Priscila, en solo pensar que él no era un humano, le daba miedo que se acercara a ella, o peor aún, que la tocara y la convirtiera en uno de ellos.

Ahora no sabía quién era él en realidad, era hombre, un animal, un monstruo o un extraterrestre y este pensamiento le daba mucho miedo y más cuando recordó que dormía todas las noches junto a él.

Era tanto su miedo que se puso a temblar como una hoja en el viento, ella estaba atemorizada por lo que estaba sucediendo y más sabiendo que todo este tiempo aquel tipo le hacía el amor todas las noches y Dios mío, como lo había disfrutado, inmediatamente se maldijo por dentro por pensar en sus placeres en aquel instante.

Y se dijo que no debería de estar pensando en estas cosas insignificantes, sino más bien como haría para alejarse de esta gente y que no le hicieran ningún daño posible.

Luego Marco intentó acercarse, para calmarla un poco, pero ella no se lo permitió. Sinceramente, él era el que más estaba sufriendo con toda esta situación. Por