DREWCuando los frenillos salieron de los dientes de Ralph Stern yconsiguió lentes de contacto, dejó de vestirse como un friki y obtuvo su título en negocios. Nunca perdió su enamoramiento por mí, pero al menos ahora no es tan espeluznante. Él es en realidad lo que la mayoría de las chicas considerarían guapo.La mayoría de las chicas que no lo conocen.—Esto revolucionará la economía de Oakville. —Saca una mano del bolsillo de sus jeans oscuros y la abre —. Los almendros de Hall producen excelentes frutos, y son muy resistentes al frío.Miro la pálida almendra que está en la palma de su mano y asiento con la cabeza, cayendo en un Dotty-ismo.—¡Que bárbaro!—¡Sí, lo hará! —Sus ojos brillan con emoción —. ¿Quién dice que California deber acaparar el mercado teniendo estos pequeños? Vamos a poder darle competencia aquí en Carolina del Sur.—Bueno, está bien, entonces. —Le brindo una sonrisa forzada y tomo un sorbo de sidra tibia, deseando que estuviera adulterada.La expresió
mostrador de cerámica.—Mamá siente pena por él. Ella dice que él no tuvo suficientes amigos mientras crecía.—Teníamos nuestras razones.Las voces se elevan en la otra habitación, y me estremezco. He estado ansiosa y nerviosa desde que entré por la puerta. ¿Qué haré cuando lo vea de nuevo?—Ralph es un buen chico. —La Sra. Banks me da palmaditas en el brazo para que me mueva.—Si usted lo dice, Sra. B.Ella levanta la tapa de un vapor de bambú.—Bien.Veo como ella da vuelta rápidamente las albóndigas y se me hace agua la boca. La mamá de Ruby es una de las mejores cocineras de la ciudad, y he estado viviendo de comida para llevar durante semanas.—Tal vez deberías salir con Ralph. —Le doy un codazo a mi amiga en la cintura —. No es asiático, pero si el negocio de las almendras funciona, podría revolucionar la ciudad. — Imito su voz.—Ni siquiera lo digas. Eres malvada. —Mi mejor amiga frunce el ceño —. De todos modos, no salgo con hombres tan inexpertos.—Podrías entrenar
Su frente se arruga sobre esos ojos tormentosos, y cuando se encuentran con los míos, no puedo contenerme. Me adelanto, pegando mi cuerpo al suyo, dejando que su familiar olor a cedro, jabón y Gray me envuelvan.Sus brazos fuertes me rodean y casi lloro. Mi cuerpo se derrite, agarro su camisa. Estoy justo donde pertenezco, pero el momento se hacortado. Él endereza su espalda y se aleja, agarrándome la parte superior de los brazos con ambas manos.—No podemos hacer esto.Los fragmentos de vidrio llegan a mi corazón, cortando dolorosamente.—¿Qué pasó?Deja caer su mentón.—Ya no soy la misma persona.—Bueno pues, yo tampoco. —Tengo lágrimas en la voz —. ¿No recibiste ninguno de mis mensajes de texto?Las líneas alrededor de sus ojos se profundizan.—En el accidente… mi teléfono se rompió. No compré uno nuevo hasta hace un mes.La frustración me quema por dentro. No soporto este dolor.—¿Todavía tienes mi número?Duda demasiado antes de admitirlo.—Sí.Ya no puedo quedarme aquí. Agarra
GRAYOtra noche inquieta y de nuevo, me despierto en el sofá. Algoacerca dormir en la cama de Mack no está registrado en mi cerebro. Tengo sábanas nuevas, almohadas nuevas. Arreglé los muebles. Nada funciona.Probablemente no ayudó que anoche tuviera que volver a beber por Drew. Viéndola allí, tan bonita, con esos leggings negros abrazando sus curvas, y con Ralph Stern hablándole, tocándola como si fuera su dueño. Recuerdo todas las veces que la animé a salir con otros chicos, y quiero patearme el trasero.Ella dijo que no está saliendo con él. ¿Alguna vez lo hizo? Él parece ser muy cercano a ella. Me preguntó si había visto sus mensajes.¿Intentaba hablarme de él mientras yo estaba escondido en Dover, cuidando a mi tío?Todo sobre la noche anterior se arremolina en un tornado de ira y frustración en mi mente. Ralph Stern dejó de ser el nerd espeluznante con frenillos, y en realidad ahora, parece el tipo de persona que el padre de Drew aprobaría para ella. Tiene un apellid
