Hola, hola, mis queridos lectores. Les informo que faltan dos capítulos más, para finalizar esta hermosa novela. También que iniciaré con la publicación de una nueva novela tan hermosa como esta. Besos. Helen Vivas.
Maximiliano & Ivanna Freetman. ─ ¿Qué sucede mi vida? ─ Le pregunté ─ ¡Dios¡ invitaron a todo el Condado de Norfolk, ─ dijo Ivanna, exagerando un poco nerviosa, sonreí porque esas palabras me recordaron a nuestra adolescencia y cuando ella las expresaba en cada fiesta que preparaban. ─ Valerie, me había dicho que era una pequeña celebración. ─ Se quejó observando a la mayoría de nuestros vecinos, familiares y algunos colegas del hospital.─ No te preocupes, cielo. Sabes como son las fiestas para Valerie, ─ le recordé. ─ Tienes razón, debí de suponer esto Valerie, es la wendding planner mas exagerada que conozco, ─ respondió un poco contrariada ya que todavía le afectaba el que dirán, pero a mí eso me tenía sin cuidado, ya que todos sabían lo que en realidad había sucedido.─ Mejor vamos a disfrutar de nuestra fiesta, ─ le dije tomándola de la cintura y dirigiéndola a la pista de baile improvisada, para bailar el vals. El fotógrafo y el videógrafo, no se perdían ninguno de los m
Ashley Freetman. Un año antes Estaba acomodando el gorro de fiesta a Jonás, uno de los niños que estaba ingresado en el oncológico infantil. Todos los años nos reuníamos hacer la misma celebración, lo abracé y nos tomamos una linda foto.─ Tengo ganas de vomitar, ─ mencionó el pequeño, ayer le habían hecho la quimio y todavía estaba presentando las secuelas del procedimiento. Su madre, corrió con una bandeja para que el pequeño vomitara, acaricié su espalda mientras expulsaba sus desechos en la bandeja. tío Jordan, llegó en ese momento e inmediatamente se acercó hasta nosotros examinando al pequeño, Jonás. Esta no era su área, pero con frecuencia mi tío, ayudaba a los infantes de oncología, desde que se había mudado al condado con mi tía Abigail y mi abuelo McCarthy. Mi tía Ivanna, llegó para la celebración junto con mis hermanos los mellizos, así como mi tía Valerie, con mi primo Sebastián, unos años mayor que mis hermanos; las enfermeras se acercaron, así como doctores. Todos
Ochos años han pasado y una trágica noticia.Mi madre y yo íbamos en el primer vuelo que encontramos hacia Boston Massachusetts. Las dos estábamos abrazadas y desbordando nuestras lágrimas, la una a la otra. Yo, luchaba con mi cuerpo, para tratar de sumirme en una fortaleza inexistente y poder consolar a mi madre y a mi padre. Quien también debe de estar desesperado, con la repentina muerte de mi hermana Gianna.Llegamos al aeropuerto y nos encaminamos hacia nuestra antigua casa. Ubicada en el Condado de Norfolk. Cuando estuvimos al frente de esta, los recuerdos y la nostalgia nos invadieron a las dos. Sentí sólo el rugir de la puerta cuando era abierta. Al instante, salió mi padre abrazándonos desesperado a ambas. Lo cual me partió el corazón, nunca había visto a Ethan, llorar y mucho menos de una manera tan desgarradora. Mi padre, se desesperó aún más, abrazándonos a ambas, en un llanto incontrolado. Sentía que mi corazón iba estallar y las lágrimas correr, pero tenía que ser fu
Ivanna KridmmanLevanté mi cabeza de su pecho. ─ ¿Te sientes mejor? ─ Le pregunté a mi amigo; el cual estaba totalmente afligido.─ Un poco pequeña. – Respondió tratando de ocultar su rostro en mi cuello, para que no notase su aflicción, pero su tristeza era muy notable.─ Jordán, tienes que levantarte de esa cama. ─ Le sugerí, con un poco más de carácter preocupada por el desconsuelo de mi amigo.─ No tengo ánimos, Ivanna, no deseo salir. ─ Respondió intentando contener sus lágrimas. Me acomodé mejor sobre su pecho y lo rodeé ─ entonces me quedaré contigo. Pensé que podríamos ir este fin de semana para New York, a visitar a Roger y Aleina. ─ susurré, pero él solamente suspiró con mi propuesta.─ No lo sé. ─ Quizás sea lo mejor. Apenas pronunció unos segundos después sin ningún tipo de ánimo.─ Por supuesto que sí, eso será lo mejor. Vamos, anímate; podemos arreglar todo, para partir mañana temprano.─ Hoy, hubiésemos cumplido años de novios. ─ Susurró, con una gr
