Cuando él se retiró los sirvientes levantaron la cabeza, y se pusieron a murmurar entre sí como buenas chismosas que eran.—Los rumores eran ciertos, es realmente bello.—Verdad? Qué me dices de sus ojos son iguales a los de-—Ejem.El mayordomo las interrumpió con su tos.—No están aquí para meterse en la vida privada de sus majestades, sino para trabajar.Fulminó a la que habló de los ojos de Sam y la dijo con una mirada siniestra.—Sabes que está prohibido hablar de ese sujeto, menos delante de la reina, o es que además de ser una chismosa eres también una descerebrada?La sirvienta se encogió de hombros con la cabeza agachada.—Lo siento.El mayordomo parpadeó, luego desvió su mirada.—Espero que no se repita, así que pónganse a trabajar.Las sirvientas obedecieron las órdenes del mayordomo y se pusieron a preparar algo de comer para sus reyes.Al llegar Alexander en la habitación con su luna le dejó encima de la cama, y él se sentó a su lado, ambos se acurrucaron.Él puso sus mano
Pese a que Alexander estaba besando a su omega, era imposible para Sam aguantarse las ganas de gemir. Su alfa le agarró el trasero, masajeándolo y apretándolo. Su miembro se estaba endureciendo, lo rozó con el de su omega. Le quitó la enorme camisa que tenía puesta, luego admiró su hermoso cuerpo. Sam intentó taparse escondiéndose bajo las sábanas, pero su alfa le detuvo apartándolas. —No escondas tu hermoso cuerpo. Las mejillas de Sam se pusieron como un tomate. —Pero estoy gordo y feo. Desde que el vientre de Sam se volvió grande, ya no se sentía hermoso. Si ya de por sí su baja altura, su pálido y delgado cuerpo no le daba confianza en sí mismo, ahora menos. —No digas tonterías, eres la persona más hermosa del mundo. Alexander le besó en la frente sonriéndole. Le volvió a besar, esta vez en la boca. Abrió sus delgadas piernas y le introdujo dos de sus dedos. Cuando Sam se sintió invadido por los dedos de su alfa agarró con fuerza las sábanas con los ojos cerrados, comenzó
El fuerte grito llegó al lugar donde estaban Alexander y compañía, cuando lo oyeron fueron corriendo por donde provenía. Más tarde llegaron a la habitación, Sam estaba en el suelo gritando y llorando sin parar, estaba sujetando su cabeza como si le doliera. Alexander corrió a abrazarle y le susurró. —Ya todo está bien... Ya no llores. La voz de Alexander no conseguía llegar a Sam, no pensaba con claridad. Lo único que veía era el cuerpo inerte de su alfa. Alexander miró a Zhi para que le administrara algún medicamento, o algo que le tranquilizara. Michael estaba muy preocupado, había prometido a Eva cuidar de su hijo pero ahora estaba sufriendo. Se puso en frente de él para hacerle reaccionar. —Sam, Sam, me oyes? Él siguió llamándole durante un tiempo hasta que él dejó de gritar, cuando Michael se dió cuenta se sintió aliviado. Él al igual que Zhi y Alexander, pensaban que Sam había reaccionado pero estaban equivocados, él ya no les veía a ellos sino a los que asesinaron a Al
Rubí finalizó el silencio con esa pregunta, el tono que empleó fue de mofa. Se aguantaba las ganas de morirse a carcajadas, fingía preocupación mientras que por dentro estaba muy feliz. Esta era la mejor noticia que la pudieron haber dado, loco Sam, sería desterrado y le arrebatarían a sus cachorros, y ella se quedaría con Alexander, sus cachorros y la corona. Un final perfecto para ella. Sam movió la cabeza apartándose del abrazo de su alfa, tenía el rostro pálido. —Qué está diciendo esa mujer? Eva ya no pudo más, tomó el brazo de Rubí con fuerza y la sacó a la fuerza de la habitación, y después cerró la puerta con fuerza. Bum. Alexander besó en la frente a Sam, le acarició la mejilla mientras le sonreía. —No escuches lo que dice. Sam se volvió a acurrucar en los brazos de su alfa, todavía estaba muy aturdido y se sentía agotado. Después de sacar a Rubí arrastras de la habitación la soltó, tenía el rostro ensombrecido del coraje. —No aprendes verdad? Rubí chasqueó los di
