Diario de Víktor Ivanov:Marzo, 2010:Mis mellizos son tan diferentes como similares. Han heredado el cabello platinado y los ojos azules de nuestros ancestros guerreros, pero hasta ahí llega su parecido.Milia es inquieta, inquisitiva, curiosa y muy pilla.Se la pasa complotando para robar los bombones que guarda Nikola en la cocina y se monta unas buenas estrategias y planes elaboradísimos para ello.Eván, por otro lado es muy callado, muy serio. Con apenas diez años parece todo un hombrecito.Desde muy pequeño ha mostrado curiosidad por saber cómo funcionan las cosas. Le gusta armar y desarmar electrodomésticos e incluso construir él mismo sus propios juguetes.Veo potencial en ambos.Un potencial increíble, que servirá bien para expandir y afianzar nuestra organización.Aunque Nikola pone todo su empeño en endurecer a Alexis para su tarea, yo promuevo los dones naturales de los mellizos. Ya que ellos serán el principal soporte y ayuda de su hermano, cuando yo no esté./*/*/*/*/*.
Liu:—Madre se ofende por gusto. Estoy dispuesta a apostar que los nuevos pecchi son de Vik. ¿Los viste Liu?—Sí, por supuesto, Akuma.—¡Oh, es que son tan relindos!Ruedo los ojos.Lo único que falta es que a mi mujer le salgan corazoncitos por los ojos.—Son exactamente idénticos a él cuando nació.Ella se acerca a mí, y ya presiento lo que dirá a continuación.—Mi respuesta es no, Akuma.—Pero Liu, amor…una niñita…—Ya dije que no. —Pero… ¿por qué?—Pues porque no quiero y punto.Ella enrojece, me lanza una mirada de puro odio y me da la espalda.—Vete.—¡¿Cómo?!Se mueve, cerca de la puerta, y la abre—Lárgate de mi habitación o juro por Dios que te mataré.- Sisea, y sé que lo dice en serio. Así que opto por lo más sensato, y me voy.De seguro, habrá alguna otra habitación donde pueda dormir esta noche, hasta que se le pase la perreta.Pero no me convencerá.Tengo suficiente con mis dos hijos y no quiero más.Val:En el pasillo, me encuentro con mi cuñado.El viene con cara de poco
Palermo, italiana. Octubre de 2014.Mi lobo amado:He llegado al final de mis fuerzas.No lo soporto ni un día más.He decidido abandonar a mi marido e irme a España. Mi medio hermana, Celia vive allá y me dará refugio. Luego de la muerte de nuestro padre, mi hermana menor se ha quedado a cargo de la hija de su madre con otro hombre, y aunque Carmen y yo no estamos emparentas por sangre, estoy emocionada de poder conocerla.He soportado todo lo que me lo permitía mi conciencia, pero ya esto es inadmisible.La maligna influencia de Mario ha corrompido a nuestro hijo hasta más no poder.Vito se ha convertido en una bestia desobediente, altanera, sedienta de sangre y poder a la cuál no reconozco, y hoy me levantó la mano, propinándome una bofetada porque lo reprendí por su mal proceder.Me acusó, me gritó que yo no tenía derecho a reprocharle nada ya que solo soy, en su opinión, una sucia ramera que traicionaba a su padre con su mayor rival.Mi corazón se redujo a polvo cuando se produjo
Diario de Alexis Ivanov, Noviembre de 2014.He venido a su tumba, aquí en Palermo.La noticia de su muerte me golpeó con la fuerza de una bola de demoliciones, porque yo estaba preparándome para ir a verla a España tras recibir su carta, pero hace pocos días me anunciaron que había muerto.Lloro, con desesperación.El dolor de su partida es tal, que siento que me muero yo también.Se ha ido.He sido abandonado.Lloro más amargamente que la primera vez que la dejé ir, porque en aquella ocasión había esperanza de verla regresar , pero ya no. Nunca más.Mi Rosa.Oh, mi preciosa, grácil y malvada Rosa.Esto es tan típico de ella.Tan suyo.El elevar mis esperanzas y expectativas al nivel de los cielos, para luego destrozarlas de un manotazo.Antes, al menos…me consolaba con saber que existía en algún lugar de este mundo. Me consolaba con saber que estaba sonriendo bajo el mismo cielo que yo , aunque no pudiéramos vernos.Ahora, está escondida en este sitio oscuro. Enterrada en este agujer
Zaneth:Rose me ha llamado y yo a Kilie.Estamos las tres en el apartamento de esta última y mientras yo oprimo mi bastón entre mis dedos, Rose llora como pecadora en un confesionario, en lo que Kilie intenta consolarla.—¿Qué hago ahora?- solloza ella, sonándose la nariz.- esa maldita bruja y el cretino de su hijo tienen a mis bebés.La voz de Rose se quiebra cada vez que habla, y si mis instintos no me engañan, debe tener la cara bañada en lágrimas y ha de estar mocosa. El sufrimiento siempre hace que una persona se ponga horrible cuando llora.—Ellos no le harían daño a Baby y Viktor. Son su abuela y padre, después de todo.—Pero yo los quiero de vuelta. ¡Maldición! Ayúdenme. Por favor, ayúdenme…¿Qué puedo hacer? ¿ Cómo los recupero?Rose suena desesperada.—Tengo dinero ahora. Millones de euros para ser exactos. ¿ Podría interponer una demanda para impugnar el acuerdo prenupcial?—Me temo que no podrías. A menos que presentes evidencias de que lo firmaste bajo amenazas y coacción.
Viktor:Dentro de mí, hierve la sangre. Burbujeando y quemando todo a su paso como lava.Vine a eso de las nueve de la mañana, pero no está.Ella y la descerebrada de mi prima salieron de compras.Ya son las dos de la tarde y aún no regresan.Los bebés están inconsolables y aunque las nanas hacen todo lo posible por calmarlos, no paran de llorar. De seguro están incómodos y hambrientos.Le ordeno a Dan, mi jefe de guardaespaldas que los lleve de regreso a la mansión, en lo que le envío otro mensaje de texto a mi prima.Rose:—¡Déjenme ir, por favor!- grito, intentando zafarme del agarre fiero de Zaneth.—No.—Pero ellos están allí. El los llevó. Yo quiero…—Lo sé, nadie mejor que yo te comprende. Pero no puedes ir. Él cree que te tendrá dominada porque tiene a los niños. Si vas corriendo ahora, le demostrarás que está en lo correcto.—No quiero hacer esto.- protesto, mientras la encargará del salón de belleza me depila las cejas.—Es demasiado tarde.- farfulla Kilie. - