—Él no tiene bronquitis —dice Selene mirando a la doctora fijamente.La doctora desestima lo dicho por ella con una sonrisa soberbia. Aprovecha para alisar su chaqueta y mostrar su identificación que cuelga en unos de sus bolsillos. —Disculpe, Luna, pero creo que no entiende de esto, meterse en un área que desconoce, puede ser peligroso, alguien puede resultar muerto. En verdad debo llamar al alfa para comunicarle lo que está haciendo.—¿Y qué es lo que estoy haciendo? —Selene suelta al pequeño y se levanta para mirarla de frente.—Ya lo dije, se está metiendo en algo para lo cual claramente no ha estudiado, por las incoherencias que está diciendo. La doctora aquí soy yo, ejerzo la profesión hace más de 10 años, y mi diagnóstico dice que el niño tiene bronquitis. Además…—Él no tiene bronquitis —La interrumpe Selene—. ¿No escuchó lo que le dije? Su diagnóstico es errado, si hubiese sido tratado correctamente, él…—¡¿Me está llamando incompetente?! —La doctora, que ahora Selene sabe q
Los ojos de Selene se dirigen al sillón y nota una figura enorme sentada en él. Connor gruñe en voz baja antes de susurrar, mirando fijamente hacia ella. Sus ojos brillan de un tono naranja en la oscuridad. Selene cierra la puerta con la cabeza en alto.—Ven aquí, Selene —la voz de Connor es tan fría que Selene puede sentir dentro de su pecho el enfado de su compañero, pero ella también lo está, él no es capaz de escucharla y creer en ella. —¿Por qué debo ir allá? —Mantiene su posición firme en medio de la habitación y, muy segura, al estar a unos metros de distancia de él.—El castigo será peor de lo que iba a ser si no haces lo que te ordeno por una vez desde que viniste aquí.Los oídos de Selene zumban al oír aquello. Sus manos tiemblan, pero no por el frío que está calando hasta sus huesos, sino de rabia. —No tengo por qué soportar esto —Selene se da la vuelta dispuesta a abrir la puerta nuevamente. El crujido del sillón la hace apresurar sus pasos. Ella abre la puerta de golpe
—¿Esto es toda la fuerza que tienes? Porque si es así, no me dolió —escupe Selene con arrogancia y descaro—. Puedo asegurar que mi abuelita, de casi 80 años, lo hace mejor que tú.Media docena más de golpes en su trasero, ahora más fuertes, la hacen tragarse sus palabras mientras él la azota furiosamente y sin pausa.—Connor… —gime ella luego del último azote. El profundo gruñido bajo del alfa en respuesta, hace que las mejillas de Selene se hinchen mientras sonríe a pesar de las lágrimas por el dolor del castigo que él le acaba de dar. Un sentimiento retorcido de orgullo crece dentro de ella al hacer que este hombre, mucho más grande en todos los aspectos, pierda la compostura por ella. Si tuviera ropa interior, estaría empapada, pero no la lleva puesta, ya que esta mañana, en su delirio de volver loco a su compañero, decidió que no lo usaría. —¿Estás seguro de que quieres castigarme? Porque tu dura erección clavada en mi vientre dice otra cosa —El jadeo ahogado del alfa ante el co
—¡¡Esa maldita!! —La furia de Inés es evidente cuando escucha los gemidos de Selene dentro de la habitación del alfa— ¿No se supone que él la iba a castigar por lo que hizo esta mañana? ¿Qué tipo de castigo es este? ¿Por qué esa mujer siempre logra salirse con la suya? ¡Arggg!—Está claro que Connor es un debilucho cuando se trata de esa híbrida, ella solo le abre las piernas y ya lo tiene totalmente a su disposición como un enclenque —escupe Carla caminando de aquí para allá igual de furiosa que Inés al oír la interacción de la pareja en la habitación principal—, pero no te preocupes, puede salir airada hoy, pero mañana obtendrá su merecido.Carla sonríe e Inés frunce el ceño.—¿Qué hiciste? ¿La vas a matar mañana frente a su familia?—No necesito matarla para demostrarle quién manda aquí.Con esto, Inés también sonríe, aunque todavía el amargor de su estómago no desaparece del todo, por lo que escuchó en el pasillo. Su cabeza duele solo con imaginar que ellos dos están apareándose,
