En Isla Paraíso, el Narrador: —¡No! —respondió Estefanía, dudando si mencionar o no la relación que su hija iniciaba con Rafael Rincón, el rico y magnate ganadero, productor y exportador de Ciudad La Rosa. Un hombre billonario, con negocios en varios países del mundo. «Y ¿si no son los Medina? ¿Si es hampa común? Pudiera ocurrir, que al darse cuenta de que mi hija es la novia de un billonario, busquen sacar más dinero», analizó Estefanía. «¡Señor, ilumíname!», rogó ella, reservándose, por ahora, esta información. —¿Está segura? —insistió el Comisario, al observar que ella estaba dudando. —¡Totalmente! —expresó esta, prefiriendo mantener en secreto a Rafael. La mansión de Sofía, esa madrugada fue tomada por el grupo antisecuestro de la Isla, quienes a ruego de Benjamín, mantuvieron todo en silencio, ante los medios. Ellos intervinieron todos los teléfonos de la casa, incluyendo el de Estefanía. El personal de servicio fue entrevistado uno por uno por este grupo comando. Ellos
El Narrador: En la mansión, de los Medina, después de la celebración en el hotel Yoly del Mar acostada en su cama intentando dormir, reflexionaba sobre la agresión que sufrió de parte de Sofía, en el baño del hotel. La muy cretina, según ella, la sorprendió arrojando a sus ojos el jabón líquido y el envase donde este se encontraba. Al levantarse y mirarse en el espejo, se enojó aún más, al ver el hematoma que presentaba en su ojo derecho, en el cual recibió un golpe de lleno. En virtud de esto, decidió vengarse de Sofía. Por esta razón, a esa hora llamó a uno de los delincuentes contratado por su hermano, alias “araña”. Una vez, que este le respondió, ella le exigió ejecutar el plan que habían ideado días antes. Así que esa misma mañana, bien temprano, dos de los delincuentes más crueles de la Isla hacían vigilancia en la parte externa de la mansión Morales Borbón. (***) Ellos, se reportaban cada hora con Yoly quien se enfureció cuando le informaron sobre la llegada, bien tempr
En Isla Paraíso, Rafael: Salí de la Clínica con el chófer directamente a la mansión para ducharme y vestirme. Después, me fui directo al aeropuerto en donde me esperaba la tripulación para ir hasta la Isla. Este, ha sido el viaje más largo y angustioso de mi vida. Al aterrizar en la Isla, en el mismo aeropuerto alquilé una camioneta y me dirigí hasta la mansión de Sofía, en donde pude observar el cerco policial desde unos metros antes de la entrada. Al llegar a esta, fui retenido por la comisión policial que custodiaba la casa. Me identifiqué con ellos, al consultar el funcionario mi vínculo con la familia, expresé claramente que era el novio de Sofía. Supuse, que Estefanía ya había hecho mención sobre mí. Este, de inmediato, se comunicó con su superior y me dieron acceso a la mansión. —¡Estefanía! ¿Qué ha pasado? ¿Qué sabes de Sofía? —pregunté angustiado, observando un montón de personas dentro de la casa, instalados frente a unas laptops. Ella caminó hacia mí, junto a un hombre
El Narrador: En Ciudad la Rosa, en la mansión Medina Los delincuentes contratados por Mirelys y su madre, unos sometieron al vigilante, que estaba ubicado en la parte delantera de la mansión, quien en el forcejeo con estos, salió herido. Otros, entraron por la puerta trasera y doblegaron al jardinero. Este, se encontraba realizando sus labores por el jardín, cuando observó la presencia de dos personas ajenas a la familia, quienes entraron por el portón del servicio. Al reclamar a estos la entrada sin autorización, fue golpeado salvajemente. Luego, continuaron su camino hacia el interior de la mansión, reprimiendo a las mujeres del servicio doméstico a quienes encerraron en el baño. Entretanto, en la parte alta de la casa, en su habitación se encontraba Yoly del Mar, chateando por su celular con sus amigas. Una vez, que las mujeres fueron encerradas en el baño, estos, con el camino libre, subieron las escaleras buscando a su víctima, quien no se había dado cuenta de nada. Ellos ab
