EveliaEl ambiente en la oficina estaba tenso y provocaba que todos miraran con duda al de al lado.Tengo los nervios de punta a pesar de saber que no fui yo quien publicó los datos, algo en el fondo de mi ser me grita que esto ocasionará problemas en mi relación con Oliver.Comienzo a sentirme desesperada a tal punto que se me dificulta un poco respirar, me dirijo a los baños para despejarme un poco el rostro, pero al momento de abrir la puerta escucho la voz de Sara dentro de él y me detengo, no importa que hable el nombre de mi esposo se escuchó en sus labios lo que me hace detenerme. «Como te digo… Oliver y yo estamos juntos, no hay necesidad de hacerlo público, no hay necesidad que los demás sepan…»Sara guarda silencio un momento y al no escuchar respuesta me fijo dentro, veo en el reflejo del espejo y noto que está hablando por teléfono con una sonrisa en los labios, incapaz de ocultar su felicidad. «Le diré que fue Lía, ella es responsable de todo esto…» «Te lo digo, tene
EveliaDespués de una conversación bastante fuerte, salgo de la habitación de mi amada hermana con la certeza que ella estará bien, sé que a pesar de no haber estado durante muchos años en su pasado puedo hacer una diferencia en lo que resta al futuro de su maravillosa vida.Deseo desde lo más profundo de mi corazón evitarle el sufrimiento y dolor que Leonel pueda provocarle en el futuro, para eso estoy aquí.Inmediatamente después de cerrar la puerta de su habitación me encuentro con Oliver.Y aunque en el fondo de mi corazón deseo evitar pensar en las palabras que escuché de parte de Sara, no puedo obviarlas, ni puedo olvidarlas.—Eve —dice Oliver —te estaba buscando ¿podemos hablar?Su tono serio y recto y el que no me saludara con un beso hace que sienta como si un balde de agua helada cayera sobre mí.Él inmediatamente después se da media vuelta y yo lo sigo en absoluto silencio hasta la oficina.Ya en la privacidad de estas cuatro paredes, puedo poner total atención en su forma
EveliaSaber que no tengo que ver a Oliver hoy en la mañana me tranquiliza, no sé si podría soportar estar con él a solas en un lugar tan estrecho como lo es el auto.El camino hacia el trabajo se había vuelto un ritual maravilloso, en el que “él y yo compartíamos secretos y compartíamos amor, un amor inexistente, un amor inventado” Pienso con nostalgia.En un intento por ignorar mis sentimientos, mantengo mi cara en alto y respiro profundo sabiendo que para Oliver puedo ser la persona responsable de todo este caos, pero llena de deseo de comprobar que no es así, que me cree.Unos metros antes de llegar al imponente edificio Geacoman, soy sorprendida por alguien que me toma del brazo y me lleva a un pasillo, entre jalones, no tengo tiempo de gritar demasiado y pedir ayuda, me asusto momentáneamente hasta que veo quién es la persona que me está jaloneando.Fiona, y eso me tranquiliza instantáneamente.— ¡Ah! — Grito por el impacto de sus jalones.— ¡¡Shhh!!— Sisea ella desesperada por m
EveliaMe encuentro nerviosa deseando desde el fondo de mi corazón el tener la certeza mínima de que estoy haciendo lo correcto.Mi instinto en ocasiones me ha llevado por el camino correcto, pero todo tiende a fallar en alguna situación extrema.Veo la inmensidad de la mansión de la familia Carpio, familia de la cual jamás me he sentido parte, familia de la cual nunca recibí amor.Un escalofrío recorre mi columna, estar aquí de nuevo me lleva a recordar una y otra vez cada golpe, latigaz0, cachetad* y demás vejación3s que he recibido de parte del patriarca de esta familia.Pero esta es una medida desesperada que me he visto obligada a tomar, para agarrarme al último tramo de esperanza ante todo este malentendido.Toco la puerta, no estoy dispuesta a entrar como si fuera a mi casa, porque esta jamás lo ha sido.Me abren la puerta y es Daniela, la muchacha que me ayudó cuando estuve aquí cautiva, al verme sus ojos se abren por la impresión de verme aquí, pero de inmediato baja la mirada
