Mañana les subiré dos extras. De verdad espero que hayan amado esta historia tanto como yo, Artem es sin duda mi mafioso preferido y conste que los amo a todos, pero el... él es especial. Un abrazo y comenta, sabes que me encanta leerte. XOXO
ESCENA EXTRA: UNO, DOS, TRES…Artem, sentado en su oficina, revisaba unos documentos mientras uno de sus hombres le daba los balances de los clubes que eran de su propiedad.—Todo parece estar en orden, jefe. Aunque hay algunos problemas menores con el club en el centro… unos desperfectos en la tubería y un par de quejas por el sonido…Artem lo escuchaba con atención, asintiendo, cuando de repente su teléfono comenzó a sonar. Levantó la mano para detener la charla, contestando de inmediato.—¿Vas a traer tu culo al hospital o tengo que buscarte yo? —la voz de Liana sonó del otro lado, con una mezcla perfecta entre amenaza y diversión—. Vas a pagarlo caro si llegas tarde.Artem abrió los ojos, completamente sorprendido y nervioso, al recordar que ese día era el ecograma de Liana. Se pasó una mano por el cabello, tratando de calmarse.—Lianochka… lo siento, ya voy. ¡Voy de inmediato! No sé en qué estaba pensando… ya estoy en camino, te lo prometo.—¡Mueve tu culo aquí, Vasiliev! Joder,
ESCENA EXTRA: CENA DE COMPROMISO.La mesa estaba dispuesta de forma impecable, adornada con finos detalles dorados y velas que reflejaban una luz cálida y elegante. Los platos eran colocados con precisión mientras un equipo de camareros servía con destreza los manjares que adornarían la cena.Todo en esa estancia hablaba de lujo y poder.—El último envío llegó sin problemas —dijo el hombre inclinándose levemente hacia Artem—. El gobierno no ha podido interceptarlos.Artem asintió lentamente, llevando su copa de champán a los labios. A sus cincuenta y seis años, seguía siendo un hombre imponente, con una presencia que dominaba la sala. Su cabello comenzaba a mostrar vetas plateadas, pero eso solo acentuaba el atractivo que emanaba de su mirada intensa y segura.Aun con las marcas del tiempo, su cuerpo mantenía una firmeza que hablaba de disciplina y fortaleza. Su porte era el de un hombre que ha conquistado mucho, y perdido tal vez aún más, pero que nunca se ha permitido caer.A su lad
ESCENA EXTRA: CARRERAS ILEGALES.El rugido de los motores llenó el aire, acompañado por el chirrido de los neumáticos al tomar cada curva y la música que retumbaba en los autos, vibrando a todo volumen. Vendíamin Vasiliev mantenía sus ojos grises, fijos en la carretera, mientras sus manos sujetaban el volante con firmeza. En su muñeca derecha, un tatuaje ruso tradicional, de intrincados trazos en tinta negra, quedaba al descubierto al ritmo del velocímetro que subía rápidamente, la adrenalina se disparó en sus venas. Al tomar la vuelta final, sintió el control del auto en cada movimiento, su Ferrari avanzaba a toda velocidad hacia la meta.Pero justo cuando estaba por cruzar la última curva, un Lamborghini apareció de la nada, cerrándole el paso. Vendíamin no tuvo más opción que frenar bruscamente, y el sonido del impacto fue inevitable: el choque metálico entre su Ferrari y la barrera de seguridad resonó en sus oídos, los cauchos chirriaron violentamente antes de quedar fuera de la pi
ESCENA EXTRA: FUERA DE LA FAMILIA.Casi una hora después, la reja de la celda se abrió con un chirrido metálico.—Ya pueden irse —dijo un oficial, señalando la salida.Vittorio fue el primero en ponerse de pie, estirándose ligeramente antes de salir, dejando a Vendíamin detrás. Al llegar a la salida, los dos hermanos vieron a José recostado en su auto, con los brazos cruzados, esperando pacientemente. Cuando Vittorio lo vio, su rostro se iluminó y apresuró el paso hacia él.—¡Hermano! Jamás me gustó tanto ver tu cara —dijo Vito, dándole un abrazo efusivo.José suspiró y le palmeó el hombro con suavidad.—Tranquilo, ya pasó —murmuró, antes de que su mirada se posara en Vendíamin, quien caminaba más despacio, con un hematoma visible en el pómulo y el labio partido.—¿Carreras otra vez? —le reprochó, sin dureza, pero con una clara preocupación—. Vendíamin, ¿hasta cuándo seguirá esto? No puedes pretender doblegar a papá…Él lo miró brevemente, pero no dijo nada. Solo trató de subir al auto
