—Puedo pasar por ti —le aseguré mientras me entregaba el casco, eran las 9:55 de la mañana y estábamos frente a un pequeño restaurante de una zona de la ciudad que era conocida por su amplio catálogo cultural.—No... —sonrío—. No es necesario. Tu debes trabajar y...—Está bien, prefiero venir por ti a que tomes el transporte público, llegar a casa puede ser peligroso y demasiado solitario —dudo antes de aceptar.—De acuerdo, te llamo antes de salir, para que no tengas que esperar demasiado. —Espero la llamada. Mi número es del que te llame anoche...—Tan insistentemente —completo mi frase—, lo tengo. Ya lo guarde.—¿Cómo? —tenía curiosidad.—Bueno, solamente lo agregue a mi lista de contactos y… —dijo obvia, aunque ella sabía a lo que yo me refería. —¿Esposo o amorcito? —pregunté mientras me reía y ella se alejaba igual de divertida, pude ver aquel sentimiento reflejado en ella también.—De acuerdo, ya tengo tu número, te llamaré cuando salga de aquí. Debo entrar, no quiero que me d
—¡Joder, Ivar! ¿Desde cuándo te volviste una hermanita de la caridad? Esto te va a quitar tiempo y energías que vas a necesitar cuando yo no esté a tu lado. —No te preocupes por mí, yo puedo con esto y más. Eso lo sabes muy bien. —Si, pero es esto más papá. —¿Cuánto quieres apostar? —Intente parecer divertido—. No te has detenido a analizar que si me divorcio de Valeska no podemos continuar con el plan, ella es solo una transacción y entre más limpio esté su nombre, más fácil será que los medios la dejen en paz y que se enfoquen en lo importante. —Al pagar la deuda de Jonella con papá no tendrás razones para mantenerte casado con Valeska. —Pero si no estoy casado en los próximos dos meses ¿No te puedes ir o si, hermanito? —lo vi rascarse la nuca, él sabía que yo tenía razón—. De todas formas, nadie tiene porque saberlo, ni Jonella, ni Valeska, es nuestro secretito —sonreí. —¿Que la chica va a estar atada a ti sin necesidad de estarlo? Ivar, el matrimonio sigue siendo necesario,
VALESKA.31 días que trajeron el primer mes y con aquello también llegaron cambios que no esperaba.—Hola —saludé a Ivar por la mañana después de mi primer día de trabajo. Me di cuenta que estaba sentado en la mesa haciendo algo parecido a trabajar en un computador, lo que era extraño porque creí que su trabajo solamente era pelear.—¿Descansaste? ¿Hace cuanto llegaste? —no entendía porque estaba preguntando cosas que no me corresponden.—Sí y hace un par de horas—escuche su respuesta, mientras preparaba café para los dos y unas tostadas—. Creo que... tenía muchas razones para descansar tranquilamente.—¿A qué te refieres? —le pregunté mientras cerraba la computadora y se ponía de pie para llegar hasta mí y ponerme atención.—Ayer pasaron muchas cosas buenas, eso me dijiste antes de irme y aquí estoy ansioso por escuchar.—Bueno —suspire y deje la cafetera a un lado mientras recordaba la llamada del doctor encargado del caso de mi abuela—, para empezar mi abuela está más estable y un
Los golpes ligeros me sacaron de mis meditación. Me asuste porque desde que vivía allí, nadie, excepto la pelirroja salvaje, había venido.Los golpes continuaron y esta vez eran más fuertes, deje la sopa a fuego bajo y camine hasta la puerta.—¿Quién? —pregunté indecisa. —Ivar, abre, maldito loco. —Ivar... No te puede atender —dije suavemente, tal vez ni me había escuchado porque se quedó en silencio todo. Estaba por marcharme cuando la voz del chico me llamó de nuevo.—Dile que es urgente, por favor. —Está enfermo, no ha tenido un buen día.—Soy Joshua, el mejor amigo de Ivar. Solo quiero saber como esta, anoche durante las peleas… No fueron fáciles y él no quiso quedarse a que lo revisaran.Abrí, era un pelirrojo gracioso y sus palabras me convencieron. —Ha tenido fiebre todo el día.—Lo sacudieron —hablo más bien para él mirando al suelo.—¿De qué hablas? Necesito saber si debo llevarlo al hospital —esas últimas palabras me dieron atención.—Nunca lo lleves a un hospital —era