DREW—¿Pero no tuviste sexo con la niñera? —Aclaro, tomando notasen el cuaderno.Riley Sturgiss es una paciente nueva, una pequeña adolescente, con cabello rojo brillante y ojos oscuros. Ella reveló que su problema es la ansiedad social, pero estoy empezando a pensar que podría ser más una mentirosa compulsiva.Además, todavía estoy muy molesta por lo que sea que haya pasado en el taller de Mack esta mañana.O supongo que ahora es el taller de Gray.Sus mejillas se ponen rosadas y sacude la cabeza.—No quería ir a la casa de campo y sabía que, si estaba castigada, tendría que quedarme en casa.—Podrías haber puesto en peligro la reputación de tu niñera…o algo peor. Podría haber sido interpretado como violación de menores.—¡Oh, Dios
Me las arreglé para dormir sin tomar las pastillas. Enviarnosmensajes de texto con Drew no fue un desencadenante como temía que fuera. Realmente alivió el dolor en mi pecho y calentó mis entrañas. Me recordó a días mejores, a los días antes del accidente. Cuando éramos felices.Cuando me despierto por la mañana, estoy en la cama, no boca abajo en el suelo, en el salón o en el sofá. Sé que son sólo pequeños pasos, pero en este momento, estoy listo para aceptar toda actitud de buen ánimo que pueda obtener.Hecho el café, salgo y encuentro a Billy en la tienda esperando, con el cuchillo y el palo de madera en sus manos.—¿Bebes café? — Pregunto, extendiendo la taza.—Nah. — Sacude la cabeza. — Acabo de tomar una Coca-Cola antes de entrar.Él está clavando ese cuchillo en la madera, creando una línea.—¿Qué tienes ahí?—No es nada. — Abre la mano y veo que el palo es ahora una suave, ballena amarilla tallada en madera.Una de esas ballenas antiguas como Moby Dick, pero sigue sie
DREWEstoy tan enojada que podría patear a Leslie Grant en suentrepierna.Dotty está esperando con nuestros cafés cuando atravieso la puerta de cristal de la clínica, pero ni siquiera me detengo a tomar el mío. Voy directo a mi oficina. Naturalmente, Ruby está justo detrás de mí.—Oh, cielos. — Mi mejor amiga está muy emocionada —. ¡No te he visto tan enojada desde que Rita Puckett escogió los panqueques de Leslie antes que los tuyos en el concurso de cocina de la clase junior!—Ella no ha cambiado ni un poco. — Tiro mi bolso en mi escritorio y cojo mi teléfono —. ¿Cuál es el número de Ralph?—Noooo… — Ruby sisea —. Prueba la aplicación primero. He sido muy feliz con Bumble.—¿No estabas usando Bumble cuando el tipo se tiró un pedo muy fuerte y luego fue al baño y nunca regresó? — Nivelo mis ojos en los de ella.—Sabes, eso podría haber sido un problema de salud. No estoy lista para rendirme con Bumble.Tomo mi celular y hago una búsqueda rápida.—No estoy buscando un problema de sal
Ralph está empezando a molestarme. No me interesa su compasión, y esa analogía es tan extraña como a él... Aunque sea un poco cierta. Una chica mayor regresa con nuestras bebidas, y yo recojo la mía rápido, tomando un largo sorbo de lima ácida.—Sabes, papá no es tan malo. — Tomo otro sorbo, girando lo que es básicamente una gran mentira —. Está haciendo algunas cosas de autoayuda, y estoy trabajando en terapia de duelo con él.Toma eso, Ralph Stern, pienso, sorbiendo más margarita.Kenny ha vuelto a la mesa preguntando si estamos listos para pedir. Ralph pide la trucha almandina, no me sorprende, pero a mí me gusta la ensalada de camarones picantes a la parrilla.—Me alegra saber que tu padre está mejor. — Ralph mira hacia el otro lado de la habitación —. ¿Te gustaría bailar?Una banda en vivo está empezando a sonar al otro lado del patio. Están tocando música lenta de playa, Buffett y Marley. Lo último que quiero hacer es abrazar a Ralph. Sólo quiero los brazos de una persona a mi