Vieron a los paramédicos ocuparse de atender a Kate. La cargaron en la camilla y la llevaron a la ambulancia.De hecho escucharon a uno de los paramédicos hablar con otro, en confianza.―Esa mujer no está nada bien, no creo que se salve.―Yo tampoco lo creo ―respondió el otro.Ellos siguieron caminando en silencio, cuando escucharon hablar a Ángela.―Mi titi es mi mamá, yo no quiero que muera ―sollozó.Ninguno de los dos se atrevió a decir nada. Gálata que había llegado junto a la ambulancia, se fue con Kate, le tenía mucho cariño a la chica y no quería dejarla sola.Entretanto, Tamara, Ángela y Xavier se fueron en el auto a la casa, el trayecto lo hicieron en absoluto silencio, solo se escuchaba el ruido del motor del auto. La niña no dejaba de llorar, y esos los preocupaba, todo lo vivido había sido demasiado fuerte para ella.Entretanto, Xavier tenía una sensación agridulce, por una parte estaba feliz de haber rescatado a Ángela, lo cual no hubiera sido posible sin la intervención
Meses despuésDicen que el tiempo cura todo, no es cierto, se aprende a vivir con él porque hay que seguir adelante y Ángela, se fue adaptando poco a poco a esa nueva que le estaba tocando vivir.Lo que sí ocurrió es que cada cosa se fue poniendo en su lugar, Xavier logró quitarle la empresa a Joel Prato, quien quedó totalmente en la ruina, también descubrieron que era quien estaba detrás de los saboteos de los proyectistas en los diversos hoteles que estaban construyendo en varias ciudades del país, y al final fueron estos mismo quienes terminaron acusándolos ante las autoridades de saboteador, y terminó siendo condenado por sus fechorías, además, su ex presentó cargos en contra de él por violencia.Freya siguió sola, pero tenía planificado irse a los Estados Unidos, luego de la boda y el nacimiento de los trillizos de Tamara, no volvió a coincidir con el doctor, por lo menos no hasta ahora, porque ella lo evadía, aunque quien sabe que les depararía el futuro.Ángela, aunque el dolor
Después de la ceremonia, la celebración continuó en una hermosa recepción, donde la felicidad y el amor se desbordaban en cada rincón. Hubo risas, bailes y brindis en honor a la nueva pareja. Las familias se unieron en un abrazo sincero, compartiendo la alegría de este día especial.Tamara se sintió abrumada por todo el amor y la felicidad que la rodeaban. Había pasado por tantas dificultades y desafíos, pero ahora estaba aquí, en brazos de su amado esposo, rodeada de su nueva familia y amigos.Era tan feliz con él, todo era tan increíble, que a veces debía pellizcarse para comprobar que no estaba viviendo un sueño, sino que todo eso era una realidad.Mientras bailaba con Xavier, miró a su alrededor y se dio cuenta de lo afortunada que era. Había encontrado el amor verdadero, había crecido su ya grandiosa familia, sentía que ahora si estaba en el lugar correcto, donde pertenecía, y cada día que pasaba encontraba una alegría en cada nuevo día.Tamara sabía que vendrían nuevos desafíos
Sinopsis.Freya Martinelli, es una mujer que siempre ha huido de los compromisos, el amor para ella está sobrevalorado y no tiene intenciones de comprometerse con nadie, sus pocos encuentros íntimos han sido casuales y sin intenciones de ningún futuro.Eso cambia cuando conoce a Marco Santorino, un médico que tampoco se toma en serio las relaciones, hasta que un encuentro entre ellos dos, deja consecuencias y ella huye. Sin embargo, un tiempo después el destino los pondrá cara a cara, y tendrán que luchar para salvar a quién más aman y él demostrarle que todo ha cambiado y que está dispuesto a todo por enamorarla.PrefacioFreya no podía dejar de ver el resultado de la prueba, como si eso pudiera cambiar el resultado, se había hecho varias, esperando que alguna de ellas fuera negativa, diez en total y todas positivas.—Esto no puede —susurró en tono bajo, sin poder creer que eso le estaba sucediendo eso—, embarazada de un hombre que quedó invitarme a comer hace dos meses y aún lo est
