Como Jenifer se hartó de estar esperando a Damián, fue a la sala vip a donde él fue a hablar con su hermano Daniel. Al llegar a dicho lugar encontró a los hermanos heridos y desmayados, pero el que tenía peor aspecto era Diego. Él estaba sangrando en su abdomen y rostro, se veía muy pálido. —Aaahhhhh !!! Ni si quiera el fuerte grito de Jenifer llegó a los que estaban en la discoteca, ni inmutó a los que estaban desmayados. Pareciera que su gritó no llegó a nadie. Ella fue corriendo a donde estaba Damián, cuando vió la sangre que le cubría el cuerpo sus ojos se humedecieron. —Damián... Damián...dime algo porfavor... Damián... Al no responder ella salió de la sala vip corriendo en busca de ayuda, ella estaba muy desesperada por el estado en el que estaban. Afortunadamente cuando un lobo queda inconsciente se transforman en humanos de nuevo, por lo que ella no vió nada anormal en ellos. El cuerpo de ambos dejó de tener partes de lobo para tener sólo aspectos completamente humanos.
Horas después que Alexander se fuera a la oficina, Sam se levantó con el cuerpo adolorido más que la última vez, se sentía miserable y culpable. Pensaba que nunca debió permitir que Diego se le acercara, así nunca hubiera lastimado a Alex. Quería levantarse de la cama, tenía miedo de que algo le pasara a su bebé, no recordaba mucho de lo que pasó a noche. El único recuerdo que tenía era de antes de desmayarse. Apartó la sábana que le cubría el cuerpo,y cuando lo hizo vió sangre. En su entrepierna estaba llena de sangre y lo único en lo que Sam pudo pensar en ese momento fue. —Mi bebé. No,no,no,no quiero. Tengo miedo de perder a mi bebé. Sam no paraba de llorar y gritar temiendo por la vida de su hijo no nacido. El llanto y los gritos fueron tales que asustaron a Lumier y fue corriendo a la habitación de su rey. —Qué ocurre Alteza? Sam le miró con los ojos llenos de lágrimas y le dijo temblorosamente. —Ayúdame. Lumier se acercó a él, quedando horrorizado al ver a Sam en
Sam no paraba de gritar preocupado, sollozando y temblando de miedo. Eva se acercó a Laura y la abrazó. Laura estuvo explicando un poco a Eva el estado de Sam sin que él mismo se diera cuenta, por lo que Laura vió al revisar el cuerpo de su hijo. Se dió cuenta que Sam había sufrido abuso sexual no una ni dos, sino varias veces. Tenía un raspón en la espalda por una caída, también tenía la mejilla enrojecida y un poco hinchada por los golpes. Y tenía un reciente desgarro que le causó sangrado y que por poco le provocó un aborto, al imaginar que su hijo tuvo que pasar por todo eso Eva y Laura se sintieron miserables. Era como si Eva reviviera el pasado, la dolía el pecho, quería matar al perro que le hizo tanto daño a su adorado hijo. Desde la primera vez que Eva supo que Sam se había manifestado como omega tuvo mucho miedo, no quería que él pasara por lo mismo que su madre porque sabe el final que tienden a tener los omegas. Casi ninguno ha logrado tener un final feliz desde que
Alexander quería poner en su sitio a Eva por atreverse no sólo a pensar en tal cosa, sino en decirlo tan tranquilamente. —Perfecto. Eva también quería poner en su sitio a Alexander, para que nunca más volviera poner ni un solo dedo en sus hijos. Ambos se fueron del despacho, y llegaron a la entrada de la casa. La manada de Eva y Alexander seguían fuera, cuando vieron a su alfa se pusieron tensos. Las feromonas de Eva y Alexander eran amenazantes y fuertes, emanaban un aura que indicaba que iba a haber lucha. Eva se puso en medio de su manada con los ojos rojos, y gritó. —Están listos para demostrar que con el ducado de los Lirios nadie se mete? Lirios era el nombre que usaban el ducado de la familia de Eva, ya que cada ducado tiene una flor como símbolo. Y en este caso el Lirio es la flor que simbolizaba el ducado de la familia Alexopoulos. Lirios o también conocido como flor de Lis significa honor y poder, perfecto para una familia tan orgullosa, prestigiosa y honorable co
