Anker:
Salgo a toda velocidad con rumbo a las islas de Los Hera. Tengo que recuperar a mi hermana. Cierro los ojos mientras cabalgo y la mirada de pánico de Nina no se aparta de mi cabeza.
He sido un idiota con ella y he sido aún más idiota al hablarle así y ella cargando a mi hijo en su vientre. ¿Pero cómo debería de reaccionar si ha apoyado a mi hermana en su estúpida fantasía de amor?
Todos sabemos que Emerick es un hombre del que hay que cuidarse, no por nada lo nombre capitán del ejército.
Es agresivo, un animal, imposible imaginarlo con mi hermana formando una familia. Maldigo entre dientes y sigo cabalgando hasta el lugar donde sé perfecto que encontraré a Lender. Me parece estúpido que haya hecho esto si terminamos con la mayoría de los hombres de su ejército. Nunca ha sido un verdadero líder.
—Aqu&ia
Nina:Deo me conduce hasta el último piso de esta enorme fortaleza. He tenido que exponer una y otra vez mis razones por las cuales necesito conocer a ese hombre y averiguar qué es lo que ha pasado, Anker habló sobre acabar con su vida… necesito saber dónde está Adonia.—Anker me matará —niego—No lo hará, tendrá que hacer lo mismo conmigo, ahora abre esa puerta —digo indicando el enorme portón de madera.Nos adentramos al lugar repleto de celdas. Camino sin poder evitar temblar.—Es aquí —dice señalando una pero no veo nada—. Emerick.Y de entre las sombras un enorme hombre va abriéndose paso. Su espalda es ancha, aunque no es tan alto como Anker, su físico es imponente. Su cuerpo está sorprendentemente ejercitado y lleva el cabello un poco largo al igual que su poblada barba.
Anker:Salgo de la habitación completamente destrozado. Me recargo en el muro más cercano y comienzo a llorar, por Nina… por mi hijo.—Anker… —escucho la voz de Bastiaan pero yo niego—Vamos, tiene que servir de algo —caminamos en dirección a la celda de nuevo. Bajo las escaleras y puedo ver el pequeño rastro de sangre de Nina, no sé si era de su cabeza o…—¿Lo libero? —asiento y abre la puerta de la celda—Sal — digo con voz ronca, subimos de nuevo las escaleras hasta llegar al despacho y tomo asiento. Un fuerte dolor en el pecho me hace estremecer.—Ve, búscala y encuéntrala, si no lo haces desaparece, o te mataré —Emercik me mira negando.—No descansaré hasta encontrarla, es por eso que sugiero, nos unamos con los Kana, juntos podemos hundir a esos malditos &md
Nina:Despierto sintiéndome un poco mejor, el dolor de cabeza es un poco intenso pero me siento bien. Isadora me mira paciente en el sillón que hay frente a la pequeña cama.Siento un vacío, una ausencia de calor corporal y la ausencia del aroma de la piel de Anker.—Hola mi niña —noto en sus ojos que no ha dormido, noto también que ha llorado gran parte de la noche, su hija ha sido secuestra y yo…—Gracias por quedarte Isadora, deberías ir a dormir un poco —niega—No tengo ánimos —hago un puchero—. ¿Quieres comer algo?—En un momento —asiente y se recuesta en el sillón—. No sabes nada de… Anker.—No mi niña —asiento y una punzada de dolor se apodera de mi pecho. No entiendo por qué no ha venido a verme, ¿es que no le importa su hijo?, ¿
Nina:Me siento con cuidado a la orilla de la cama después de un delicioso baño, Anker se ha esforzado bastante. Han pasado 3 días desde que las tropas partieron y no tenemos noticias.Deo me visita todas las tardes y me pone al tanto de lo ocurrido con la chica, Annika. Parece que su madre está de acuerdo con que Deo la invite a pasear.Anker está la mayoría del tiempo a mi lado, me lleva al jardín y camino un poco para después sentarme y rogar por que Adonia vuelva.Las náuseas matutinas han vuelto, esperaremos una semana para volver a hacer una prueba y seguir estudiando el caso de mi pequeño o pequeña.—¿Quieres bajar a desayunar? —pregunta Anker mientras coloca su armadura.—Sí, la verdad es que me siento bastante abrumada aquí —asiente y me ayuda a colocarme un vestido cómodo. Mis pecho