Aleina y RogerPrepara la botella de whisky mientras reviso en el frízer si hay hielo ─ le pido a Roger, desde que falleció Lissie, hace dos años cada vez que nos reunimos con los chicos es puro llorar. Roger, entendió a lo que hacía referencia y se fue hacia la licorera a revisar que tanto licor teníamos ─ Lo mejor será salir a bailar eso por lo menos no nos mantendrá llorando y ya está bueno de lágrimas, no debemos apoyar más a Jordan con eso. ─ Formuló mi esposo revisando la cantidad de licor que teníamos.─ Roger, es difícil cuando se ama tanto, no imagino mi vida sin ti. ─ Sentencié acercándome a él, para besar sus labios ─ Bueno por lo menos esta vez lo sentí animado cuando me dio la noticia y parece que Ivanna, se lo había llevado a bailar. ─ Informó mi esposo. Sonreí imaginando a Ivanna, bailando por largas horas. Todavía recuerdo cuando Lissie y yo la enseñamos.─ “Hey, no eres un robot, siempre debes recordar que el cuerpo es armable y desarmable. Sino pierdes tus
Ivanna Kridmman Roger y Aleina, nos observaban con una sonrisa marcada en sus labios, pues notaban a Jordan, demasiado efusivo. No paraba de tocarme, acariciarme, besarme, sentarme en sus piernas, susurrarme al oído. Era el mismo hombre que había conocido dándole todos esos mimos a Lissie, y que las primeras veces que los observaba me habían causado mucho dolor; recordándome que yo también había sido mimada de esa forma, pero también traicionada. Era como si desde hace dos noches un aura desconocida desde el más allá de verdad hubiese cambiado nuestras vidas.─ Pensé que se quedarían unos días más ─ insistió Aleina, observando la maleta de Jordan, cerca de la puerta. ─ Jordan, mañana estará de guardia y yo inicio mi residencia en otra área pediátrica en el hospital donde trabaja Jordan. ─ Anuncio observando a mis amigos aunque ya les había comunicado esa noticia por teléfono y en las conversaciones que habíamos tenido desde que llegamos.─ Pensé que estaríamos más días juntos, n
NARRADOR OMNISCIENTESamantha, lloraba abrazada de sus dos adolescentes hijas gemelas. El alma se le estaba cayendo a pedazos, deseaba llevarse consigo a sus pequeñas; pero ninguna de las dos deseaba seguirla y Ethan, era alguien que deseaba complacer a sus hijas sobre todo, porque pensaba que era un capricho de Samantha, solamente para que se mudaran a los Ángeles.El hombre pensó que su esposa pronto estaría de vuelta. Que su reclamo por la monotonía diaria, era sólo una excusa caprichosa de su esposa, para desear mudarse.Ethan, nunca entendió que Samantha, deseaba progresar; tenía sueños por cumplir y estancada a su lado los veía muy lejanos. A su vez Samantha, imaginó que imponiéndose ante su esposo y sus hijas, pronto se reunirían todos en los Ángeles.─ Estaré esperándolas ─ les dijo su madre afligida a las dos gemelas.─ No deseamos irnos mamá ─ fue la respuesta de Gianna, la mayor de las gemelas, solo por un minuto y la que llevaba las riendas de guiar siempre a su herman
Ivanna KridmmanEstaba maravillada observando el recorrido por los hermosos e impresionantes jardines. El vehículo finalizó su andar hasta estacionarse en una hermosa mansión que en seguida me hizo dirigir mi visión hacia Jordán, el cual sonreía encantado mientras me observaba. Para mí sorpresa fuimos recibidos con una atención única como si fuésemos personajes de la realeza. Era como si fuese el inicio de un gran sueño que uno no se imagina nunca que le va suceder en su primera vez para cambiar su estado natural de la virginidad al hecho de convertirse en una mujer sexualmente activa. Jordan, rodeó mi cintura posesivamente mientras nos hacían la adjudicación por una semana de tan poderosa y hermosa propiedad, para nuestra plena disposición. Con asombro observaba anonadada el recorrido por la mansión, la cual revelaba una habitación cada vez más interesante que la otra hasta llegar a la habitación principal; la cual era el verdadero sueño de una princesa real. Su perfecto decorado