Diego estaba más desconcertado que antes.
—Mamá qué quieres decir con eso?
—Bueno desde que Eva trajo a Sam cuando aún era muy pequeño, nunca permitió que se le acercaran niños que no fueran de su misma especie, pero tenía un especial cuidado con los niños. Decía que era peligroso ya que Sam no era un lobo normal, sólo tú podías porque eres mi hijo.
—Eso qué significa? Me siento confundido.
—Y no me extraña tu confusión, te tocó una madre complicada.
Aunque Eva no lo parezca es muy frágil y se rompe con facilidad cuando se trata de sus seres queridos, si la hubieras visto cuando Laura no quiso saber de ella, hasta me dió pena.Elaine que es así como se llama la madre de Diego, se puso a sonreír al recordar los viejos tiempos.
Si le hubieran dicho esto a Sam hace
Diego estaba igual o más confundido que Sam, el bosque era hermoso y tranquilo pero no parecía que hubiera gente cerca.—Eso me dijo madre.De repente la barrera empezó a verse borrosa como si se moviera, tambaleándose hasta abrirse.En la barrera se podía ver la entrada al rancho, ahí estaba la abuela y algunas jovencitas que estaba saliendo del lugar para acercarse a Sam.Cuando Sam la vió se sintió aliviado y corrió a abrazarla.Él nunca pensó que se alegraría tanto de verla, aunque estuvieron viviendo durante poco tiempo le agradó, y consiguió ganarse su cariño.—Abuela.Sam estaba muy feliz y emocionado, la calidez que sentía al abrazarla era lo mejor que le había pasado en mucho tiempo.Con la abuela se sentía en confianza y seguro como si la conociera de toda la vida.Despu&eacu
Al día siguiente se levantaron.Como Sam no había podido pegar el ojo bien se levantó temprano.Diego seguía durmiendo, Sam le miró el rostro con una sonrisa, aún somnoliento.Se frotó los ojos tapándose para que la brillante luz de la mañana no le diera directamente a los ojos.Diego parecía un ángel dormido, esa angelical cara hacía que Sam entendiera porqué su amigo era tan popular.Cuando él se dió cuenta que Sam le estaba mirando abrió los ojos y murmuró.—Buenos...días.Tenía los ojos medios cerrados, se veía somnoliento, bostezaba estirándose todo el cuerpo.Sam apoyó su cabeza en su mano preguntándole a Diego con una sonrisa.
—Abuela porfavor dime que mis hijos están bien.Sam no paraba de gritar desesperado, estaba aterrado de que ni hubieran sobrevivido.Ella se acercó a Sam con una sonrisa, le abrazó y le susurró con una voz suave.—Están vivos.Esas dos simples palabras hicieron que Sam sintiera un gran alivio, sus ojos se humedecieron llenándose de lágrimas.—Vivos.Sam balbuceaba sin poder creer lo que acababa de oír, puso su mano en su vientre imaginando que sus cachorros están ahí.Diego se acercó a él para tranquilizarle y le susurró.—Así es Sam, tus bebés están vivos.La confirmación de Diego hizo que Sam abriera aún más sus ojos, y se puso a llorar como una magdalena mientras acariciaba s
Según la leyenda un legendario lobo gigantesco y blanco, omega del primer hombre lobo y Licaón, estaban tan enamorados que tuvieron muchísimos hijos.Aquél omega era mucho más fértil que cualquier otro omega, pero mucho más poderoso que otros lobos incluidos los alfas.No por nada era considerado madre de los lobos.—Abuela dijiste que mis cachorros querían protegerme pero de qué? No lo entiendo, tampoco entiendo porqué estuvieron sin moverse.La abuela añadió a su explicación.—Por lo que me dijo Eva una humana te hirió de gravedad, quizás en ese momento ellos intervinieron para protegerte a tí qué eres su madre. No sé cuan poderosos son, pero diría que es capaz de superarte a tí, al rey e incluso a tu padre. Y en cuanto a porque no se movían
Sólo la familia real y la nobleza hacían esa práctica, los plebeyos no se unían porque no funcionaría entre ellos. Cada noble o miembro de la familia real, tenían más sangre del primer hombre lobo que los demás lobos, incluidos los que estaban en el mundo humano , por eso cuanto más se mezclaban más sangre suya tendrían. Alexander era un Licaón descendiente directo del primer hombre lobo, Sam también por parte de su padre, por ende sus cachorros serían los más poderosos. Sam seguía dando vueltas sin poder creerlo, quería controlar el tiempo dar marcha atrás, y no haber preguntado. Diego estaba igual que Sam, ya no sabía qué decir. Dudaba de lo que había oído se sentía raro. —No te mortifiques Sam, es algo muy normal entre nosotros. No tiene nada de malo hacer eso porque somos lobos no humanos. La abuela quería consolar a Sam, tarde o temprano sabéis la verdad.
A la mañana siguiente Diego fue al jardín a hablar con su madre, aprovechando que Sam se estaba dando un baño.—Buenos días mamá, aquí reportándome para que veas que estoy bien.Elaine miró a su hijo dudando.—Enfoca bien la cámara, te quiero ver bien.Diego desvió su mirada refunfuñando.—Obedece Diego.Él chasqueó los dientes.—Como diga la general.Diego enfocó la cámara como ordenaba su madre, cuando ella vió que estaba perfectamente se sintió aliviada.—Y Sam?—Se está duchando.—Espero que cuides bien de él, recuerda que es como de la familia.—Lo sé mamá.Ambos siguieron hablando un poco más, Diego quería saber de su padre. Después finalizó la llamada.Má
—Así es, por eso no creo prudente que os alejeis menos en tu estado, pero si insistes no te voy a detener.Sólo recuerda que un omega sin su Alfa es débil, si hasta ahora no te has topado con ningún lobo además de los que ya conoces es por el rey. Sin su protección no estarás a salvo, ese humano que trajiste no podrá protegerte porque es un simple humano.Sam se mordió las uñas convertido en un manojo de nervios, se sentía ansioso y estaba preocupado.No quería volver a poner en peligro a sus cachorros o no podría vivir más, pero tampoco quería volver con Alex. No siendo él como era.Era impulsivo, agresivo y perdía el control con facilidad.Si ya puso en peligro a sus cachorros una vez, quién le aseguraba que no lo volvería a hacer.Lo amaba, y mucho, no obstante sus hijos y su seguridad era
De nada sirvió que Alexander fuera a ver a la familia de Sam, no le dieron la información que deseaba.Si no fuese que ahora él estaba debilitado por haber forzado el celo de Sam, habría obligado a Eva que le dijera dónde estaba.Mierda,mierda,mierda.Alexander golpeaba el volante del coche, maldiciendo todo lo que le estaba pasando.No entendía nada, y se preguntaba.Porqué le hacían esto?Acaso Sam ya no le amaba?Aunque él sabía que no era el hombre perfecto, le seguía amando con locura.Cuando intentaba ser gentil y dulce con Sam hacía cosas que le sacaban de quicio, no podía estar tranquilo cuando sabía que alguien más quería tomar algo que era suyo.Joder!