Pov Narrador En la manada real, todos se encontraban en el salón del consejo. La llegada de nuevos Alfas y de muchas manadas hacía que el hablar, fuera más difícil. Todos buscaban ayuda del consejo, pues estos tenían en su poder, a la supuesta elegida. —Esto es un desastre, yo mismo me dirigí a varias de esas manadas, todo era sangre y cenizas, solo polvo. —Por favor cálmense, ya buscaremos una solución. —¿Solución Rey Liam?, ¿cuál?, las manadas con sobrevivientes todas dijeron lo mismo, lo primero que vieron fueron a esos lobos y lo último que siempre veían eran esos ojos rojos. Todo estalló en un gran alboroto, otros por miedo y otros por enojo. Hardick se quedó en silencio escuchando esto, a unos cuantos metros de él, estaba Sharon, ahora tenía uno de sus brazos vendados, donde Hardick claramente le dejo una herida bastante profunda. —Por favor que entre el brujo y les muestre a todos lo que pasó. Un brujo entró y comenzó a decir palabras que no se entendían. En
Pov Amaya Habían pasado días desde que la Luna llena se alzó al cielo tan grande e imponente. La primera, después de aquel baño de sangre que desaté, que no se tornó roja. Las manadas que quedaron, ahora vivían con temor de ser juzgadas y diezmadas, como lo hice con muchas. Pero eso solo iba a depender de ellos. Hoy es un día diferente, hoy mi poder está más fuerte, un cosquilleo en la piel me hace saber que está conectado con mis emociones. Miro a través de la ventana las montañas que se alzan a nuestro alrededor, deseando que llegue la noche con rapidez. —Amaya, ya todo está listo, ¿algo más que desees? —No, Lucas, creo que hoy no deseo nada más, confío en que hiciste todo bien. —¡Óyeme, ¿acaso me crees tan inútil?! Volteo a verlo solo para ver, que anda poniendo una cara de indignado. —No quiero errores hoy, eso es todo Lucas, hoy no acepto errores. Lo veo suspirar antes de acercarse a mí y tomar mis manos. —Amaya, de verdad, desearía que la otra Amaya reg
Pov Narrador Desde la última Luna llena, todos suspiraron de tranquilidad al ver que esta no se convirtió en sangre. Creyeron vagamente que su juicio había acabado y que estaban libres. Los ancianos estaban más que felices creyendo que se habían salvado gracias a las oraciones de su elegida. Todos creían que eran sus emisarios los que comenzaron aquella masacre por su propia cuenta. Hardick, por otro lado, intentó muchas veces acertar al mismo tiempo sobre la manada que sería atacada, pero el resultado era el mismo. Siempre llegaba tarde. Su madre solo pudo ver, como su hijo era consumido con los días por la culpa y el dolor. Intentaron muchas veces dar con Amaya, pero nada resultó, ella simplemente se había esfumado en el aire. Alexia y Liam, eran los únicos que poco podían hacer para detener a Hardick y evitar que acabara con Sharon. Aitor se estaba saliendo de control y esto solo los hacía sospechar más de aquella falsa elegida. Un compañero trae estabilidad a
Pov Narrador Todos se quedaron paralizados y en silencio observando, las torres del castillo caían, mientras era consumido por las llamas. Se escuchaban los gritos a los lejos y el pelear de lobos. Una neblina mezclada con la nube de polvo se acercaba cada vez más a ellos. Dentro de esta, podían sentir algo poderoso, algo que les hizo sentir un profundo miedo mientras el sudor bajaba por sus espaldas. Liam cubrió a Cailín de lo que fuera que hubiera allí. Hardick hizo lo mismo con su madre y hermana. Justo al frente, se encontraban los ancianos del consejo con sus familias. A su lado derecho estaban los Alfas, otros que pagarían muy caro lo que hicieron. Del lado izquierdo estaba Sharon junto con su madre, la bruja movía sus labios, convocando hechizos y sombras, pero no parecía funcionar. Melissa apretaba fuertemente a su hijo, tratando de esconderse entre las demás personas, Brus respiraba alterado, tratando de mezclarse con los ancianos. Todo de pronto se qued
