Pov Amaya Estaba frente al campo de entrenamiento observando como entrenaban hombres y lobos a la vez. No había recibido noticias ni de Robin ni de Aidan en las últimas tres semanas. Decidí dirigirme al aquelarre dónde varios brujos perfeccionaban su magia. Si iba a comenzar una guerra con dos manadas debía proteger de alguna forma a mis lobos.—Amaya que podemos hacer hoy por tí.?—Necesito que busquen la manera de hacer que mis lobos estén protegidos contra cualquier tipo de veneno...—Además, necesito algo que los cubra allá afuera, algo que los haga imperceptibles para cualquiera hasta que sea necessario.—Por supuesto Amaya trabajaremos en eso.—Gracias Mariel, por favor no me fallen en esto—, me dirigí a todos y salí. Debo ir con los herreros, son humanos algunos y esto me da ventaja para lo que pienso hacer. Al llegar veo a todos trabajando y golpeando metal. Puede que la mayoría sean lobos pero también se especializan en armas.—Buenas tardes caballeros, quiero su atención
Pov Amaya Ví como los demás empezaban a tener miedo, se podía sentir en el aire. Ya tenía lo que quería así que sabía que debía hacer ahora. Me dispongo a salir pero me detengo al escuchar a uno hablar.—Así que ahora la perra del Alfa Patrick se convirtió en una Reina!. Volteo a verlo mientras el se ríe con la cabeza agacha. Se levanta y por fín me da la cara. Es el guardía que cuidaba las celdas y el mismo que dejaba que Orim entrara para lastimarme.—Crees que detendrás lo que hacemos?, no no Amaya, el Alfa Robert tiene protección de la manada real, jamas podrías tocarlo.—Voy a volver esa manada cenizas y pues.... tu ya no estarás para verlo— le sonrió y avanzo para alejarme.—Sabes lo que es divertido de todo esto Amaya? los gritos de esas chicas al ser arrebatas por cada uno de nosotros..—Los gritos de dolor al ser desgarradas mientras nos hundimos en ella como animales, pero esas niñas, esas fueron las mejores... sus gritos eran tan exitante mientras sus apretados coños no
En el corazón del bosque, una manada se encontraba perfectamente oculta. Rodeada por una neblina espesa cubriéndola de la visión de aquellos curiosos. La manada Bosque Oscuro era gobernada por una Reina. Dando alojo a aquellos lobos que habían perdido su humanidad y también a aquellos que escapan de sus manadas. Una Reina humana que fue otorgada de dones por la Diosa de la Luna. Con un poder en su interior capaz de destruir todo a su paso que permanecía dormido y que ella aún no conocía. Ella miraba a través de la ventana el sol que daba sus últimos rayos. Su mirada ya no mostraba emociones y su corazón ya no era cálido. Lo cruel que había sido su vida la había llevado a crear capaz de hielo en su interior. Los pasos resonaban a través del pasillo. Su beta Lucas se acercaba a pasos seguros. —Mi Reina ya todo está listo. Los detonadores se posicionaron discretamente en partes específicas del muro. Tenemos infiltrados que colocaron también tres de estos en la casa de la manada.
