Palermo, 12 de diciembre, 1997Mi lobo amado:No respondes ninguna de mis cartas, y creo que tal vez se debe a que no las estás recibiendo. Hace tantos años que no nos vemos, que temo que ya me hayas olvidado.Mi vida todos estos años ha sido un infierno.Delante de otros sonrío, y converso y soy la viva imagen de la cordialidad.Mi matrimonio visto desde afuera parece el epítome de la perfección, pero todo es una vil mentira.Existo, eso es todo.He criado al hijo mayor de mi esposo, Noah, con todo el cariño que le he podido dar. Pero aunque me llama madre, sé que me odia.Resiente el hecho de que le di a su padre otro hijo.Vitto es demasiado apegado al hombre que cree que es su padre, lo idolatra, e intenta imitarlo en todo.Hace cosa de tres años, Mario mató a su propio hermano, Aurelio, porque lo percibía como una amenaza para su control sobre la familia.Y en mi corazón, crece el constate miedo de que Noah pueda llegar a sentir lo mismo contra nuestro hijo.Día y noche vivo con
Víktor:El Inferno bulle de actividad.Las putas se pasean medio encueras por todos lados y los hombres pagan por llevarse a la cama a la que quieren.Esto es irónico.Se puede decir que dentro de poco yo también pagaré, pero para no ver a esa perra nunca más y sin embargo no me siento bien cada vez que lo recuerdo.Sobre mis rodillas, se sienta Lorena.La rubia se había convertido en mi favorita antes de ir a las Vegas.Lo cierto es que mientras estuve buscando a “ Carmen” la tuve descuidada.La esperanza de reencontrar a la mujer que creí que amaba me tenía nervioso y extrañamente emocionado.Bebo mi vodka y luego lo vierto con lentitud en la boca de mi puta.Extrañamente, ni la bebida ni estos labios me provocan las mismas ganas que despertó “ mi esposita” hace un par de horas.¡Maldita Fiori!A mi lado en el suelo, Fantom gruñe, mostrando sus dientes y sonrío.—Perdón por la demora, Hugo. – me dirijo al sujeto que se encuentra amarrado frente a mí.Esta noche no me resultará suficien
Mika:Llego tarde a casa y sé que ya a esta hora ella debería estar durmiendo, pero la luz prendida, y la puerta de la habitación abierta me hacen saber que me espera.Está sobre la cama, enfundada en un camisón de encaje, sexy, y color vino que nuestra sus tetas ventajosamente, ¡y sus increíbles piernas mucho más!Me deshago de los zapatos en el pasillo, y me muevo en medias, sigilosamente, como pantera que acecha a su presa.Sé que ella está leyendo un libro, porque lo tiene sobre su regazo y pasa los dedos por encima de las páginas con lentitud.Me acerco, al borde de la cama con cuidado, tengo la boca hecha agua y la verga dura, pero…—Buenas noches, Señor gánster.- susurra, y ¡Arrrrgh! Me subo a la cama, gateando hasta ella, derrotado.—¿Como lo haces, mujer? Llevo años intentando sorprenderte y nunca lo consigo.Ella ríe coqueta. Moviéndose para dejar el libro a un lado, sobre la mesita de noche.—No es solo que no hagas ruido, esposito. El aroma de tu colonia te delata.Bufo.