Ella frunció el ceño, ignorando por completo a Sebastián. Eva prosiguió con lo que tenía en mente al ver que los guardias que había llamado habían llegado. —Saquen a la señorita Rojo, y queda estrictamente prohibido que acceda al palacio mientras mi hijo viva aquí. Ha quedado claro? Los guardias asintieron, pese a que Rubí venía de una buena familia, le tenían muchísimo miedo. Sólo un necio provocaría la ira de Eva. Ellos se acercaron a Rubí, y la agarraron a la fuerza. —Suéltenme...no se atrevan a tocarme o se lo diré a mi padre. Ella forcejeaba con los guardias para que la soltaran, les pateaba y gritaba como loca. Los gritos de Rubí disminuyeron a medida que se alejaban, hasta que dejaron de oírla. Alfred dejó a Eva y a Sebastián a solas y fue a la cocina para que le trajeran la comida a Sam. —Qué te hizo Rubí?. Sólo con recordar las palabras de Rubí el rostro de Eva oscurecía, y sus ojos se volvían rojos de ira. Desvió su mirada con una cara de enojo que no era capaz de
A Alexander le preocupaba la cara pálida que tenía su hermano.Sebastián se acercó a él, puso una silla cerca de la cama y se sentó en ella.—Debo pedirte, implorar que te controles. Yo no te crié para que le hicieras todas esas barbaridades que me dijeron que le hiciste a tu omega, siempre quise que fueras una persona de bien y que no te dejaras controlar por tus impulsos.Ya bastante se había aguantado Sebastián.Desde que supo lo que ocurrió quiso echarle un sermón a Alexander, pero después de todo lo ocurrido no tuvo tiempo para tocar el tema.Alexander agachó la cabeza apenado por el sermón que le estaba echando su hermano.—Desde pequeño Merlín estuvo cuidando de tí, preparándote para que no fueras como los demás Licaón. Pero al final hiciste lo que tanto te dije que nunca hicieras.—Lo siento, yo nunca quise hacerle daño.Esa disculpa no fue suficiente para Sebastián, seguía muy molesto con él.—Y crees que con una disculpa se soluciona todo?Alexander negó con la cabeza, ni si
Buenas a todos los que leyeron MI LUNA, primero quiero agradecer a todos lo que le dieron la oportunidad. Hay un anuncio que me gustaría hacer. Este no es el final de la historia de Sam y Alex, sólo es el principio. En la segunda parte de la historia habrá más participación de los personajes secundarios, no quiero que estén de adorno. Diego tendrá más protagonismo, no quiero que se quede encasillado en el papel cliché del mejor amigo enamorado del protagonista, y que no tiene ninguna función más. Sus acciones repercutirán en la historia ya sea para bien o para mal, habrá más personajes secundarios.
En la mañana muy temprano Sam se levantó como todas las mañanas.Sabía que si se tardaba de más tendría que escuchar los sermones de su madre Eva, cuando él vió al amor de su vida no pudo evitar exclamar.—Dios qué belleza de hombre.Sam estaba mirando en su televisor la noticia en la que salía James, nunca se cansaba de verle.—Sam baja es hora del desayuno.La mamá de Sam estaba hablando desde el pasillo del segundo piso ,osea el mismo piso en el que él estaba.De lunes a viernes Sam se levantaba temprano preparándose para ir a la universidad, aunque la principal razón por la que lo hacía era porque así conseguía ver al amor de su vida, bueno su amor platónico ya que no le conocía en persona.—Mamá ya bajo.Sam cogió su mochila, puso todos sus materiales escolares dentro, su ordenador y cerró la puerta con prisas para no llegar tarde.Luego se acordó que se le había olvidado que no había apagado la tele, volvió a su cuarto y esta vez sí lo hizo y salió.Bajando por las escaleras perc