Maximiliano Freetman & Ivanna Kridmman─ ¿Es tú padre otra vez? ─ Le pregunté a Jordan, casi segura de ese hecho.─ Sí, él muy desgraciado ha golpeado a mi abuela nuevamente y está hospitalizada, ─ mencionó lleno de furia, preocupación y desesperación por no estar en los Ángeles.─ ¡Oh por Dios¡ ─ se escucharon varias voces en la sala.─ Jordan, ni siquiera hizo las maletas sino que salió disparado para el aeropuerto. Abigail, se fue junto con él y Hailey, Valerie, Maximiliano y yo, lo acompañamos al aeropuerto. ─ Hailey y yo, nos observábamos. Ambas sabíamos de lo que era capaz el padre de Jordan y a pesar de los conflictos entre ella y la abuela del oso, el dolor de su hijo era un dolor para ella.Una vez llegamos a la casa de los padres de mi novio me sentía muy inquieta. Maximiliano, me observaba caminar de un lado a otro, debía esperar que Jordan, llegara a los Ángeles, pero preferí comunicarme directamente al hospital para que me diesen información. Mis nervios se hicier
Maximiliano Freetman ─ ¿Qué sucede? ─ Preguntó Valerie, preocupada. ─ Espera un momento, ─ mencioné para tener total certeza. Ivanna y yo, nos observamos, luego ambos miramos la pantalla. ─ No puede ser, ─ susurró Ivanna. ─ El embarazo es normal y tienes cinco semanas de gestación, solo que creo que no es uno, estoy observando dos sacos, pero debemos esperar una o dos semanas más para salir de dudas ─ mencioné. Ivanna y Samuel, se acercaron más, levanté mi vista y vi a Samuel, que estaba con el ceño fruncido observando la pantalla casi tan pálido como las paredes blancas de mi consultorio. ─ ¡Dios¡ ¿Son dos? ─ Preguntó Ivanna. ─ Creo que si, amor. No estoy totalmente seguro porque un saco esta delante del otro y no me permite revisarlo bien, pero de que estas embarazada es cierto, estas embarazadísima hermana y hasta el momento todo se ve normal. ─ Pronuncié. Después de la evaluación completa de mi hermana indicándole solo suplementos vitamínicos, hierro para prevenir una
Maximiliano Freetman Teníamos casi dos semanas que habíamos llegado de los Ángeles, estaba en mi consultorio cuando Valerie, llegó con Samuel, ambos estaban verdaderamente asustados. ─ ¿Qué sucede? ─ Pregunté asustándome al ver sus caras.─ Valerie, a sangrado, ─ mencionó Samuel. ─ Pásala de una vez a mi consultorio, ─ le pedí a mi cuñado. ─ ¿Qué sucede? ─ Preguntó Valerie, preocupada al notar que movía de un lado a otro el transductor sobre el área del vientre y la pelvis.─ Estoy buscando ya que solo veo un solo saco gestacional ─ musité.─ ¿Y mi otro bebé? ─ Preguntó asustada. ─ Posiblemente estas presentando el Síndrome del gemelo evanescente, o desaparecido, esto a veces suele suceder en los embarazos múltiples. Es cuando uno de los embriones no se desarrolla. El útero se ve bien, como si nunca hubiese estado el otro saco, pero has presentado un sangrado y es preferible prevenir un desprendimiento de la placenta y hay que hacer un seguimiento más continuo a tú embara
Ivanna & Maximiliano Freetman. *******Ivanna********* ─ Esta ya es la cuarta prueba del vestido, no puede ser que todavía tenga que venir a otra, ─ refuté molesta. ─ Has bajado de peso y el vestido debe quedarte perfecto, ─ intervino Valerie, ella tenía razón, el ajetreo por la boda había afectado mi contextura.─ Yo te veo hermosa, tía. ─ sonrió Ashley. ─ Tiene que estar listo para la fecha acordada, ─ le dije a la modista ya que solo faltaban tres semanas para la boda y yo estaba cansada de correr de un lado para otro. ─ Todo va estar listo hija, ─ Hailey, intervino tomando mis manos. Mi futura suegra tenía razón, por mi bien debía calmarme o este corre, corre me ha tenido demasiado abrumada, ya ni siquiera hablo, sino que ladro y hasta me sentía que no era yo misma.Me dirigí hacia el probador para quitarme mi vestido de novia.─ Se lo llevaré a la modista para que inicie con los arreglos que faltan, ─ pronunció Valerie, quitándome el vestido de las manos. Observé el espej