Oliver—Entiende Dimitri, todo lo que hagamos ahora va a definir el impacto que tenga en el consorcio más adelante, no importa que tantos millones de dólares estén invertidos, esos fácilmente se amortiguan, el problema son las acciones y la estabilidad de la imagen.Me siento cauto ante cada una de las decisiones, es importante contemplar cada una de las posibilidades.—Oliver tranquilízate —me dice Dimitri con su porte siempre tranquilo, en este momento parece mas un modelo rubio en una sesión de fotos que piensa en tomar el sol, que un ejecutivo especializado en contrarrestar emergencias como esta— es importante que nos mantengamos tranquilos y serenos en momentos como este.—Amigo lamento mucho cómo me estoy comportando— le digo— pero es que no solo es esto, no solo es la exposición del proyecto y la información como tal.— ¿Hay algo más?— pregunta preocupado ante mi cara.—Así es, tengo la sospecha que Evelia es la responsable de todos estos conflictos.Dimitri se hace para atr
Evelia.Todo el camino me encuentro pensando ¿cuál podría ser la razón para que el monstruo me haya dejado ver a mi madre sin condiciones? sin peros, sin quejas.Pero nada de lo que me hubiera imaginado me preparó para lo que me iba a encontrar en realidad.Al abrir la puerta de la habitación matrimonial, la estampa con la que me encuentro hace que se me revuelva el estómago.Mi madre, esa mujer que la última vez que vi estaba completamente sana, hoy solo queda de ella el recuerdo.Me acerco instintivamente a ella, deseando poder sacarla de aquí y llevarla lejos de este monstruoso ser que lo único que hace es dañar a las personas que están a su alrededor.— ¡Mamá! —grito de manera desesperada— ¡mamá! ¿Qué te pasó?— pregunto —pero es solamente por inercia, porque sé perfectamente quién es el causante de cada una de estas heridas.Cecilia mi madre se encuentra postrada en la cama, pero no veo un solo centímetro de su cuerpo que no tenga tatuado un moretón, una cortada o un golpe.Ella n
Oliver—Dimitri en este momento me siento tan confuso— acepto dispuesto solo a hacerlo frente a él, mi viejo amigo.—No creo —Dimitri se concentra en decir las palabras correctas —que sentirte así te ayude en este momento, lo que tenemos que hacer es concentrarnos en ver lo que no estamos viendo en este momento.—Demoni0s ¿ahora resulta que eres uno de esos brujos que leen las cartas y el tarot?— digo con sarcasmo.Él solo sonríe, tenemos tanto tiempo de conocernos que este tipo de comentarios realmente ni siquiera nos hacen cosquillas.En ese momento, la puerta de la oficina se abre y entra una Evelia totalmente rota, el rostro lo tiene hinchado de tanto llorar, los ojos rojos irritados, las manos visiblemente temblorosas, pero a pesar de todo eso ella camina de manera firme.Verla así me lastima y mucho ¿qué tanto ha estado haciendo en este tiempo que no pudo localizarme?“¿Qué le sucedió para que estuviera así derrota? ¿A quién tengo que matar para vengarla?” pienso.—Evelia —digo y
EveliaEstoy realmente asombrada ante lo que descubrí con Oliver, después de ver un no tan rotundo y de no tener la oportunidad de hablar, que me callara sin siquiera escuchar lo que tenía que decir, simplemente hace que me rinda ante el desconcierto.Llegué con la intención de hacerlo entender que lo necesitaba, que a pesar de saber que está con Sara, no representa un conflicto para nuestra convivencia aunque me duela demasiado aceptarlo, él puede hacer lo que desee, con quien desee. “No sé qué hice mal, no sé en qué me equivoqué” pienso mientras voy caminando a la biblioteca “quiero creer que entre las páginas de algún libro puedo olvidarme siquiera por un rato de ese dolor”.Instantes después de llegar a la biblioteca, tocan la puerta y mi hermana asoma su cabellera rubia igual que la mía y me tranquiliza.— ¿Puedo pasar?— pregunta a ella con voz tímida, yo solo asiento para que ella se sienta bienvenida.—¿Hermana qué tienes?— me pregunta.—La verdad —me detengo un momento y decid