—Hora de despertar, rebelde —una voz cantarina resuena en la habitación principal del alfa de la manada Redwood Wolves, la cortina se corre bruscamente dejando entrar la luz del sol a todo su esplendor dentro del amplio espacio. Hoy el día está claro, perfecto para celebrarse la ceremonia de Luna y la boda de los líderes de la manada.Selene se remueve en la cama, con pereza, todavía sigue exhausta por lo de anoche, pero tranquila y, de cierto modo, saciada. —Sólo un poquito más, tengo sueño —susurra Selene tapando su cabeza con la manta.—Vamos, ya es casi mediodía, sigues siendo tan perezosa como siempre, hermanita.Selene levanta la cabeza bruscamente al darse cuenta de que es la voz de su hermana Rouse. Su hermana está aquí, y no solo ella, también Ethan y su compañera, Milly.Los gritos de felicidad de Selene se oyen por toda la mansión, se levanta y salta en brazos de su hermano mellizo, quien la recibe con mucho gusto. —Los… extrañé… mucho —ella solloza, el alfa Ethan acarici
—No tienes derecho a decidir, madre, creo que ya tuvimos esta discusión más temprano —Connor voltea la cabeza ligeramente y se encuentra con la oscuridad de sus ojos con suficiencia—. El alfa Ragnar no solo es mi suegro, sino el hombre que nos ayudó en el momento más crítico, gracias a él ahora somos una manada próspera. También deberías estar agradecida. —¿Le das todo el crédito a ese híbrido? ¿No confías en el trabajo duro que todos hemos hecho aquí? —¿Por qué estás cuestionando esto, madre? Tú más que nadie sabes la verdad —refuta Connor sin retroceder— ¿Por qué te cuesta tanto aceptar la naturaleza de Selene y su familia? Son seres increíbles, a mi parecer. Amo a mi compañera, no creo que la diosa luna se haya equivocado en dármela y mi deseo es formar una familia hermosa a su lado, igual a la que tienen sus padres.—Estás completamente fuera de ti mismo, hijo, esa mujer te tiene ciego, hechizado. Nuestra manada va a ir a su verdadera ruina, si nuestra sangre se mezcla con la de
—¡Hija mía! —Katrina abre sus brazos para Selene, ella no duda en abrigarse allí, oyendo los latidos de su madre—. ¿Por qué estás tan sonrojada? ¿Estabas corriendo?El comentario de su madre, hace que Selene se vuelva aún más roja que antes. Su mente viaja al momento en que Connor estaba metido entre sus piernas hace unos minutos y su clítoris palpita de necesidad, nuevamente. El alfa aclara un poco su garganta antes de contestar.—Ella y su manía de subir y bajar corriendo las escaleras —la excusa, en un tono ronco. Sin quererlo, su pene crece dentro de sus pantalones al sentir la excitación de su compañera y se amonesta mentalmente de no tener autocontrol cuando se trata de ella—. Pero pasemos para almorzar, la comida ya está lista.Luego del recibimiento del alfa Ragnar y la alfa Katrina, todos van hasta el comedor. Selene está muy feliz, es la primera vez que Connor la ve sonreír más de una vez en un día desde que vinieron a Redwood Wolves.—Bienvenidos —dice Carla sin ánimos, au
Los nervios de Inés están a mil. Está ansiosa por ver la derrota de Selene al darse cuenta de lo que pasó con su vestido. Finalmente, ella sabrá quién manda aquí. Ella y Carla están sentadas en la parte delantera, a pocos metros de la mesa de los padres de Selene y de la mesa principal donde el alfa Connor y Selene van a cenar luego de que se realice el juramento. La vista de la joven no se aparta de la puerta principal, por donde se supone Selene debe entrar. Connor, con un impecable traje beige, está parado, mirando nervioso constantemente su reloj. Selene ya lleva retrasada casi media hora de la hora programada. El alfa Ragnar está a su lado, tratando de distraerlo, buscando alguna conversación mientras llega su hija.Tanto Inés como Carla se levantan y caminan hasta Connor, él no les presta mucha atención a pesar de sus esfuerzos. Ragnar se disculpa y se retira para estar con su familia.—¿Verdad que está preciosa? —pregunta Carla a su hijo, pero su ceño fruncido le indica que