Rose:Estaba en mi habitación, tejiendo unos abriguitos y boticas para mis bebés, cuando tocaron a mi puerta.Dejé de lado el crochet y me moví, con cautela para abrir.Mi gestación de casi seis meses se estaba volviendo un problema.Mi vientre era enorme, por razones obvias. Tenía que ir al baño cada dos o tres horas, mis tobillos se estaban inflando y tenía la cara completamente manchada, producto del influjo hormonal.Abrí la puerta, y del otro lado me esperaba una siempre sonriente Bárbara.—Rose, querida. Acaban de arribar unas visitas y piden verte.¿Visitas?Mi corazón se estampó contra mis costillas, latiendo desordenadamente.¿ Será Víktor?Sentí como mi rostro comenzaba a enrojecerse.¿ Sería posible que haya venido a verme?Al parecer, mi anfitriona notó mi expresión esperanzada, y quiso aliviarme el disgusto, porque me explicó:—Mi hija y la esposa del Korolev han venido a conocerte. Están muy curiosas, incluso han traído ropa para los bebés y otras cosas que puedes necesit
Sofía:Dos semanas luego de enviar a la Fiori a la Ciudadela, me encuentro viajando con mi marido precisamente para llegar allá.Alexis está callado, me mira de medio lado, y se remueve inquieto.—¿Por qué tenemos que ir?- me interroga, molesto.—Quiero llevarle a la chica unas cosas que compré para los bebés.El eleva una ceja, y me sonríe, con socarronería.—¿Ya has aceptado que los pequeñines pueden ser nuestros nietos?Comprimo los labios, y lo miro con mala cara.—Hasta que no esté el resultado de la prueba de ADN no podremos decirlo con certeza, pero…eso no significa que los pobres bebés inocentes deban estar desnudos hasta entonces.Mi marido asiente, pero continúa mirándome con curiosidad.—¿Qué?—¿Has olvidado que día es hoy, baranina?Elevo las cejas, y saco cuentas en mi mente.—¿Jueves?Lo escucho bufar, y mantengo una expresión neutra en mi rostro.—Bueno…ya que me obligas a ir contigo, al menos podré beber algo del vino tinto que me oculta mi hermano.***El Cubil está s
Zaneth:Sobre la cama, recibo los besos desenfrenados de mi marido. Quien, no contento con morderme los labios ha comenzado a lamerme el cuello.—¿Tanto me echó de menos, Señor gangster?- le reprocho. – solo estuvimos separados dos días—Una eternidad. – protesta él.- sabes que me cuesta trabajo dormir si no te tengo a mi lado, karamel’i.Libero una risita. En lo que él besuquea mi hombro.—¿Y los niños, qué tal se han portado?El gruñe.—No han parado de llorar y protestar. Te echaban demasiado de menos, amor. Casi tanto como yo.Valery:—¿Qué te pareció tu cuñada?- me pregunta Liu, y yo arrugo el entrecejo.—Creo que Víktor está jodido. Y lo peor es que ni lo sabe.- mascullo.- por esa exacta razón trajo a la rubia.—¿En un intento desesperado por no comerse a besos a su esposita?Libero un gruñido.—¿Tú también te diste cuenta?—Oh, sí. No le quitaba los ojos de encima a esa pobre chica. Parecía un halcón…- Liu olisquea mi pezón y me muerdo el labio, para no gemir.-…un halcón hambri
Diario de Víktor Ivanov:Marzo, 2010:Mis mellizos son tan diferentes como similares. Han heredado el cabello platinado y los ojos azules de nuestros ancestros guerreros, pero hasta ahí llega su parecido.Milia es inquieta, inquisitiva, curiosa y muy pilla.Se la pasa complotando para robar los bombones que guarda Nikola en la cocina y se monta unas buenas estrategias y planes elaboradísimos para ello.Eván, por otro lado es muy callado, muy serio. Con apenas diez años parece todo un hombrecito.Desde muy pequeño ha mostrado curiosidad por saber cómo funcionan las cosas. Le gusta armar y desarmar electrodomésticos e incluso construir él mismo sus propios juguetes.Veo potencial en ambos.Un potencial increíble, que servirá bien para expandir y afianzar nuestra organización.Aunque Nikola pone todo su empeño en endurecer a Alexis para su tarea, yo promuevo los dones naturales de los mellizos. Ya que ellos serán el principal soporte y ayuda de su hermano, cuando yo no esté./*/*/*/*/*.
Liu:—Madre se ofende por gusto. Estoy dispuesta a apostar que los nuevos pecchi son de Vik. ¿Los viste Liu?—Sí, por supuesto, Akuma.—¡Oh, es que son tan relindos!Ruedo los ojos.Lo único que falta es que a mi mujer le salgan corazoncitos por los ojos.—Son exactamente idénticos a él cuando nació.Ella se acerca a mí, y ya presiento lo que dirá a continuación.—Mi respuesta es no, Akuma.—Pero Liu, amor…una niñita…—Ya dije que no. —Pero… ¿por qué?—Pues porque no quiero y punto.Ella enrojece, me lanza una mirada de puro odio y me da la espalda.—Vete.—¡¿Cómo?!Se mueve, cerca de la puerta, y la abre—Lárgate de mi habitación o juro por Dios que te mataré.- Sisea, y sé que lo dice en serio. Así que opto por lo más sensato, y me voy.De seguro, habrá alguna otra habitación donde pueda dormir esta noche, hasta que se le pase la perreta.Pero no me convencerá.Tengo suficiente con mis dos hijos y no quiero más.Val:En el pasillo, me encuentro con mi cuñado.El viene con cara de poco