—¡Hija mía! —Katrina abre sus brazos para Selene, ella no duda en abrigarse allí, oyendo los latidos de su madre—. ¿Por qué estás tan sonrojada? ¿Estabas corriendo?El comentario de su madre, hace que Selene se vuelva aún más roja que antes. Su mente viaja al momento en que Connor estaba metido entre sus piernas hace unos minutos y su clítoris palpita de necesidad, nuevamente. El alfa aclara un poco su garganta antes de contestar.—Ella y su manía de subir y bajar corriendo las escaleras —la excusa, en un tono ronco. Sin quererlo, su pene crece dentro de sus pantalones al sentir la excitación de su compañera y se amonesta mentalmente de no tener autocontrol cuando se trata de ella—. Pero pasemos para almorzar, la comida ya está lista.Luego del recibimiento del alfa Ragnar y la alfa Katrina, todos van hasta el comedor. Selene está muy feliz, es la primera vez que Connor la ve sonreír más de una vez en un día desde que vinieron a Redwood Wolves.—Bienvenidos —dice Carla sin ánimos, au
Los nervios de Inés están a mil. Está ansiosa por ver la derrota de Selene al darse cuenta de lo que pasó con su vestido. Finalmente, ella sabrá quién manda aquí. Ella y Carla están sentadas en la parte delantera, a pocos metros de la mesa de los padres de Selene y de la mesa principal donde el alfa Connor y Selene van a cenar luego de que se realice el juramento. La vista de la joven no se aparta de la puerta principal, por donde se supone Selene debe entrar. Connor, con un impecable traje beige, está parado, mirando nervioso constantemente su reloj. Selene ya lleva retrasada casi media hora de la hora programada. El alfa Ragnar está a su lado, tratando de distraerlo, buscando alguna conversación mientras llega su hija.Tanto Inés como Carla se levantan y caminan hasta Connor, él no les presta mucha atención a pesar de sus esfuerzos. Ragnar se disculpa y se retira para estar con su familia.—¿Verdad que está preciosa? —pregunta Carla a su hijo, pero su ceño fruncido le indica que
Connor y Selene llegan hasta el centro del escenario donde hay tres ancianas esperándolos. —Luna Selene Shadowfang, es un gran honor darle la bienvenida a nuestra manada y convertirla en la línea oficial de la manada de lobos de Redwood Wolves. ¿Ya está lista para hacer el juramento? —dice una de ellas, con una seriedad en el rostro que estremece a cualquiera.—Sí, estoy lista —responde Selene haciendo que la sonrisa de Connor sea evidente en su rostro.La anciana comienza el ritual mientras hace repetir a Selene su juramento.—Yo, Selene Shadowfang, próximamente Selene Blazeheart, proclamo mi vida, amor, honor y fidelidad a la manada Redwood Wolves, como su Luna, juro ser leal a mi alfa y compañero Connor Blazeheart y leal a mi manada cuidando de la integridad de cada uno de los miembros, si así no lo hiciere, seré juzgada como corresponde —Todos guardan silencio absoluto mientras van oyendo sus palabras.A medida que Selene habla, Connor abre su mano dejando su palma al descubierto
Selene está nerviosa, asustada, preocupada, pero también tranquila en la comodidad del abrazo de Connor. Él la tiene totalmente arrimada a su cuerpo, sus labios se mueven suavemente contra los de ella en un beso tierno mientras el piano sigue sonando de fondo. No tiene idea de cuánto tiempo llevan bailando, pero ha pasado un buen tiempo, incluso ya puede verse el comienzo del amanecer por las amplias ventanas del salón. —¿Nos vamos? —La pregunta del alfa hace estremecer a Selene porque sabe lo que se viene y esta vez no quiere detener que pase. Su corazón empieza a latir con tanta fuerza que está segura que su esposo puede oírlo. Ella asiente suavemente, el alfa la lleva de la mano, pero no van hacia la mansión, como tenía pensado ella que pasaría. A pesar de su confusión, decide no preguntar y confiar. Connor la lleva hasta su camioneta que está estacionada en la parte lateral del salón y luego de acomodarla en la parte del acompañante, él mismo hace de conductor para llevarlos a