Pov Narrador Amaya simplemente observó como aquellos Alfas estaban bañados en su propia sangre. Otros ya no podían seguir el ritmo y simplemente se quedaban tirados en el suelo esperando su muerte, siendo ahogados en su propio dolor, sangre y agonía. Todos miraban con horror aquella escena, mientras que Amaya permanecía con su rostro sereno e imperturbable, viendo aquella imagen tan sangrienta. Una escena irónica para quien la viera, un Beta enfrentándose a varios Alfas, pero, ¿acaso, Lucas era un Beta común? Volvió su mirada al frente y sin gritar ni usar su comando de autoridad, solo dio una simple orden. —Tráiganlo. De pronto, Brus se vio arrastrado por dos fuertes guerreros, este luchaba y buscaba transformarse, pero no lo logró, algo parecía bloquear a su lobo. Su mirada hostil regresó a aquella mujer al frente, una que sin duda lo haría pasar un infierno. —Brus, mírate nada más, recuerdo que, la primera vez que nos vimos, tú estabas muy orgulloso de quién eras
Pov Narrador Lucas emergió de nuevo de la niebla, se acercó a Amaya y solo permaneció de pie. —"¿Y bien?" —"No mintió Amaya, tu familia estaba allí, los envié a la manada, Liz ya los está atendiendo adecuadamente". Solo por un segundo, un destello rápido, el corazón de Amaya sintió más allá de la barrera de odio que había creado; alegría y alivio. Esta vez, su mirada oscura, miró a los ojos de Volko, una mirada que parecía traspasar su propia alma. Regresó su mirada hacia Brus, viéndolo temblar de miedo al ver que su aura se había vuelto intimidante y opresora. Amaya le dio la espalda y comenzó a caminar, Brus fue tomado de nuevo con brusquedad antes de ser arrastrado. Cuando pasó por alado de Lucas, este solo le dedicó una mirada, dándole a entender que su tiempo había llegado. Fue arrastrado más allá de los Alfas, observó como otros hombres traían una mesa redonda, sus sentidos se dispararon y empezó a forcejear mientras gritaba lleno de pánico. Esto hizo que tod
Pov Narrador Aitor en su mente aullaba de dolor, su verdadera compañera los odiaba, él podía verlo. Jamás les dedicó una mirada, pero porque lo haría, ni Aitor ni Hardick podían sentir el vínculo. No podían compartir las emociones de ella justo ahora. Ese vínculo estaba temporalmente roto, Hardick solo podía apretar los puños de frustración y rabia. Se odiaba así mismo, lágrimas silenciosas escapan de sus ojos, si él hubiese sabido esto, si él hubiese sabido que su madre lo liberaría al día siguiente, jamás hubiera marcado a esa mujer. Pero ahora no podía hacer nada más, solo esperar a que llegara su turno y aceptaría cualquier castigo que ella esté dispuesta a darle. Amaya observaba con satisfacción, como sus más grandes enemigos se retorcían del dolor mientras le suplicaban a ella que pararan. —Por... por favor... se lo... suplicamos mi... mi Reina... pare esto. —No, ¿por qué lo haría?, ¿ustedes acaso tuvieron piedad de mi Delta y de mi Alfa en el bosque?, ¿ustedes a
Pov Narrador Melissa temblaba, de sus ojos salían lágrimas. Estaba muerta del miedo, alzó su mirada para verla a ella. Y fue como algo del destino, pero logró verse a ella misma parada al otro extremo y en su posición, estaba Amaya. Entonces lo comprendió, ella se estaba vengado por todo lo que le hizo en el pasado. —No te preocupes Melissa, tu hijo vivirá, una vez dije que no lo iba a tocar y no lo haré. —¿Dónde está él? —Con una buena familia. Melissa fue arrastrada al borde de aquel camino, sintiendo como el calor golpeó sus pies y su cara. —Tu Melissa atravesarás este camino, si logras sobrevivir al final de todo, puedes regresar con tu hijo. Melissa pensó que esto sería fácil, solo correría a través de él y sería libre, eso era, con ese pensamiento en mente se dio ánimos así misma. Un pensamiento que pronto se le esfumaría, como todos en este lugar nada iba a ser tan fácil. —Pero... Melissa alzó su vista asustada, su cuerpo comenzó a temblar al darse cuent