Nina:Tres años después.Bajo de la habitación con mi pequeño Damon en brazos, listos para el desayuno.Llegamos al comedor e Isadora comienza a hacerle cariños junto con Adonia quien tiene su barriga bastante grande, tiene apenas 4 meses y Emerick es todo un padre responsable que va y viene con los encargos de Adonia. Me resulta gracioso ver a ese gran hombre siendo controlado por esa pequeña mujer rubia.—¿Pero quién es este niño tan precioso? —escucho como lo consienten y no puedo evitar sonreír. Camino con trabajo hasta mi silla, el tamaño de mi barriga es bastante grande y es que estoy a punto de dar a luz… de nuevo. Deo se pone de pie y se ofrece a ayudarme. Annika me saluda con una amplia sonrisa.—Luces hermosa Nina, quisiera que en mi embarazo pueda lucir tan bien como tu &mda
—¡Eres una estúpida Nina! —escucho como el último plato de cerámica se rompe en el suelo. Ha acabado con todos. —Papá… —una bofetada terminan con mis ganas de hablar —¡No te he dicho que hables!, estúpida niña —camina de manera torpe mientras tropieza con las paredes. Yo cierro los ojos implorando que vaya a dormir a su habitación y así pueda terminar mi comida en paz. Pero no tengo suerte, vuelve con una botella de licor. La estrella en la pequeña mesa de madera justo frente a mi y dirige su fría mirada hacía mi. —Eres una perra igual que tu madre… —da un sorbo al pequeño vaso que se ha salvado de ser estrellado en el suelo—. Me voy… no quiero volver a ver tu cara de nuevo. Otro fuerte golpe me sorprende. Después lo único que veo es oscuridad y comienzo a llorar, este es el único tipo de contacto que tengo con mi padre, no abrazos, ni felicitaciones, ni palabras de aliento… vuelvo a casa y me recibe con cualquier tipo de amenazas o malos tratos
Nina:No he parado de llorar desde que ha sucedido. Luzco terrible. Mi padre se ha ido de casa, aunque no por mucho tiempo, de eso estoy segura puesto que ha sucedido tres veces en el último mes.Su problema con el alcohol va en aumento. Ha perdido su empleo, de nuevo, es la razón por la que ha explotado el día de hoy, fue despedido. Mi padre no ve, ni logra entender que yo me esfuerzo de maneras infinitas por sacarnos adelante. Por ser una familia normal. He tratado de mantenernos por este último mes con mis ahorros y un par de trabajos eventuales como niñera, pero primero se ha cansado y se ha ido.Me detengo en la primera roca grande que veo. Mi cuerpo se hace un ovillo, las lágrimas no han cesado ni un poco. Siento el sabor metálico en mi boca y el dolor en mi cabeza que hace unos meses es tan común, no me deja en paz acompañado de un horrible sentimiento de incertidumbre me inva
Nina:Siento el galopar del caballo, me aferro fuertemente a aquel torso grueso. No quiero mirar, no quiero saber a dónde me llevan. Siento que muy probablemente esto sea producto de mi imaginación y me he vuelto loca.Mi mente desvaría y por un momento en el viaje el olor que emana esa piel me hace sentir como si estuviese ebria. Siento que voy a desfallecer. Comienzo a escuchar gritos. Ya no son sólo las pisadas de los caballos y algunas conversaciones, ahora son gritos de bienvenida.Aprieto mis ojos y mis brazos aún más a él y noto como el caballo baja la velocidad. Su mano se apoya fuerte en mi cintura, pegando su cuerpo aún más al mío. Escucho el rechinar de unas puertas y luego como cierran con algún pasador.—Hemos llegado —susurra a mi oído y yo me estremezco aferrándome más a él—. Hey…Separa m