Su problema con el alcohol va en aumento. Ha perdido su empleo, de nuevo, es la razón por la que ha explotado el día de hoy, fue despedido. Mi padre no ve, ni logra entender que yo me esfuerzo de maneras infinitas por sacarnos adelante. Por ser una familia normal. He tratado de mantenernos por este último mes con mis ahorros y un par de trabajos eventuales como niñera, pero primero se ha cansado y se ha ido.Me detengo en la primera roca grande que veo. Mi cuerpo se hace un ovillo, las lágrimas no han cesado ni un poco. Siento el sabor metálico en mi boca y el dolor en mi cabeza que hace unos meses es tan común, no me deja en paz acompañado de un horrible sentimiento de incertidumbre me inva
Nina:Siento el galopar del caballo, me aferro fuertemente a aquel torso grueso. No quiero mirar, no quiero saber a dónde me llevan. Siento que muy probablemente esto sea producto de mi imaginación y me he vuelto loca.Mi mente desvaría y por un momento en el viaje el olor que emana esa piel me hace sentir como si estuviese ebria. Siento que voy a desfallecer. Comienzo a escuchar gritos. Ya no son sólo las pisadas de los caballos y algunas conversaciones, ahora son gritos de bienvenida.Aprieto mis ojos y mis brazos aún más a él y noto como el caballo baja la velocidad. Su mano se apoya fuerte en mi cintura, pegando su cuerpo aún más al mío. Escucho el rechinar de unas puertas y luego como cierran con algún pasador.—Hemos llegado —susurra a mi oído y yo me estremezco aferrándome más a él—. Hey…Separa m
Nina:Isadora me ha dejado frente a una puerta de dos hojas. Ha dicho que llame antes de entrar, pero no estoy convencida de hacer nada en este momento.Miro hacia los lados y los largos pasillos están solitarios, doy la espalda a la puerta y comienzo a caminar. Quiero salir de aquí. Me da miedo estar rodeada de esta gente tan extraña y sigo dudando de que esto sea real. Tomo mi vestido para evitar tropezar mientras doy zancadas grandes para encontrar alguna salida pronto.El final del pasillo muestra una escalera. Bajo lentamente para evitar que alguien me vea, cuando, escucho un par de pasos y me oculto tras un enorme mueble lleno de lo que parecen ser libros con cubiertas extrañas, como de piel.Al convencerme de que los pasos se han alejado lo suficiente continuó bajando, 20, 25, 30 escalones. Mis piernas ya no pueden más, estoy exhausta. Doy media vuelta y ya no hay más escaleras
Nina:Apenas he tocado las verduras cuando todos han terminado. Se disculpan poniéndose de pie y notificando que estarán en el salón. Anker asiente hasta que ya no hay nadie más en la mesa, solo él y yo.—¿Por qué no has comido? —pestañeo varias veces y trago saliva mirando a mi plato aún con ensalada.—No tengo mucha hambre, todo esto… —hace mala cara y pincha un trozo de carne.—Quiero que comas bien, vas a enfermar —niego dejando el tenedor en el pequeño mantel.—Solo es… lo que ha pasado —se pone de pie y camina hasta estar a mi lado, pide mi mano y al pasar la mirada por él me doy cuenta que lleva puesto un pantalón de tela negro y una camisa del mismo color, que deja al descubierto sus marcados brazos.—Vamos —coloco la servilleta de tela en la mesa y me pongo de
Anker:No puedo evitar que el mal humor se apodere de mí, mucho menos después de la estupidez que cometió Tymon. Trato de mantener la calma pero mi cuerpo solo quiere darle una buena paliza a mi hermano. Camino de forma pesada hasta mi lugar de reuniones y sé lo que voy a escuchar, sé que me dirán que tengo que liberarla y dejar que ella misma decida lo que quiere hacer y con quien quiera estar… pero no puedo, la necesito y esto me enferma, me enferma necesitar tanto de alguien, ellos deben de entenderlo, ellos se han enamorado…Con solo verla, con solo ver sus inocentes ojos, su piel tan pálida. Siendo tan pequeña necesita que alguien la proteja de esos seres tan despreciables, como su padre, como Tymon.—Dime, ¿Qué es lo que quieres padre? — Él suspira. Tomo asiento en mi mesa de trabajo y cruzo las manos, mirándolos fijamente.