Pov Amaya —Lucas, por amor a tu Diosa, sal de ese cuarto o juro que te sacó arrastras. —No, Amaya, ella va a rechazarnos lo sé. Solo pongo mis ojos en blanco al escucharlo, ¿acaso de verdad ese es mi Beta? —Talvez terminen igual que Cailín y Liam la misma noche que se reconocieron. —¡Jamás!, me niego a marcarla de esa forma. Solo pude suspirar hondo, no sé de qué otra forma hacerlo entrar en razón. De pronto sentí un fuerte trote venir y sonreí con malicia al saber quién era. Me hice a un lado de la puerta y en solo segundos, Nerón la rompió. Escuché como Lucas peleaba con Nerón solo para ver como salía arrastrado de una pierna, por aquellas muelitas babosas. —Eso es trampa Amaya. —Yo no lo llamé, no sé de qué hablas. Me comencé a mirar las uñas ignorando la cara de amargado de mi Beta. Al subirnos al auto me aseguré de que todo estuviera en orden. Otras dos camionetas nos siguen, todas llenas de regalos. —¿Cuánto nos tomará llegar allá? —Unas cinco hor
Pov Hardick Estaba ansioso, caminaba en mi oficina de un lado a otro. Ella acaba de cruzar las puertas de mi manada. Me sentía nervioso y al mismo tiempo feliz. Solo quería verla, al menos verla, Aitor se paseaba en su pequeña jaula de un lado a otro eufórico y entusiasmado. —Hardick, Gedeon será quien la reciba, te pido que mantengas a Aitor calmado y no vaya a hacer una locura. —Él está bien madre, está tranquilo, pero feliz. Esa misma alegría salía de mí sin poderlo ocultar, mi madre me sonrió y se acercó a mí para darme un abrazo. —Hijo ten en cuenta que talvez ella no se tome a buena forma el verte. —Lo sé madre, pero anhelo verla, solo verla es todo. Me quedé en el estudio tratando de concentrarme en los papeles que tenía al frente. No era fácil hacerlo cuando tenía otras cosas en mente. De pronto me quedé paralizado, la tinta siguió manchando la hoja mientras yo solo seguía allí sin moverme. Su olor a chocolate y miel golpeó fuerte mis sentidos.
Pov Narrador Gedeon tuvo que dispararle un potente dardo a Hardick para neutralizarlo por completo. Su piel volvió a la normalidad y parecía respirar con calma. En sus brazos y su pecho, su piel sangraba por las quemaduras que Amaya le causó. Ella aún se mantenía protegida bajo su propio fuego, temblando, mirando a Hardick en el suelo como si solo estuviese dormido. —Por favor llévalo con cuidado. Su madre corría tras de él mientras Gedeon y Nathael, lo llevaban a un cuarto bastante aislado. En aquel pequeño cuarto, las paredes tenían varias marcas de garras, de las paredes, varias cadenas colgaban. Solo una pequeña ventana, muy angosta se encontraba en el lateral, permitiendo que pasara la luz. Hardick fue encadenado desde su cuello hasta sus extremidades, la capacidad de moverse era limitada. Aleya lloraba al ver a su hijo una vez más en este lugar. Las cadenas de plata quemaban su piel, pero era lo único que podía mantener a su lobo a raya. Amaya fué llevada una vez mas
Pov Lucas Solo suspiro con resignación, no hay nada que pueda hacer ante Amaya. Intentar persuadirla en algo que tenga que ver con Hardick, es un dolor de cabeza. Desapareció hace un par de horas y lo único que supe por Robin, es que fue a la celda de Sharon para torturarla hasta la muerte. Sonará enfermo y talvez sádico, pero Amaya ordenó colocarle un hechizo que fuera lo suficientemente capaz de revivirla las veces que fueran necesarias. Me quedo viendo la hermosa fuente que tengo al frente, Amaya ya ha pasado por mucho, de verdad me gustaría volver a verla feliz. —"Compañera Lucas, compañera". Sonrío un poco y decido darme la vuelta para verla. Está parada a unos cuantos pasos de mí, mirándome con esos hermosos ojos azules. —¿Vas a rechazarme verdad? Frunzo un poco mi ceño con esa declaración y la veo retroceder. Me acerco a ella, tomándola de la mano y se sintió excitante y eléctrico aquellas chispas entre nosotros. Me quedo viendo como tonto nuestras manos