—No noooo! eres una perra. Maldigo el día en que te conocí. Siempre serás el peor error de mi vida. —No Patrick!. Te equivocas! el peor error de tu vida fue haberme condenado a un mundo miserable siendo inocente. Tu peor error fue haberme creído débil y patética por ser humana. Tu peor error Patrick! fue haberte cruzado en mi camino. Eso fue lo último que Patrick escucho antes que sus gritos ahogaran todo lo demás. A lo lejos Kael y sus hermanos miraban la escena y no sentían nada. Ellos eran los únicos que estaban en absolución por Amaya, por ser los únicos que la ayudaron a salir de aquel infierno miserable que pasó. Cuando Amaya terminó con Patrick se limpio la sangre y se volvió a su Beta. —Investiga a donde salen los túneles. —Solo hay dos Reina Amaya. Uno sale cerca del risco alado del río y el otro sale a las afueras de la manada por el oeste. Kael hablo, pero su mirada apenas tocó la de ella cayó de rodillas y sus hermanos más atrás. —Levántense! ahora son libres
Pov Amaya **** 5 AÑOS ANTES**** Me encuentro frente al espejo arreglándome para ir al trabajo. Desde que me mudé a la ciudad esta ha sido mi rutina diaria. Mi mayor prioridad? mi familia y los estudios que pienso continuar. Mi celular suena y al tomarlo veo que es Cris, es la única amiga que tengo. No suelo ser tan sociable. —Hola Cris. —Amaya el sábado hay una fiesta en el edificio quieres venir? —Ya tengo planes. Una nueva cita con mi trabajo. —Por Dios Amaya eres joven apenas tienes 19 años y ni un novio tienes. Debes salir mujer. —Cris debo irme ya al trabajo. —Si si, bueno, si cambias de opinión me avisas. Cuelgo y suspiro. Realmente no tengo tiempo para nada que no sea mi trabajo. Ese día en el restaurant todos estaban agitados. corrían de un lado a otro. Decidí dejar mis cosas y unirme al desastre que están armando. —Bien chicos presten atención— habla la gerente. —Hoy tendremos invitados especiales. Alquilaron todo el el espacio de arriba para ello
Pov Amaya Mi respiración era entrecortada y los latidos de mi corazón prometían romperme el pecho. Él está cubriendo mi cuerpo mientras me enjaulaba contra la pared. —Señor Prescott le ruego que por favor me suelte. No soy ese tipo de damas de compañía. —Quien dijo que lo eras Amaya— Toma mi cabello y lo huele. —Por favor solo suelteme. —Lo haré pero antes quiero algo de tí. Lo miro ante eso pues que ni se crea que me voy a quitar la ropa o algo peor. Él toma mi mentón fuerte antes de estrellar sus labios con los míos. Abro mucho mis ojos mientras el explora con su lengua cada rincón de mi boca. Terminando por morderme el labio de una forma suave. Él se retira pero me mantiene enjaulada con su cuerpo. Siento su respiración cerca de mi cuello mientras de forma descarada pasa su lengua por el. Mi cuerpo por alguna razón no reacciona o al menos no de forma correcta. El muy traidor está sintiendo electricidad con su toque. Cierro los ojos al sentir que muerde el lób
Pov Patrick Después de que dejé a mi bella compañera en su departamento decidí salir a beber un poco con mi beta Thadeus. Llegamos al club de siempre mientras pasábamos a la sala privada. Una chica llegó rápido con los tragos habituales. —Esta noche quieren compañía? —Por supuesto que si Mendi, pero que está vez estén más que dispuestas. —Thadeus— gruño en respuesta. —Patrick tu y yo sabemos que ella no te reconoce porque no sabe quienes somos. Da igual con quién te acuestes ahora. No le harás daño. No le quitó la razón. Pero pronto lo sabrá porque debo partir a mi manada y la llevaré conmigo quiera o no. —Deberías instruirla al menos Patrick. Que se vaya haciendo ideas de lo que somos. En eso entran varias chicas. Una rubia muy coqueta se sienta en mis piernas. Su toque no causa nada en mí porque gracias a mi compañera ya siento todo muy simple. Pensando en ella decido arrastrar a la chica a un cuarto privado. Le arranco la poca ropa que trae. La pongo de espaldas m
Pov Amaya Regreso a mi trabajo después de una semana. Una larga larga semana. Cómo explico que el hombre por el cual mi cuerpo me traiciona estuvo cuidándome desde que decidió entrar por la puerta. Talvez estoy siendo mezquina pero realmente fue tierno. Una sonrisa escapa de mis labios al recordar como se quedaba en las noches colocándome pañitos de agua fría o como estaba pendiente de tomarme el medicamento. No lo puedo negar. Fue una semana diferente. Sentir cuidados de alguien fue especial. Mi corazón empezó a caer ante ese hombre y me asusta. Soy una simple mesera y el un empresario. Mi rostro se calienta al recordar todas las cosas que me hacia en la bañera y está vez no culpo a mi cuerpo. Yo también accedí muchas veces. Por otro lado llego del trabajo todos los días a sentarme y pegarme a la pantalla del celular. Estás historias fantasiosas no son lo mío. Porque quiere que las lea?. Después de dos horas.... si dos horas! me topo con algo interesante. "La Luna