En Isla paraíso, Rafael: Habiendo transcurrido más de cuarenta y ocho horas de la desaparición de Sofía, el equipo de investigación internacional que contraté, pidió reunirse conmigo. Para esto, los reuní en la mansión con Benjamín, Estefanía y las gemelas. Ellos proyectaron el vídeo que consiguieron del local ubicado en el frente del centro comercial por donde Sofía estacionó su camioneta. Obviamente, los dos hombres que se le acercaron cuando salió del centro comercial, tenían pasamontañas puestos. —Señor, de conformidad con las cámaras ubicadas en el local que está frente al centro comercial, estos fueron quienes se la llevaron —me refirió, el jefe del grupo comando. —Obviamente, no se puede apreciar el rostro de los delincuentes porque los tienen tapados. No obstante, la cámara captó la camioneta que utilizaron para el secuestro —me explicó el otro miembro del grupo y quien aclaró que era robada. —También se evidenció que Sofía estaba herida —exclamé enojado y preocupado po
El Narrador: En la mansión Zambrano Al salir de la Clínica, donde estaba recluida Camila, Mirelys fue directamente a su mansión. En esta, le estaba esperando su madre, para discutir con esta sobre la decisión dada al delincuente de mantener drogada a Yoly. —¿Qué tienes en el cerebro? —Cuestionó su madre con rabia, apenas esta entró a la sala de la mansión. —¿Por qué lo dices? —inquirió ella. —¿Voy a mantener el vicio de los delincuentes esos? No te imaginas la cantidad de dinero que me han pedido para mantener a tu rival drogada —añadió esta. »¿Hija, creo que aún no has entendido, la grave crisis financiera que estamos pasando? No contamos con dinero suficiente para lo que deseas, así que llama al malandro ese y convence a estos, que cambiaste de opinión. »No podemos darnos el lujo, que se enteren de que no tenemos dinero para pagar todo eso —exigió su madre, llevándose las manos a su cabeza, alisando sus cabellos hacia atrás. —No voy a cambiar de plan, venderé algunas de mis j
Rafael: Una vez, que concluyó esta videollamada, el jefe del grupo comando que contraté, me llamó por el número privado. Este, me explicó que en estos momentos todo parece indicar que fue por celos o rivalidades entre ellas, por mí, lo que llevó a esta desaparición. —¡Si así presumo! —Confirmé— por el problema que hubo en el baño del hotel, lo cual fue explicado por Estefanía, la madre de Sofía, cuando le tocó declarar. —¡Rafael, no hay declaraciones en el expediente, de la madre de Sofía, ni tuyas! Esto no consta en las actuaciones. Al parecer, alguien ha estado manipulando el expediente. O las desapareció o las discriminó sin razón alguna —señaló este. —¿Si quieres, llevó mañana a Estefanía conmigo? Para que nos tomen declaración nuevamente a las dos —cuestioné preocupado— Para mí, en esto está la mano negligente del inepto y corrupto Comisario, que inicialmente tenía el caso. —¡Probablemente! Y si es preferible que vengan los dos a declarar —Recomendó él— Además, quería infor
Rafael: Asombrado, anonadado, inconscientemente me llevé la mano derecha a mi marca de nacimiento, la cual conozco perfectamente porque ha estado conmigo desde que nací. Tía Anastasia, se levantó de la orilla de la piscina, como impulsada por un resorte. Estefanía entrecerró sus ojos y me miró con desconfianza. Sheyli hizo lo mismo. Los trillizos me observaban felices, admirados y caminaron en la piscina hacia donde me encontraba. Me quedé inmóvil y vino a mi memoria como un rayo de luz aquella noche con Sofía… «¡Si era ella! La misma mujer de aquella noche, con su larga cabellera rubia y su cuerpo puro y virginal. Era mi Sofía, la que durante días, semanas, meses perturbó mis sueños y mi quietud». Al acercarse ellos a mí, me acuclillé para ponerme a su altura y pasé mi mano por la marca que tienen entre sus tetillas. Reconociéndola perfectamente idéntica a la mía, los abracé uno por uno, desbordando mi corazón, de una emoción indescriptible. Era algo que no podía describir. Estab