Después de arreglarse Sam bajó al salón donde estaba Eva. Desde aquel acontecimiento Eva prefirió no trabajar durante una temporada, quería estar más al pendiente de su familia especialmente de Sam y su embarazo. —Yuki os acompañará por vuestra seguridad. Eva estaba sentada en el salón mirando algunos documentos ya que ya no trabajaba en la oficina,, al menos quería ojear de vez cuando cómo iban las cosas. —Está bien—respondió Laura. —No te vas a despedir de tu madre princesa? Blanca bajó de los brazos de Laura para dar un beso a Eva, corrió hacia ella y se abalanzó para darla un abrazo. Eva dejó de lado sus documentos y la cargó en sus brazos, la dió un beso en la mejilla. —Que te vaya bien pequeña. —Mmmm mua. Blanca la besó una última vez. —No tenemos todo el tiempo—gritó Laura. Estaba muy impaciente por la interminable despedida de madre e hija, ahora que Sam estaba animado a salir ella no quería que nada saliera mal. —No grites amor, la niña ya va. Blanca bajó y volvi
Madre e hijo se dieron un beso esquimal.—Yo también quiero—gritó Blanca.—Ven aquí princesa.Sam la puso en su regazo y se dieron un beso esquimal, mientras ella reía sin razón alguna.—Aquí tienen sus pedidos.De repente apareció el joven camarero dejó en la mesa lo que Laura había pedido y volvió a irse.—Helado, helado...Ver todo ese postre hacía que a Sam se le revolviera el estómago, el olor era insoportable.Pese a que todo lo que trajo el camarero tenían buena pinta, a los ojos y olfato de Sam era lo peor que podía comer.Se levantó de su asiento con ganas de vomitar.—Mamá voy un momento al baño.—Te sientes mal?Sam negó con la cabeza.—Sólo quiero ir al servicio un momento.—Está bien.Sam fue a hablar con un camarero para que le indicara el lugar del servicio, ya que era la primera vez que él venía a este lugar y no tenía ni idea de dónde estaba el servicio.Sólo había oído hablar del lugar por las universitarias y a Diego cuando salía con sus interminables novias.Cuando
—Después te digo, ahora debo entrar a cirugía. Laura entró a la sala para operar a Sam. La familia Cavendish se quedó en el pasillo blanco y frío esperando noticias, mientras estaban agonizando por la espera. Daniel salió del lugar y fue a hablar con la gente de Alexander, aunque él no fuera su santo de devoción, él merecía saberlo por ser el padre. Buscó en internet cómo comunicarse con la empresa de Alexander. —Buenas, esta es la empresa del señor James Stuart? —Así es, qué necesita? Al otro lado de la llamada hablaba la misma secretaria de Alexander. —Podría pasarme su número? Se trata de un tema delicado del que quiero tratar con él. —Lo siento mucho pero no se puede. —Por favor señorita, se trata de algo realmente importante. —Aún así no puedo, las políticas de la empresa no lo permiten. Daniel suspiró resignándose. —Entiendo, al menos podría pasarme el número de teléfono de su mano derecha? La chica se estaba impacientando, estaba harta de que la gente quisiera ace
Alexander estaba tan conmocionado que dejó de oír la parte donde decían que Sam esperaba más de un hijo. Eva se molestó aún más con Alexander, cómo es que ni eso sabía si se supone que era su alfa. Laura siguió con la explicación ya que estaba más calmada que Eva. —Así es, mi hijo está o estaba esperando más de uno. No puedo asegurar cuántos, pero eran o son varios. Alexander se quedó de piedra. Damián se acercó a él con cara de querer matar a alguien y le dió un puñetazo en el rostro, él se sentía tan frustrado que no se pudo aguantar más. Tenía los ojos enrojecidos por haber llorado, el rostro oscuro y con unas venas que sobresalían en su hermoso rostro. —Todo esto es por tu culpa, vivías con él y no te diste cuenta que estaba encinta, menos que no se alimentaba como se debe. Lo único que hiciste con él fue maltratarlo y abusar de él, eres una m*****a escoria. Damián se acurrucó en su hermano Daniel llorando como una magdalena, se sentía frustrado y se culpaba por lo que le h