LYKOS
Era el día de la celebración, a dos días de partida a nuestra misión de espionaje, y he visto muy poco a mi luna este último mes; ambos estuvimos muy ocupados organizando todo lo necesario, para que ambos eventos ocurran de la manera más óptima.
Descucbrims, gracias a los recuerdos de los intrusos, que ni los vampiros ni las brujas formaban alianza con Malia, por el contrario, parecían muy inconformes y molestos por la petición que les hizo. Elfos, arpías, hechiceros y trolls, gracias a Diosa, son los únicos que aceptaron aliarse; pero no la subestimo, se entrenó con mi padre, sabe bien de batalla, de dirigir, de guiar, sé bien que ella se encarga de corromper a todos los que la siguen y los hace entrenar de formas prohibidasa por todos los sindicatos y asociaciones.
Ella no rompe las leyes, ella las escupe, es una sociópata.
- Alfa, los vampiros contestaron nuestros mensajes, dicen que con mucho gusto no
<3
UMA. Suspiré abrazando a Sara-Anne mientras escuchaba a nuestros lobos pelear porque Dante llevaba cosas innecessarias en su mochila. Ya era el día en el que se realizaría la misión de espionaje y todos estábamos tensos. La manada me había recibido de una forma maravillosa pero todos sabían que aún había dudas sobre mi habilidad para proteger la manada. - ¿Sabes qué siento?. - La miro desde mi posición, ella estaba acostada sobre mí abrazándome con su cabeza en mi cuello.- Que nosotras somos sus amantes y ellos realmente son los esposos.- Me carcajeo ante sus palabras. -Tienen el doble de nuestra edad viviendo juntos, son una pareja de ancianos amargados, de esos que odian que pisen su jardín.- Ella se carcajeó y suspiré.- Cambió mucho nuestra vida, ¿No? Asintió y nos quedamos en silencio hasta que Dante entró corriendo a la habitación y saltó sobre nosotras en la cama y se cubrió conmigo. - A ver si ah
UMA. - ¡Flora, acompáñame a la frontera, hay recién transformados peleando cerca del riachuelo del sur!- Grité la escuchar las palabras nerviosas del guardia que corrió a avisarme respecto a la pelea.- Tú, no vuelvas a abandonar tu puesto, debes intentar detenerlos y si no puedes, llamas a esta oficina, por algo tienes intercomunicador en el oído. Comencé a avanzar hacia el lugar asignado con el inexperto guerrero disculpándose una y otra vez mientras Flora me seguía corriendo para entregarme el bastón con el que controlaba las cosas cuando esto sucedía. - ¡Oigan, condenados niños!- Arrojé el baston y se lo pegué a uno de ellos en la cabeza- ¿Qué creen que hacen? Si quieren pelear, vayan al entrenamiento de guerreros, pero no entre ustedes y menos si interrumpen el trabajo de guerreros de verdad. Ambos se separaron y reverenciaron con respeto hacia mí. - Lo siento Luna, es que él se
Había pasado ya casi un mes desde la partida de Lykos y quizás por la distancía o porque aún no se cierra por completo el lazo, tal y como me explicó Flora antes, pero solo podía sentir lo que él cuando lo que él sentía era muy intenso o yo me concentraba locamente en ello. Sea como sea, las emociones que he llegado a percibir no son malas, quizas alivio, cansancio, algo de ira... pero nada tan preocupante. Era de noche, me encontraba recostada en mi cama leyendo tranquilamente los manifiestos que llegarían mañana de las brujas del norte como ofrenda para aliarse con la corona licántropo, cuando el grito de uno de los guerreros me alertó. Me arrojé al suelo gateando hasta llegar a mi arco y mis flechas y me arrastré hasta llegar a la ventana del despacho del alfa, cerando con seguro la puerta tras de mí, para verficiar que todo estuviera en orden, cuando uno de mis hombres cayó al suelo y yo apunté, fijandome si venía alguien. De pronto, trasa los árboles, una
UMA Desperté apenas el sol salió, cansada y trsite aún por todo lo ocurrido la noche anterior. Me duché y me coloqué un vestido negro recatado que encontré para caminar hacia el despacho del Alpha, donde ya me esperaban ambas cartas de defunción. Uno de los fallecidos se llamaba Armin Malasuga, un hombre lobo que llegó a esta manada perdido por los bosques luego de que la suya fue destruída por un huracán y él fuera el único sobreviviente... No tenía familiares, ni hijos, nadie vino por él, así que mandé enmarcar una foto suya y la coloqué en una de las repisas más visibles del mueble en la sala de estar de la mansión. El otro fallecido se llamaba Mark Crowls, tenía una esposa llamada Cáliz y un hijo llamado Borys, si, el niño Borys que días antes estuvo en mi oficina por pelear con su amigo Micah. Cuando vi ingresar a la familia del segundo hombre, la habitación entera se llenó de una indudable tristeza. Su hi
UMA. Desperté en mi habitación recostada con Sara-Anne abrazada a mí... Habia pasado ya mes y medio desde que Lykos había partido y eso me tenía de los nervios completamente. Suspiré y me solté suavemente del adormilado de Sara y fui al baño para asearme, escuchando gritos desde afuera y salí corriendo con el cepillo de dientes en la boca tomando el arco y las flechas. Abrí la puerta de la mansión y comencé a buscar a los guerreros pero no los veía... luego noté que estaban todos amontonados en las rejas de entrada gritando y cantando algo fuertemente. Me acerqué corriendo y apenas me vieron me sonrieron y comenzaron a abrirme el paso hasta que vi a Lykos y los guerreros que habían ido con él. Solté las armas en mis manos y corrí hacia él emocionada saltando sobre él para barazarlo, cayendo de bruces al piso, él bajo mi cuerpo. - ¡Has vuelto!- Grité besándo sus mejillas repetidas veces, hacíen
¿Que pasaría si las bestias sobrenaturales existieran realmente? Relatos dicen que si existieran vivirían escondidos en bosques y lagos... Yo no creo eso, ¿Porqué seres tan fuertes y poderosos se esconderían de la pequeña y frágil humanidad? Veo territorios divididos y humanos siendo tratados como lo que son... escorias. Les contaré cómo fue que en realidad pasó. En los años 60 los seres sobrenaturales se cansaron de la oscuridad de sus escondites y comenzaron a revelarse. Se adueñaron de toda la tierra y repartieron los territorios entre ellos mismos, dejando para los humanos las áreas más afectadas por su propia estupidez. Pronktos, el rey lobo, Lempe, la bruja gurú más poderosa, Fawn, el hada más anciano, Valko, el jefe vampiro, y Thalassa, la ama sirena, se llevaron la mayor parte del territorio humano y lo comenzaron a repartir a
"Wahre liebe ist das einzige, was niemals stirbt" (El amor verdadero es lo único que nunca muere)Lykos.Estaba en mi despacho luchando por lograr concentrarme mientras escuchaba los gritos fuertes de mi beta y su mate desde la otra punta de la mansión. Este papeleo debía ser entregado mañana mismo y aún no encontraba la manera de comprender las solicitudes de compra que me hacían las otras manadas de
" No one was nice to her..." (Nadie fue amable con ella)Uma.- Si no vas a comprar, hazte un favor y desaparece antes de que tu garganta quede entre mis manos.- Amenacé a la zorra frente a mí, quien corrió lejos.Dejé de nuevo las bragas en el exhibidor e ingresé a la tienda para buscar mis cosas.