Coco seguía en shirakawa-go esperando saber noticias de su rey.
A la mañana siguiente Hisoka fue a verla a su habitación.
En este momento eran las nueve de la mañana, ella tenía unas enormes ojeras por estar pensando en dónde o cómo estaría su alfa.
Seguía sentada en el mismo lugar desde anoche, no paraba de mirar la ventana esperando percibir sus feromonas hasta que escuchó.
Toc Toc.
Ella miró la puerta, luego percibió las feromonas. Entonces se dió cuenta quién estaba detrás de la puerta.
—Adelante.
Hisoka abrió la puerta y entró.
—Buenos días señorita.
—Buenos días—dijo Coco de una forma seca.
Él not&oacut
Por otro lado Eva seguía sentada al lado de su hijo que seguía inconsciente, de repente su teléfono comenzó a vibrar. Ella tomó su teléfono que tenía en su bolsillo trasero, al mirar la pantalla se dió cuenta de quién era la llamada. Se acomodó, tragó saliva, luego suspiró, para finalmente contestar. —Aló. Su voz era algo ronca y apagada, hablar la costaba. —Buenas Eva, cómo está Sam? Eva suspiró con mucha fuerza, Ireri puso una cara triste al oír cómo ella suspiraba como si algo hubiera pasado. —Estoy preocupada abuela...no sé si mi hijo aguantará todo esto. La cara de Ireri cambió, ahora estaba mucho más sombría que antes. Como todavía no sabía nada de la noticia se temía lo peor. —Ha pasado algo? Eva agachó la cabeza, tapó su triste rostro con su mano, luego murmuró. —El rey...ha muerto. Esa noticia fue suficiente para que Ireri se espantara, abrió sus ojos y su tes se volvió pálida como el papel. Ya de por sí tenía un mal presentimiento desde que Sam vió a Mictlantecuh
Eva cargó en brazos a Sam y se lo llevó al despacho. El lugar había sido arreglado como había ordenado Eva. Habían apartado las cosas del despacho en una esquina, para así darle un poco más de espacio. El sofá negro seguía en el mismo lugar, por lo que Eva dejó que su hijo se recostara ahí. Sus hijos seguían en el mismo despacho, esperando el ritual que iba a realizarle a su hermanito. Más tarde Lupe apareció en su forma de lobo xoloitzcluintle, entró en la habitación y se puso en frente de Sam. En ese momento Diego y Zhi también aparecieron con las frutas y el maletín médico que había pedido Eva, él las dejó encima de la mesa y se puso al lado de Daniel y Damián, viendo lo que Lupe iba a hacer. Mientras que Zhi se puso cerca de Sam, al ser ella médico iban a necesitar sus habilidades. —Como no soy alfa como la abuela y soy joven no tengo sus mismos ojos ni habilidades, por eso no será tan profundo como la última vez. Primero suprimiré un poco sus feromonas para poder accede
—Puedes subirte en mi espalda, cruzaré contigo para que no te hagas daño. Sam frunció el ceño. —Quién me asegura que no lo harás para impedir que vea a Alex? Eva levantó su mano derecha como si estuviera en un juicio. —Te prometo que esa no es mi intención, prometí llevarte y eso haré. Él estuvo en silencio unos instantes dudando de si aceptar o no hasta tomar una la decisión. —Solo dime cómo he de hacerlo y así lo haré. Ante esa respuesta Eva abrió sus ojos, se mordió sus labios temblorosos. —Es peligroso, podrías poner en peligro a tus cachorros. Sam no respondió, sólo sus ojos se estaban volviendo oscuros como su le dijera a su madre que se lo diga o sufrirá las consecuencias. Eva captando la indirecta de esos ojos obedeció. —Debes controlar tus feromonas, si están en perfecto equilibrio y eres capaz de controlarlo a tu voluntad el puente te permitirá cruzar. Cada paso que pises formará una escalón, dependiendo de la cantidad de feromonas que tengas y el control que tenga
El árbol Yggdrasil seguía sin expulsando un líquido rojo como si también llorara por Sam.Sebastián miró a Eva para que hiciera algo, si Sam seguía en ese estado tan inestable y alterado acabaría matando a todos.Eva se cubrió con sus propias feromonas como si fuera una armadura, de esa forma iba a poder acercarse a su hijo sin que muriera en el intento.Caminó lentamente, sin quitarle los ojos a Sam.—Escucha Sam, debes ser fuerte por tus cachorros...Así que por favor suprime tus feromonas.Sam ya no era capaz de oír nada, lo único que tenía en su cabeza eran los recuerdos de cómo Alexander fue asesinado delante de sus narices sin poder hacer nada, y ahora el recuerdo de su cuerpo inerte delante suyo.Los animales guardianes también se estaban alterando, sentían lo mismo que su reina. Gritaban y lloraban con él.—Sam...por favor.Eva seguía insistiendo pero su hijo ya no estaba en su sano juicio, sólo quería extinguir ese dolor que le estaba matando por dentro.Sus feromonas cubrieron