ESCENA EXTRA: BIENVENIDA, PRINCESA.Artem caminaba de un lado al otro con las manos en la espalda, su figura alta y varonil destacaba incluso a sus casi 57 años. Había envejecido bien, manteniendo una atracción natural que parecía mejorar con el tiempo.Alexei, sentado cerca, lo observaba con una sonrisa torcida. Siempre enigmático y poderoso, sus 58 años no le quitaban ni un ápice de ese aire intimidante que lo rodeaba. Su cabello negro contrastaba con sus penetrantes ojos azules, que ahora brillaban con diversión.—Esto es un déjà vu —comentó, burlón, mientras lo miraba pasearse como un león enjaulado—. Cada vez que algo importante está por pasar, te pones a caminar como si eso fuera a acelerar el tiempo.Artem se detuvo y lo miró con una ceja levantada.—No sé de qué hablas —respondió, pero Alexei solo se rio, poniéndose de pie para darle una palmada en el hombro.—Tranquilo, todo saldrá bien —dijo—. Pero si realmente no quieres estar en este tipo de situaciones, tal vez deberías a
ESCENA EXTRA: BIENVENIDA, PRINCESA (II) Artem abrió y cerró los labios, iba a decir algo. Cuando la puerta se abrió por tercera vez, y esta vez fue Vittorio quien entró. Vestía ropa deportiva, su cabello rubio ligeramente despeinado, y en la mano llevaba una cesta repleta de frutas de temporada. Al ver a José y Alexei, una sonrisa iluminó su rostro. —Ya tengo una hermanita, ¿verdad? José y Alexei giraron sus cabezas hacia Artem y Valentín, quienes lo miraban y negaban al mismo tiempo. Vittorio captó el gesto y frunció el ceño en una expresión de resignación. —Ok… aún no tengo una hermanita. Artem caminó hacia su hijo sin decir una palabra, su expresión seria y sin más lo envolvió en un fuerte abrazo, seguido de Valentín. No necesitaba explicar más. —Gracias por estar aquí, hijo —le murmuró, sintiendo cómo la tensión acumulada de los últimos meses con sus hijos empezaba a disolverse. Aunque a veces se alejaban, o hacían cosas que él no entendía o aprobaba, los amaba profundamente
ESCENA ESPECIAL: CONVERSACION PADRE- HIJA.La luz del atardecer entraba suavemente por las ventanas del estudio de la mansión Vasiliev, envolviendo la habitación en un cálido tono dorado. Artem, sentado en su sillón de cuero, sostenía en brazos a su pequeña hija de seis meses, Ekaterina, cuyo nombre delicado reflejaba la inocencia y belleza que traía a su vida. La bebé, con sus enormes ojos azules y una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor, jugaba con los dedos de su padre, balbuceando sonidos que solo ella comprendía.Como de costumbre, Artem le hablaba con seriedad, como si estuviera discutiendo una importante fusión empresarial.—Lo fundamental, mi pequeña Ekaterina —dijo con su voz grave y segura—, es analizar el mercado, identificar las oportunidades y actuar con precisión.Ekaterina, completamente ajena a sus palabras, tiró de su dedo y lo llevó a su boca. Artem no perdió la compostura y continuó hablando, esta vez con un toque de sarcasmo:—Y si las cosas no salen como plan
Mis queridas lectoras, hemos llegado al final de la historia de Artem y Liana.¡Ay, Dios! Tengo sentimientos encontrados porque, sin duda, son mi pareja favorita. Originalmente, la historia iba a tener 80 capítulos, ¡y miren hasta dónde hemos llegado! Sé que quieren saber más sobre los trillizos y los hijos de Santino y Alexei. Aunque ya sabemos que Milenka tendrá su historia con José, pero, por ahora me enfocaré en André para cerrar oficialmente esta saga de "Pequeñas Alianzas".Si Dios quiere, el próximo año comenzaremos con "Legado, Sangre y Lealtad".¡Así que no se vayan!Las amo y gracias por ser las mejores lectoras del mundo.