Durante todo ese tiempo había surgido entre Valentino y ella una buena camaradería, ambos se adaptaron a un buen ritmo de trabajo, bromeaban, comían juntos, aunque a veces discutían y costaba que alguno diera su brazo a torcer, cuando eso sucedía la señora Andrade servía de referí, para evitar que ambos se descontrolaran, porque así fuese su jefe cuando Valentino no tenía la razón, Macarena se encargaba de hacérselo notar.
Tambi&
Al día siguiente, Valentino llegó a su oficina a las seis y media de la mañana, aún no había llegado nadie, o eso pensaba, hasta que fue al área de la pequeña cocina a prepararse un café, al llegar allí, estaba el objeto de su desvelo de espaldas a la puerta, cargaba un vestido de cuadros negros y blanco que se le ajustaba a su cuerpo como delineando su figura, resaltaban sus voluptuosas caderas y su hermoso trasero, ¡Por Dios! debía controlarse, no pudo evitar que su amiguito reacciona
Cuando terminaron él la llevó al baño y la limpió, se observaron un momento, hasta que fueron interrumpidos por una llamada telefónica en el celular de Valentino, él atendió sin mirar en la pantalla a quien pertenecía el número, se alejó un poco para responder —Aló, por aquí Valentino ¿Quién por allá? 
Valentino tranquilizó a Vanessa y la dejó en el baño, mientras él despachaba a su hermano, no sin antes reclamarle nuevamente por el incidente. Llamó a una amiga diseñadora, y le pidió que le enviara una selección de vestidos, faldas y blusas, indicándole la talla de los mismos, al llegar a la habitación su bella, se estaba secando los cabellos, él la tomó por detrás y comenzó a besarla mientras le decía al oído—Pronto estaremos juntos, disfrutaremos fundiéndonos en uno solo y jamás volveremos a alejarnos uno del otro.
Valentino y Vanessa, resolvieron ese día iniciar su noviazgo, luego de tomada su decisión le informaron al señor Gianvalentino, quien se emocionó porque su hijo por muchos años no había tenido una novia, abrió la botella de su mejor vino blanco, una Chateau d‘ Yquem, un vino dulce de una bodega situada en la zona de Sauternes, al suroeste de Bordeaux.Cuando Macarena lo vio no pudo evitar reconocerlo, y sin pensar mencionó —Una botella de Chateau d‘ Yquemque. Mi padre
Al día siguiente Macarena no fue a la oficina, pero habló con Valentino por teléfono, él le informó que pasaría recogiéndola al final de la tarde, debido a que viajarían a varios países de Suramérica, al día siguiente en horas de la mañana y durante los próximos diez días, para la firma de varios contratos que le permitiría a la cosmética Pagliuca abrirse paso en esos mercados, sobre todo en Uruguay, Ecuador y Colombia, por cuanto ya habían firmado acuerdos similares en Argentina, Chile y Brasil y sus líneas de productos estaban ya siendo distribuidas allí, además debían preparar el lanzamiento de renacer en escasos veinte días.
Subieron en el ascensor hasta la azotea del edificio donde estaba residenciado Valentino, se dirigieron al helipuerto elevado, cuya estructura estaba fabricada de acero y de aluminio, los esperaban dos hombres vestidos de pilotos, los ayudaron a guardar el equipaje, mientras Valentino ayudaba a Macarena a subirse, pero no se sentó junto a ella, sino que se ubicó en el asiento para pilotear el helicóptero, desconocía que tenía esas capacidades. Valentino cada día la sorprendía más.Lo p
Cartagena-ColombiaValentino iba recorriendo con su boca cada rincón del cuerpo de Rena, le quitó el brasier, liberando sus perfectos senos, la dejó solo en tanga mientras él permanecía vestido, tomó su seno derecho con su mano izquierda y lo introdujo en su boca, primero pasó la lengua por la areola, de una vez su pezón se irguió respondiendo al estímulo, él sonrió extasiado por la reacción de su cuerpo y lo succionó con suavidad, mientras el otro lo acariciaba con su mano derecha.Elevó su mirada a ella, quien se mantenía con los ojos cerrados y tomaba su cabeza para evitar que se alejara de ella, sus labios entreabiertos eran enternecedores, mientras orgulloso pensaba, que Rena era de él y que nunca se separaría de ella, c
Valentino se despertó, y funcionar a Macarena que aún dormía, tenía enredada sus piernas con las de él, impidiendo su movilidad, y su cabeza recostada de manera apacible en su pecho, su cabello caía como cascada en su torso, tenía su boca entreabierta, invitando a besarla. Sus labios esbozaron una leve sonrisa, había pasado la noche más espectacular de su vida, en la madrugada se habían vuelto a entregar sin reservas, mejor que la primera vez porque había sido más pausado, más consciente de cada beso, caricia, roce, su chica resultó ser muy apasionada, sensible aunque buscaba esconderse en una máscara de indiferencia, pero ya él se había dado cuenta de que lo hacía para no ser lastimada.
Último capítulo