Freya ojeó su apartamento una vez más, no pudo evitar sentir ese nudo en la garganta, nunca imaginó tener que irse de esa manera, había tenido tantos planes, pero la vida se había encargado de cambiárselos.Aunque debía agradecer que tanto el matrimonio de Tamara como el nacimiento de los trillizos se hubieran dado al mismo tiempo, porque de esa manera no tenía que esperarse más.—Bueno, mi pequeña mariposa, es hora de irnos —dijo pasándose la mano por el vientre. Durante esos meses se había chequeado su embarazo en una clínica de una ciudad cercana y le había dicho que estaba esperando una hermosa niña y eso la tenía emocionada, porque sería una compañerita, y decían que las niñas eran más tranquilas. A pesar de tener veintidós semanas embarazo no se le veía, y eso la hacía sentirse aliviada, porque es como si la pequeña supiera que debía mantenerse oculta.Aunque a decir verdad, había utilizado ropa ajustada, para que no tuviera a sus anchas, no tenía otra, solo para la boda se hab
Freya abrió los ojos desorbitados, es que si pudiera metería la mano a través del móvil y sacudiría a Tamara, ¿Cómo puede ser tan fresca de ventilar su vida privada? Y como si ya no hubiera sido suficiente, comenzó a responderles.—Freya, está embarazada, ¿Pueden creer que no me había dicho nada? —dijo Tamara visiblemente molesta.—¡Vaya! Sí que eres rápida, en tan poco tiempo te conseguiste un gringo y te embarazaste —pronunció Marco cuestionándola con una expresión de burla en su rostro.—Si ya sabes cómo soy, me encantan los rapiditos en el sofá de un consultorio —dijo Freya con sarcasmo y la expresión en el rostro cambio.—Marco, el hecho de que Freya sea un poco extrovertida no quiere decir que sea una libertina —dijo Tamara molesta—, te puedo asegurar que sus relaciones no son tantas como aparentas… ¿Y tú dime? ¿Dónde está el padre de tu hijo? Quiero agarrarlo y darle bofetadas.—Ay, no amiga, no pierdas tiempo en esa vaina, ese es un pobre imbécil, un simple donador —pronunció f
Once meses y cincuenta días después.—No sé si irme a Nueva York o a Los Ángeles, es que necesito hacer esa especialización en oncología pediátrica.—Me sorprende que hayas decidido de pronto hacer esa especialización, cuando tienes especialidad en fertilización y obstetricia ¿Por qué? ¿Y qué te hizo decidir hacerlo precisamente en los Estados Unidos? —interrogó Xavier sorprendido de la decisión de su amigo.—No lo sé, ni yo mismo tengo alguna explicación, solo tengo la sensación que debo ir, es algo que atrae, aunque aún no decido la ciudad —dijo Marco mientras terminaba de servir la comida a su amigo.—Ve a Nueva York —dijo Xavier con seguridad.La verdad es que había intentado por todos los medios decirle de alguna manera lo de la niña de Freya a su amigo, pero le había costado mucho porque tampoco quería traicionar la confianza de su esposa, siempre buscaba una forma de que quisiera ir a verla, sin embargo, hasta ahora no se le había dado.—¿Por qué crees que lo mejor es Nueva York
Freya no pudo controlar el pánico que se instaló en su interior al ver a su hija convulsionando en sus brazos, pegó un grito de terror, temiendo el peor de los escenarios, mientras los invitados se quedaban pasmados con el horror grabado en sus rostros.Xavier y Tamara se acercaron rápidamente, con expresiones de preocupación en sus rostros, tratando de ayudarla.—¡Llamaré a una ambulancia! —exclamó Tamara, sacando su teléfono de inmediato y marcando el número del servicio de emergencias.Xavier tomó a Freya de la mano y trató de tranquilizarla.—Freya, mantén la calma, tu hija te necesita tranquila, por favor ¿de acuerdo? Todo saldrá bien, no te preocupes —declaró, aunque él estaba aterrado por lo que veía.En breve tiempo el estruendo de la ambulancia se dejó escuchar, ese tiempo esperando a Freya se le hicieron eternos, estaba al borde de un colapso nervioso porque su hija no dejaba de convulsionar. Sin embargo, Xavier, Tamara y Ángela permanecieron a su lado, dándoles apoyo. Frey