La cabeza de Selene se inclina hacia un lado, ofreciéndole más espacio a Connor. Él chupa su piel mientras su lengua masajea suavemente el sitio. Su mano se desliza en su entrepierna, frotando su punto de placer por unos segundos antes de deslizar un dedo dentro de ella. Selene deja escapar un gemido al sentir como él se mueve dentro y fuera de ella mientras su boca no deja de chupar su cuello. Su respiración se acelera, entretanto sus caderas se mueven arriba y abajo tratando de darle mayor acceso.El alfa se acerca a su oído. —¿Quieres que siga? —Su voz es profunda, reconfortante y seductora.—Sí —apenas logra responder Selene.Connor aumenta un dedo dentro de ella mientras su pulgar sigue jugueteando con su clítoris. El placer es casi demasiado para que el cuerpo de Selene pueda soportar. Ella deja escapar un grito de gozo mientras una descarga de dolor la golpea al mismo tiempo. Luego de un temblor sorprendente, se queda quieta, sus uñas cavando en el brazo de su compañero. Pront
Una sonrisa sutil se dibuja en sus labios de Connor al ver el desastre en el que se ha convertido la pequeña habitación de su cabaña. Su mate ha logrado sorprenderlo, su pasión es casi tan grande como la suya.—Connor… por favor —chilla Selene en un hilo de voz totalmente ronca para este momento. Un gruñido bajo es la respuesta a su súplica. Su cuerpo se siente igual a una muñeca de trapo, está totalmente adolorida, machucada y sin fuerzas. Si él no la estuviera sosteniendo con fuerza, ya estaría en el suelo, inconsciente. Selene observa el piso mojado a sus pies mientras siente las profundas y fuertes embestidas de su compañero desde atrás. Ha pasado un tiempo desde que iniciaron con esto, luego del dolor inicial por la pérdida de su virginidad, vino el placer, el intenso placer que la hizo retorcerse en varias, incontables ocasiones, pero ahora está doliendo nuevamente. Su cuerpo ya no da más. Ella está sostenida por el vidrio de la ventana, cuyo cristal está totalmente empañado po
Uriel se detiene atónito ante lo que acaba de pasar, el rastro del humo verde girando en espirales sobre el suelo y esa sensación extraña revolviéndose en su estómago no hace más que acrecentar su deseo por descubrir la verdad. La imagen de Lilith, con sus ojos iluminados por ese brillo sobrenatural, está grabado en su mente. No puede creer lo que pasó; él la había creído muerta durante años, sin embargo, estaba tan cerca, tan real, y viva.La idea de regresar a la Amazonía y dejar todo esto atrás es algo que no concibe. Debe encontrarla, necesita respuestas y eso mismo es lo que hará.Con miles de imágenes y pensamientos en su mente, decide vagar por la manada, no puede volver a la mansión así, su hija podría darse cuenta de lo sucedido y no tiene ninguna respuesta que darle ahora. Después de horas de deambular en los alrededores, escucha la voz dulce de Katrina resonando en la distancia.—¡Papá! —exclama ella, su expresión de alegría rápidamente se transforma en preocupación al not
Selene y Connor llegan a la mansión casi a la hora del almuerzo, tal como el alfa le había dicho a su hermana Clarisse y cuñados. Selene baja de la camioneta con el rostro ligeramente sonrojado, siente una mezcla de timidez y felicidad al mirar hacia su familia tras su primera noche de bodas con Connor. Rouse, siempre perceptiva, le ofrece una sonrisita de complicidad desde la puerta. A unos metros, el beta Jackson, apoyado en uno de los pilares y comiendo una naranja, lanza una sonrisa de medio lado hacia Connor mientras aspira levemente el aroma de alrededor. «Buen trabajo, jefe» le dice Jackson por medio del enlace mental, seguido de una risita. Connor, de buen humor, algo que no es característico de él, decide no responder, aunque un gruñido bajo nunca está de más y se lo hace saber. Carla los recibe en el vestíbulo, su figura imponente y presencia dominante llena el espacio de una tensión hostil que no pasa desapercibido para nadie. Sus ojos se posan en Selene primero, notando