Pov Lucas Me quedo observando fijamente a mi hermosa compañera mientras duerme. Su respiración es regular, su pecho sube y baja de forma suave. —"Es hermosa Lucas". —"y es nuestra". —"Su loba pronto estará bien, ahora tiene una hermosa media Luna en su pecho, igual a la nuestra, pero en rojo". —"¿Cómo va ella?" —"Es fuerte, será divertido salir a correr con ella" En eso la puerta se abre y entra la Luna Aleya, rápidamente me levanto y le hago una pequeña reverencia. —¡Oh, perdón Lucas, no sabía que estabas aquí! —Lo siento... yo... bueno... Comencé a rascarme la cabeza sin saber qué decir, es la madre de Alexia, no estoy muy seguro de como pueda reaccionar, al darse cuenta de que ya marqué a su hija. —"Amaya se burlará de nosotros al saber que hicimos lo mismo que Liam jajajaj..." —"Cállate Arador" —No te preocupes Lucas, ahora eres de la familia, solo espero que no la lastimes, es mi hija y no dudes ni por un segundo que sacaré mis garras. —Lo sé, no pienso lastimarla,
Pov Hardick Había pasado un mes desde la última vez que la vi. Aitor se ha negado a levantarse del fondo de mi mente, tiene más restricciones que antes. Literalmente se la pasa durmiendo todo el día todos los días. —Hardick, perdón que te interrumpa, pero tienes que venir un momento. Volteo a ver a Liam que trae una mirada algo disgustada. Camino con él hasta la entrada y ya Gedeon nos espera con un computador en sus manos. —¿Qué pasa? Voltea la pantalla y miro la entrada de la manada. Una mujer con tres hombres están parados allí, pacientemente, esperando a que vayamos a hablar con ellos. —Acaso son.... —Lo son Hardick, son vampiros, dijeron que traían información valiosa de Darius. —¿Por qué deberíamos confiar en ellos? Liam no parecía de buen humor con la llegada de estos a nuestra entrada, a mí me incomodaba la verdad. Nuestras razas jamás se llevaron bien, ellos son unos prepotentes, orgullosos, engreídos, que creen que son mejores que nosotros. —¿Qu
Pov Narrador —¿Qué hacemos Mariel?, ella no ha querido comer nada desde ayer. —Nada Milo, está luchando consigo misma, nosotros no podemos hacer nada por lo que ella sienta. Amaya se abrazaba fuerte a sus piernas, que apenas eran cubiertas con la fina sabana de la cama. Sollozos se escuchaban en la habitación, mientras pequeños espasmos sacudían el cuerpo de Amaya. Ella se aferraba fuerte a sus brazos mientras seguía abrazando sus piernas. Durante los últimos días ha estado sintiendo la presión y el peso de quién es. Se está comenzando a odiar así misma por todo la sangre derramada, por toda aquella masacre que desató. La culpa la estaba invadiendo y la depresión la estaba llevando a una profunda soledad, alejaba a todos de ella, sintiéndose el ser más miserable. Odiaba su vida, deseaba con todas sus fuerzas olvidar, olvidar incluso, quién es ella misma. Suaves toques se escucharon del otro lado de la puerta, pero desde el interior nadie respondía. Una vez más, volvieron a
Pov Amaya —"Robin, ¿puedes venir por favor?" —"Ahí voy". Robin entra a mi oficina y detrás de él, veo a Devaj. —Quiero que vayas al aeropuerto y busques a mi amiga Cris, dejaré abierta la neblina para ustedes de este lado. —O sea, que debo avisarte cuando ya esté conmigo, para que la abras. —Así es. Le di acceso a ella, llevándolo a un lugar solo y apartado del aeropuerto, no lo conozco realmente, solo estuve ahí una vez. Pero como todos, me supongo, el estacionamiento es el más solo, allí lo envío y espero que llegue bien. Devaj se queda en la oficina haciéndome compañía, después de un rato llega Milo con los nervios de punta. —¿Y ahora? —Bueno... pues... Me recuesto en mi silla y lo observo. —Hardick y Liam están aquí. El bolígrafo se me cayó de entre los dedos, mientras algo en mi cabeza explotaba con fuerza. ¡BOOM! Parpadee un par de veces, antes de volver a preguntarle a Milo, que fue lo que dijo. —Ellos están aquí Amaya, solicitan verte. Bien Amaya, tranquila,