Valentino tranquilizó a Vanessa y la dejó en el baño, mientras él despachaba a su hermano, no sin antes reclamarle nuevamente por el incidente. Llamó a una amiga diseñadora, y le pidió que le enviara una selección de vestidos, faldas y blusas, indicándole la talla de los mismos, al llegar a la habitación su bella, se estaba secando los cabellos, él la tomó por detrás y comenzó a besarla mientras le decía al oído—Pronto estaremos juntos, disfrutaremos fundiéndonos en uno solo y jamás volveremos a alejarnos uno del otro.
Valentino y Vanessa, resolvieron ese día iniciar su noviazgo, luego de tomada su decisión le informaron al señor Gianvalentino, quien se emocionó porque su hijo por muchos años no había tenido una novia, abrió la botella de su mejor vino blanco, una Chateau d‘ Yquem, un vino dulce de una bodega situada en la zona de Sauternes, al suroeste de Bordeaux.Cuando Macarena lo vio no pudo evitar reconocerlo, y sin pensar mencionó —Una botella de Chateau d‘ Yquemque. Mi padre
Al día siguiente Macarena no fue a la oficina, pero habló con Valentino por teléfono, él le informó que pasaría recogiéndola al final de la tarde, debido a que viajarían a varios países de Suramérica, al día siguiente en horas de la mañana y durante los próximos diez días, para la firma de varios contratos que le permitiría a la cosmética Pagliuca abrirse paso en esos mercados, sobre todo en Uruguay, Ecuador y Colombia, por cuanto ya habían firmado acuerdos similares en Argentina, Chile y Brasil y sus líneas de productos estaban ya siendo distribuidas allí, además debían preparar el lanzamiento de renacer en escasos veinte días.
Subieron en el ascensor hasta la azotea del edificio donde estaba residenciado Valentino, se dirigieron al helipuerto elevado, cuya estructura estaba fabricada de acero y de aluminio, los esperaban dos hombres vestidos de pilotos, los ayudaron a guardar el equipaje, mientras Valentino ayudaba a Macarena a subirse, pero no se sentó junto a ella, sino que se ubicó en el asiento para pilotear el helicóptero, desconocía que tenía esas capacidades. Valentino cada día la sorprendía más.Lo p
Cartagena-ColombiaValentino iba recorriendo con su boca cada rincón del cuerpo de Rena, le quitó el brasier, liberando sus perfectos senos, la dejó solo en tanga mientras él permanecía vestido, tomó su seno derecho con su mano izquierda y lo introdujo en su boca, primero pasó la lengua por la areola, de una vez su pezón se irguió respondiendo al estímulo, él sonrió extasiado por la reacción de su cuerpo y lo succionó con suavidad, mientras el otro lo acariciaba con su mano derecha.Elevó su mirada a ella, quien se mantenía con los ojos cerrados y tomaba su cabeza para evitar que se alejara de ella, sus labios entreabiertos eran enternecedores, mientras orgulloso pensaba, que Rena era de él y que nunca se separaría de ella, c
Valentino se despertó, y funcionar a Macarena que aún dormía, tenía enredada sus piernas con las de él, impidiendo su movilidad, y su cabeza recostada de manera apacible en su pecho, su cabello caía como cascada en su torso, tenía su boca entreabierta, invitando a besarla. Sus labios esbozaron una leve sonrisa, había pasado la noche más espectacular de su vida, en la madrugada se habían vuelto a entregar sin reservas, mejor que la primera vez porque había sido más pausado, más consciente de cada beso, caricia, roce, su chica resultó ser muy apasionada, sensible aunque buscaba esconderse en una máscara de indiferencia, pero ya él se había dado cuenta de que lo hacía para no ser lastimada.
Macarena debía excusarse para no salir con Valentino por eso lo llamó al día siguiente muy temprano en la mañana desde el teléfono de la casa —Aló, Valentino.—Hola, mi amor, ¿Las busco de una vez? —preguntó emocionado. ¡Estoy perdido! Fueron las primeras palabras que cruzaron por la mente de Matías cuando fue detenido por los agentes de seguridad Pagliuca, lo levantaron entre dos hombres y lo llevaron a una habitación donde lo sentaron en una silla y lo dejaron por aproximadamente dos horas sentado esposado, cuando apareció un hombre como de un metro ochenta y cinco de estatura, moreno, ojos negros, se le acercó y le dijo —Aparte de ti, logramos detener a dos hombres más, pero ellos están negados a decir el nombre de la persona que los contrató, solo coinciden en que tú eras el jefe de la operación. Así que es hora de que hables, porque de lo contario vas a pasar muchos años en la cárcel. ¡Habla! ¿QuiéCAPÍTULO 18. LA PROPUESTA
Si las miradas fuesen un arma, tal vez yacieran dos cadáveres en medio de la oficina, cuando Valentino y Matías, estaban a punto de irse a las manos. Macarena se levantó y se interpuso entre los dos y aunque no debía contarle a Valentino el por qué de lo que estaba pasando no pudo evitar decirle, con su voz entrecortada y sus ojos a punto de lagrimear —. Juro Valentino Pagliuca, que algún día te vas a arrepentir de todo lo que estás haciendo.Último capítulo