Narrador.

Lars pudo percibir el aroma de su hermano al otro lado de la puerta y sabía que Fer también podía oler a Maia en su cama y tal vez por eso era que tocaba con tanta insistencia.

En el momento que abrió se colocó delante para no dejarlo pasar en caso de que planeara lastimarla.

—¿Cuándo cambió tu propósito Lars?, me has decepcionado, y a mi familia, ahora te acuesta con la hija del asesino de nuestra familia y encima de todo pareces decidido a protegerla, al principio creí que solo la usarías para quitarte las ganas como yo con la loba, pero ahora que la veo en tu cama me queda todo claro—, le reclamó Fer furioso, estaba que por su vena lo que recorría era acero fundido, ya que eso de ser híbrido aún no lo asimilaba y lo de Ana mucho menos.

Lars miró a su espalda, la habitación es bastante grande y a esa distancia Maia no podía escuchar perfectamente con sus sentidos poco desarrollados, sin embargo, le pareció extraño que su hermano no utilizara el link mental para reclamarle,