Después de la salida llegó a su casa sintiéndose un poco exhausta, afortunadamente a diferencia de otras semanas podía dormir con tranquilidad, tomarse ese descanso que tanto necesitaba ya que no tenía nada pendiente de la universidad. En su estado de embarazo avanzado ya pudo tomarse el permiso de la universidad para seguir con los estudios vía online, por supuesto Leandro tuvo que ver en todo eso. De no ser por él, no sabría qué hacer, pero Leandro siempre estaba cuando más lo necesitaba. Se quedó acostada en la cama un rato largo, mientras comenzaba a sentirse nublada otra vez por los sentimientos que crecían desde lo más profundo de su serie y se direccionaban al italiano. Todo se quedaba en puntos suspensivos entre ellos, nada estaba aún esclarecido. Bufó. Luego clavó la mirada en su abdomen y se preguntó si sería lo correcto para sus bebés. Todavía seguía siendo bastante increíble que dentro de ella habían dos personas que dependían de ella, y los amaba tanto, a pesar de q
Milenka se mordió el labio inferior mientras jugaba con su café. —No sé si podré hacerlo, mamá. Tener dos bebés al mismo tiempo es mucho trabajo y no estoy segura de estar preparada para ello —confesó —. Tal vez mis preocupaciones sean disipadas cuando conozca a los gemelos. Klara le tomó la mano con cariño. —Ser madre es el más precioso que te puede pasar en la vida, Sé que ahora todo puede verse aterrador, pero tu esposo te ama y está emocionado por los bebés tanto como tú. Juntos pueden hacerlo, yo también estaré allí, y tu padre. Milenka sonrió débilmente, sintiéndose un poco mejor después de escuchar las palabras de su madre. —Siempre sabes qué decir para animarme. En ese momento, Klara hizo señas a la mesera para que se acercara a la mesa y para cancelar la cuenta. Mientras esperaban por ello, Milenka se distrajo con su teléfono celular.De repente, un hombre desconocido se acercó a su mesa y les tomó varias fotografías sin su consentimiento. Milenka y Klara se sorprendiero
Leandro se sentó en el sofá del ático y miró por la ventana con los ojos vidriosos. La ciudad se extendía ante él, pero su mente estaba en otro lugar.Recordaba a Mila, su exprometida que había fallecido hace unos años. Leandro se sentía aún aturdido por la tristeza mientras lágrimas corrían por sus mejillas. Recordaba cuando Mila lo sorprendió con una cena romántica en el mismo ático en su aniversario de cinco años juntos. Sonrió al recordar los detalles de la noche: las velas, la música, la comida deliciosa y el regalo especial que le había dado. Pero también lloraba por la pérdida de su amor. Recordaba los momentos felices que habían compartido juntos, las risas, los abrazos y las conversaciones profundas. Leandro se quedó allí sentado, sintiendo la tristeza y el vacío que dejó Mila en su vida. Aferrado a la sudadera que conservaba un poco de su perfume.(...)Milenka estaba en la cocina haciendo galletas cuando decidió que quería compartir un poco con Leandro. Así que, tomó un
—Erika, ¿qué sucede? —preguntó su madre al notar su expresión preocupada. —Papá y mamá, tengo que contarles algo —mencionó Erika con voz maliciosa mientras se sentaban junto a sus padres.—Leandro nos ha estado engañando a todos con su matrimonio con Milenka. No se casó por amor, ni porque ella estuviera esperando dos hijos. Lo hizo para zafarse del matrimonio conmigo. Me engañó a mí y a todos los demás de esa manera. Los padres de Erika se miraron el uno al otro, sorprendidos por la revelación de su hija. —¿Cómo puedes estar segura? —inquirió su padre, tratando de encontrar una explicación lógica.Erika tomó una profunda respiración antes de continuar: —Hace algún tiempo contraté a un investigador para que discretamente se hiciera cargo y me lo dijera. Leandro cuando bebe a raudales se vuelve una persona diferente y confiada, es de esa manera que me enteré de la verdad. Leandro Montavani solo se casó para no contraer matrimonio conmigo, luego toda esa historia de que será padre,
