Caroline siente un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar la voz de Irene. —¡El doctor dijo que mi esposo iba a estar solo!— Irene la mira con desdén —Sí... —¿Sí, qué?— le pregunta enojada —Solo que estaba revisando que... El señor Caristeas estuviera respirando; debo hacerlo constantemente; quizás el doctor lo olvidó— Caroline usa un tono de voz diferente —¡Vete, quiero estar a solas con mi esposo! —Claro... Un permiso— se marcha rápidamente, para Irene, la enfermera fue muy extraña.Al salir de la habitación, Caroline ve venir a Berenice, y de cierta forma, eso le causó temor. Pensando que Caroline iba a pasar desapercibida, agiliza sus pasos, pero dos escoltas de Berenice la agarran y la ingresan a una habitación solitaria. —¡Sueltenme!— Caroline hace fuerza para zafarse —¡Ay, cállate, estúpida!— mira a sus escoltas para que la suelten y luego se coloquen detrás de ella para protegerla —entiende algo, estás en Santorini, en mi lugar, donde la que manda soy yo—. ¡Usted es u
—Pienso lo mismo, señor Patrick— afirma Karin. —No me creo el cuento del borracho. Sin embargo, debo esperar que mi jefe salga de esta situación y escuchar sus órdenes—Querida—. Bastian debe decirle algo importante, así que obtiene la atención de Caroline. La pobre está consternada. —Berenice es una piraña. Ahora lo que debes hacer es tener mucho cuidado. Lamentablemente, al mi jefe estar en coma, no hay forma de que él haga los pagos correspondientes del niño Connor—Yo me haré cargo— interviene Patrick, calmando la angustia de Caroline. —Eso es perfecto. Pero tengalo por seguro, señor Patrick, que mi jefe le volverá el dinero. Para él, sus hijos son lo más importante. Créame, yo que increíblemente soy su confidente, aunque me grite y diga que no me soporta, él me quiere y valora mi trabajo. Siempre se preocupaba por saber si su familia estaba bien. Siempre. Por esa razón me lo contaba todo, y estar con su pequeña familia eran los mejores días de su vida. Mi jefe es algo cruel, per
Caroline no le responde, sino que retrocede acercándose a los escoltas. Sin duda, todos los Caristeas le dan desconfianza. Impacientemente espera que le den alguna noticia de su hijo, mientras que Parker, desde una distancia, la observa y, de cierta forma, eso la inquieta. A la media hora, afortunadamente, le informan que pudieron estabilizar a Connor, no obstante, su salud es demasiado crítica. Caroline está ansiosa por verlo y seguir a su lado. Pensó que Parker se iría, pero no. Y lo peor de todo es que no la dejan ingresar a la habitación aún. —Quiero que te vayas— le pide Caroline a Parker. —No podré conceder tu petición. Quiero conocer a los niños. Estoy en todo mi derecho, además, te sirve que seamos aliados —¿Aliados? Todos ustedes están locos y piensan que el mundo gira alrededor de ustedes —Sáceme de ese círculo, preciosa. Al igual que tú, estoy en contra de cómo es mi familia—. —No esperes más de mí. Mis hijos me necesitan, así que no pretendas que te crea —Descui
Caroline está procesando la información de Patrick, es algo más que le causa dolor porque él era su apoyo, y le dijo que lo viera como un hermano. ¿Cómo es que le hace esto? Su mirada se dirige al móvil de Irene, quien se percata de que Caroline está derrotada.—¿Quieres escucharlo otra vez? Porque no tengo ningún problema en reproducirlo—No... —pasa saliva y se aguanta las ganas de llorar—Según a tu hijo lo tienen aquí hasta las cuatro—¿Cómo sabes eso?—Soy la hija del hombre más rico. ¿Cómo te hago entender eso?— se cruza de brazos. —La familia Caristeas es lo que es gracias a mi familia, los Georgiou. Así que digamos que yo puedo hacer lo que quiera. Aunque en este caso estoy dejando a un lado el poder, para tener compasión, pero por mi esposo. Porque ponte a pensar, si tu hijo no recibe atención médica y se muere, Lisandro te va a odiar por no haber aceptado mi propuesta. De paso, te quitará a la niña. Lo conozco muy bien, así que... —se encoge de hombros—. Apresúrate, que Lisa