No importaba cuanto tiempo pasara, el dolor de las fuertes golpizas siempre me dejaba destruido. Me dolía el pecho, la cabeza, las manos, me dolía hasta la conciencia y yo no tenía de eso. Pero sin importar la razón, no quería molestar a Valeska durante su día de descanso, no era la primera vez que me daban una paliza, sabía que era lo que tenía que hacer para recuperarme, ya lo había hecho varias veces solo, que estrella estuviese en casa no iba a cambiar las cosas, tenía que dormir y descansar. Ese era el primer paso, luego tomar los analgésicos y poner ungüentos, probablemente en un día o dos ya volvería todo a la normalidad. Eso creí hasta que la m*****a fiebre me atacó. Solamente fueron dos peleas y por alguna estúpida razón no me podía concentrar, gané, pero con demasiado esfuerzo lo que no era normal en mí y recibí golpes que me estaban pasando factura. Por alguna clase de hechizo, desde que Valeska había llegado a mi vida vida, esta se me volvió una rutina, todo era más
Pero la madrugada de ese sábado fue cuando me di cuenta que todo cambió para mi, esa madrugada eran solo las 3 de la mañana y su lindo y firme trasero estaba al aire, se notaba que había dado vueltas como loca por la cama y el pijama que era como una gran camisa de seda se había enrollado casi hasta sus caderas.¿Una tentación? No, Valeska era un monumento a la perdición, su pelo rubio y sus labios rosados hacían que yo quisiera clamar por su atención.Aún no sentía tanto dolor, así que decidí tomar ducha de agua fría y tal vez eso fue lo que causó que la fiebre se activará.Pase de estar consciente, recostado en la cama junto a Valeska a simplemente no recordar mucho.Y luego de todos sus cuidados, mientras mis ojos estaban fijos en el techo, yo repasaba cada día desde que Valeska había llegado a mi vida y también las palabras que le había acabado de decir a Joshua. "Mañana no va a ir a esas estúpidas peleas, es más no lo esperes por el resto de la semana" Aquello no paraba de reso
Laotong es un término chino, que se traduce como "hermanas de la vida". Es una relación de amistad íntima y duradera entre dos mujeres, más fuerte e importante que cualquier otra relación. "Las LAOTONGS son amigas para toda la vida, su amistad es más fuerte que el acero" * * * AÑOS ATRÁS * * * —Ragna no, regresemos a la casa, por favor —en esa época de mi vida, yo solo conocía el miedo. —Por favor, Valeska —pero como siempre, los ojos de Ragna estaban tristes. Yo era una niña y por esa razón para mi era demasiado difícil comprender porque mi hermana, que tenía todo lo que me habían quitado, siempre estaba triste. Ella siempre tenía sus ojos muy rojos de tanto llorar, siempre estaba con vestidos nuevos y bonitos, de colores y telas hermosas mientras que yo andaba con trapos viejos y que no eran de mi talla. Mi hermana Ragna quería salir a jugar a esa zona que colindaba con la casa vecina, era como territorio neutral, allí un par de hermanos que poco recordaba, se tomaban el tiemp
Clavé mis ojos por la ventana y volví a beber, porque ya ragna había llenado de nuevo el cristal vacío.¿Cuántos vasos había bebido? Los suficientes como para sentir mis mejillas rojas, pero no tanto como para estar ebria. ¿En qué momento empezamos a cantar y bailar sobre el sofá?, ragna tenía varias prendas sobre su cuerpo y yo creía que estaba viendo bien, pero en realidad veía algo borroso. El sonido de la música era estruendoso y estaba agradecida de no tener vecinos, así no tendría problemas con la policía por escandalosa. Era la primera vez que yo me mostraba así tan desinhibida y tranquila, por primera vez en mi vida sentía que todo estaba al fin en orden, estaba sonriendo y bailando, brincando y gritando las canciones que sonaban con el volumen por las nubes. La locura de Ivar me estaba envolviendo, ¿Era por Ivar? ¿En serio ese hombre me traía buena suerte? ¿O solamente era el destino? y las cosas que me estaban pasando era por que así estaba escrito, sin importar si él lle