Milenka se dejó caer sobre el sofá después de recibir las flores y los chocolates enviados de parte de Leandro. Se desinfló en el asiento, era obvio que deseaba que lo perdonara, por eso le envío aquello, no tenía otra explicación.(...)De improviso a su cabeza vino esa noche en el bar, después de pensar durante un largo rato, llegó a la conclusión de que el único sospechoso era ese tipo del bar a quién le contó sobre su relación con Milenka y los detalles. Pero al mismo tiempo era ilógico pensar que fue ese desconocido. Se estaba devorando la cabeza de tanto pensar sin parar y no llegar a ningún lado. Es que no tenía remota idea de nada. Bufó. ¿seguía valiendo la pena pensar en eso o tenía que dejar todo ese asunto de lado? Leandro se levantó de la silla y decidió que necesitaba un descanso. Salió a caminar por las calles de la ciudad, tratando de alejar su mente de los pensamientos negativos. Decidió que no podía dejar el asunto de lado, tenía que seguir investigando para encon
Leandro llegó a la compañía con una expresión de enojo en su rostro. Inmediatamente, comenzó a dar órdenes sin parar al personal. —Quiero que terminen el informe para mañana. Asegúrense de que la reunión con el equipo de ventas esté lista para el viernes. Necesito que me preparen un informe detallado sobre los gastos del último trimestre.Los empleados se sintieron alterados por la cantidad de tareas que se les estaban asignando y no sabían cómo hacer frente a la situación. Algunos trataban de hacer varias cosas al mismo tiempo, mientras que otros simplemente se quedaban paralizados sin saber qué hacer.Finalmente, la secretaria de Leandro se acercó a él y le informó sobre el problema con el fotógrafo para la sesión de fotos. Fue entonces cuando Leandro explotó. Todo en la oficina era un caos. —¡Maldita sea! Todos a sus lugares, es increíble que no sepan hacer ni un sola cosa bien —gruñó como un felino, realmente molesto. Pero una vez en la oficina, se detuvo por un momento y refle
Mariola se puso pálida como un papel. —¿Te ha contado Leandro sobre el asunto o lo has descubierto por tu cuenta? —curioseó aún con la mirada desorbitada sobre la joven. —¿Cómo podría enterarme si no es por Leandro? Era imposible saberlo por mi cuenta, ni siquiera en la casa se puede ver ni un solo detalle que me diga algo de la relación que tuvieron. Lamento haber sido tan aventada, solo tengo curiosidad. —Descuida, eventualmente lo debías saber. Solo que me ha tomado desprevenida. Creía que aún Leandro no te lo contaba. Respecto al caso de Mila, sí, lamentablemente fue un suicido. Se quitó la vida el día de su boda. Fue verdaderamente un acontecimiento terrible para todos y una completa pesadilla para nuestro hijo. Milenka se sintió fatal, podía tener en mente la escena fatídica y eso la descompensaba.—Ha de ser algo malo para Leandro. Sé cómo se ha puesto por ello, aún le sigue afectando... —declaró en voz baja y algunas lágrimas saltaron sobre su rostro. Entonces Mariola acar
Leandro llevó a Milenka al hospital con urgencia después de encontrarla desmayada en el baño, muy asustada porque estaba embarazada y temía que algo malo le pasara. Ella despertó exaltada de camino al hospital. A pesar de los esfuerzos de Mariola, la madre de Leandro, por calmarla, Milenka seguía muy angustiada y preocupada por su embarazo. Mariola intentó tranquilizar a Milenka, asegurándole que todo saldría bien y que los médicos harían todo lo posible para proteger a su bebé. Pero Milenka seguía temblando y llorando, aferrándose a ella con fuerza.—Los médicos harán todo lo posible para proteger a tu bebé, cariño. Tienes que ser fuerte —dijo Mariola con voz suave y tranquilizadora.Leandro la miró a través del espejo retrovisor, con cariño. —Estaré contigo todo el tiempo. No te preocupes.Después de la espera en la sala de emergencias...—La buena noticia es que tanto Milenka como su bebé están estables y fuera de peligro —informó el médico.Mariola suspiró aliviada.—Gracias a