Sólo se reunía con ellos cuando iba a dejar a Sam a la universidad, de esa forma evitaba que sospecharan de ella, pero cuando dejó de hacerlo fue un poco más difícil.Cuando Sam decidió huir pensó que era una oportunidad que no podía dejar escapar, por eso le ayudó.Y cuando vió lo feliz que estaba su hermana por tal noticia pensó que estaba haciendo lo correcto, con tal de ver a su hermana sonreir de nuevo valía la pena.También hizo varias cosas más que afectaron a Sam, como cuando Ben le llevó a la universidad sabiendo que esa orden era para ella, o cuando le habló de cierta manera cuando él fue a la discoteca con sus hermanos y Diego.Ella sabía mejor que nadie lo posesivos y celosos que eran los Licaón con los omegas que querían, por eso siempre procuró detonarlo.Cualquier cosa por pequeña o insignificante que pareciera a los ojos de cualquiera, para un alfa Licaón era muy grave.Para la grata sorpresa de Coco salió mejor de lo que pensó, Sam huyó de Alexander como quería, pero p
Después de que Eva y Sam se fueran dejando a todos desconcertados, especialmente a Laura todo comenzó a volver a la normalidad. Diego seguía inconsciente y ambos hermanos ya respiraban mejor. Zhi les revisó y se aseguró de que todos estuvieran bien, la única que no mostraba signos de mejora era Lupe. Zhi no sabía qué había pasado cuando conectó su alma con la de Sam, qué debería hacer para hacer que volviera en sí o qué tenía. Lo único que pudo hacer fue dejarla descansar y esperar hasta que Ireri la revisara. Ella le contó todo lo que pasó a Laura, ahora por fin Blanca estaba descansando. Desde que las feromonas de Sam cambiaron la afectaron al punto de asustarla. El tiempo pasó hasta llegar la noche, la manada y los hijos de Eva seguían esperando noticias de Michael. No podían tomar una decisión sin antes saber qué había pasado con la ayuda que había ido a pedir. Cuando Michael volvió por fin, sólo entraron él y los que sabían de la muerte de Alexander, los demás se quedar
Cuando todos llegaron a Arcadia, Michael fue al ducado de Eva mientras que Zhi y la manada de Alexander fueron al palacio real. Querían ver con sus propios ojos el cuerpo de su rey. Mientras viajaban para acceder a la entrada de Arcadia, Zhi les fue explicando todo lo que pasó cuando estuvieron ausentes, Lumier y el resto de la manada no podían creer lo que estaban oyendo. Algunos tenían miedo de que al final Sam se convirtiera en su padre, otros sentían pena por él. Aunque sabían y habían visto que él sufrió mucho a causa del genio de su rey, ambos se amaban. Tanto tiempo esperando para que terminara así. Por más mal genio que tuviera su rey, sabían lo mucho que amaba a Sam. Fueron testigos de lo mucho que le había esperado. Al llegar a la entrada de palacio, vieron a los guardias en la entrada. Cuando les vieron llegar abrieron la entrada, Lumier y los demás se quedaron parados en la entrada y Lumier miró a uno de los guardias. —Quiero un reporte detallado de todo lo que pasó
Después de que Ben y Lumier volvieran con su familia, Michael fue camino al ducado de su alfa. Al llegar tomó una de las llaves que estaba bajo la meseta de la entrada, luego de abrirla entró en la casa hasta llegar a la habitación en donde estaba Eva junto con su hijo. Toc Toc. Eva parpadeó, puso su atención en el lugar por donde provenía el sonido, miró a Sam cerciorándose de que estuviera dormido, y luego fue a donde estaba Michael. Miró a Michael con el rostro cansado, salió de la habitación y dejó a Sam durmiendo. Era mejor hablar en otro momento para no despertarle. Ambos fueron al salón, ella se sentó en el sofá y él hizo lo mismo. —Qué noticias me tienes? Pese a que Eva tomó una pequeña siesta, se oía muy cansada. —Vine con la manada real y Zhi, Daniel y Damián nos seguirán más tarde. Dejé al resto de la manada para que cuidaran de su familia por cualquier imprevisto. Eva agachó su cabeza, tapando su rostro con su mano derecha. —Bien. La respuesta de Eva fue cortan