Maximiliano & Ivanna Freetman. ─ ¿Qué sucede mi vida? ─ Le pregunté ─ ¡Dios¡ invitaron a todo el Condado de Norfolk, ─ dijo Ivanna, exagerando un poco nerviosa, sonreí porque esas palabras me recordaron a nuestra adolescencia y cuando ella las expresaba en cada fiesta que preparaban. ─ Valerie, me había dicho que era una pequeña celebración. ─ Se quejó observando a la mayoría de nuestros vecinos, familiares y algunos colegas del hospital.─ No te preocupes, cielo. Sabes como son las fiestas para Valerie, ─ le recordé. ─ Tienes razón, debí de suponer esto Valerie, es la wendding planner mas exagerada que conozco, ─ respondió un poco contrariada ya que todavía le afectaba el que dirán, pero a mí eso me tenía sin cuidado, ya que todos sabían lo que en realidad había sucedido.─ Mejor vamos a disfrutar de nuestra fiesta, ─ le dije tomándola de la cintura y dirigiéndola a la pista de baile improvisada, para bailar el vals. El fotógrafo y el videógrafo, no se perdían ninguno de los m
Ashley Freetman. Un año antes Estaba acomodando el gorro de fiesta a Jonás, uno de los niños que estaba ingresado en el oncológico infantil. Todos los años nos reuníamos hacer la misma celebración, lo abracé y nos tomamos una linda foto.─ Tengo ganas de vomitar, ─ mencionó el pequeño, ayer le habían hecho la quimio y todavía estaba presentando las secuelas del procedimiento. Su madre, corrió con una bandeja para que el pequeño vomitara, acaricié su espalda mientras expulsaba sus desechos en la bandeja. tío Jordan, llegó en ese momento e inmediatamente se acercó hasta nosotros examinando al pequeño, Jonás. Esta no era su área, pero con frecuencia mi tío, ayudaba a los infantes de oncología, desde que se había mudado al condado con mi tía Abigail y mi abuelo McCarthy. Mi tía Ivanna, llegó para la celebración junto con mis hermanos los mellizos, así como mi tía Valerie, con mi primo Sebastián, unos años mayor que mis hermanos; las enfermeras se acercaron, así como doctores. Todos
Ochos años han pasado y una trágica noticia.Mi madre y yo íbamos en el primer vuelo que encontramos hacia Boston Massachusetts. Las dos estábamos abrazadas y desbordando nuestras lágrimas, la una a la otra. Yo, luchaba con mi cuerpo, para tratar de sumirme en una fortaleza inexistente y poder consolar a mi madre y a mi padre. Quien también debe de estar desesperado, con la repentina muerte de mi hermana Gianna.Llegamos al aeropuerto y nos encaminamos hacia nuestra antigua casa. Ubicada en el Condado de Norfolk. Cuando estuvimos al frente de esta, los recuerdos y la nostalgia nos invadieron a las dos. Sentí sólo el rugir de la puerta cuando era abierta. Al instante, salió mi padre abrazándonos desesperado a ambas. Lo cual me partió el corazón, nunca había visto a Ethan, llorar y mucho menos de una manera tan desgarradora. Mi padre, se desesperó aún más, abrazándonos a ambas, en un llanto incontrolado. Sentía que mi corazón iba estallar y las lágrimas correr, pero tenía que ser fu
Ivanna KridmmanLevanté mi cabeza de su pecho. ─ ¿Te sientes mejor? ─ Le pregunté a mi amigo; el cual estaba totalmente afligido.─ Un poco pequeña. – Respondió tratando de ocultar su rostro en mi cuello, para que no notase su aflicción, pero su tristeza era muy notable.─ Jordán, tienes que levantarte de esa cama. ─ Le sugerí, con un poco más de carácter preocupada por el desconsuelo de mi amigo.─ No tengo ánimos, Ivanna, no deseo salir. ─ Respondió intentando contener sus lágrimas. Me acomodé mejor sobre su pecho y lo rodeé ─ entonces me quedaré contigo. Pensé que podríamos ir este fin de semana para New York, a visitar a Roger y Aleina. ─ susurré, pero él solamente suspiró con mi propuesta.─ No lo sé. ─ Quizás sea lo mejor. Apenas pronunció unos segundos después sin ningún tipo de ánimo.─ Por supuesto que sí, eso será lo mejor. Vamos, anímate; podemos arreglar todo, para partir mañana temprano.─ Hoy, hubiésemos cumplido años de novios. ─ Susurró, con una gr