Caroline tuvo una larga conversación con Graciela, quien es la única ayuda que tiene en estos momentos. La señora Graciela no estuvo de acuerdo con las decisiones de Caroline, ya que le dijo lo que podía pasar, pero Caroline está firme en la decisión que tomó porque para ella lo más importante en este momento son sus hijos.Al llegar a la mansión, Aileen aprieta la mano de su mamá, porque siente temor de lo que le pueda esperar allí adentro.—Tranquila, mi amor, aquí vas a vivir por un corto plazo porque debes compartir con la familia de tu padre, y mientras yo ayudaré a tu abuela con la casa, haciendo los arreglos. Es solo eso.—No me vayas a dejar sola, mamá —le suplica, y Caroline pasa saliva.—Jamás lo haré, mi amor. Vamos.Continúa caminando hasta llegar a la gran puerta, y Caroline retoma aire antes de tocar el timbre. Al cabo de segundos, una mujer le abrió la puerta.Es una sirvienta de la familia Caristeas. Es lógico que nadie se soporte a Berenice, pero solo una sola razón l
—¿Qué? —Caroline siente su corazón palpitar a velocidad.—¡Eso es excelente! —sonríe y sus ojos se tornan llorosos.—Es lo único que sé. Debo colgar. Cuidate mucho, mujer.—Gracias, Bastián. Eres muy amable.Caroline mira a Angela.—¿Puedo saber lo que te pasa?—Lisandro ha despertado...—¡Eso es grandioso!—Sí, ahora mis hijos estarán tranquilos.—¿Qué hacen hablando? —aparece Berenice. —¡Muevete a servir la cena, Angela! Y tú —señala a Caroline— prepara la mesa, pero ya— Le ordena, y Caroline pasa saliva.—Sí, señora— mira a Angela y vuelve a bajar su mirada.—Como ordene, señora Caristeas. Caroline, tu uniforme está en tu habitación. Te espero en la cocina para explicarte cómo debes organizar la mesa. Un permiso— se marcha, maldiciendo mentalmente a Berenice.—¡Prohibido usar el móvil mientras trabajas! ¿Te queda claro?—Sí, señora— responde sin mirarla a los ojos, y eso alimenta el poder de Berenice, la cual se marcha porque no tolera a Caroline.Al quedar sola, ingresa en la que
Extraña así se sintió Caroline al ver a Parker. Sin embargo, por respeto, desvía su mirada para no verlo más. Lamentablemente, Parker tiene rasgos similares a Lisandro y eso para ella es literalmente una tortura.—Tranquila, solo tengo calor. No pienso hacer nada indebido. Después de todo, estás enamorada de mi hermano— se termina de desabotonar la camisa, dejando expuesto su perfecto abdomen.—Si usted sabe que estoy enamorada de su hermano, no entiendo qué hace aquí. Me parece una falta de respeto. Váyase, por favor. Necesito terminar de arreglarme para ir a ver a mi hijo.—Te puedo llevar, si quieres.—No, gracias. Ahora salga de la habitación o tendré que tener un mal comportamiento— la respiración de Caroline es acelerada; siente que se le va a salir el corazón.—Me encantaría que tuvieras un comportamiento salvaje.—¡Usted se lo buscó! Caroline agarra la pequeña lámpara que está en la mesita y luego se gira, mirándolo con desdén —Salga o tendremos problemas.Él la mira con asomb
Caroline se siente confundida en este momento; sabe que Lisandro se sacrificó por la familia, pero si él y Patrick tenían una amistad, ¿cómo hacerle tanto daño? Con más razón comprende el rencor de Patrick, pero quiere saber la versión de ambos antes de sacar conclusiones en las cuales se pueda equivocar.—¿Por qué piensas tanto? —Parker la mira y luego vuelve a fijar su mirada en la carretera.—La vida da muchas sorpresas… —es lo único que dice para luego soltar un largo suspiro.—Mira el lado bueno de todo esto.—¿Cuál sería? —lo mira con extrañeza.—Tienes a un hombre sumamente interesante —habla todo presumido y Caroline le sonríe.—Eres un desastre.—Qué mala eres, y así me agradas. Quiero decirte algo porque me parece injusto lo que te está haciendo mi madre e Irene.—Te escucho.Cada vez se siente segura de que lo mejor es tener a Parker de su lado; es cuestión de tenerle paciencia para ponerlo en su lugar cada vez que le haga una propuesta indecente.—No te dejes en lo que pue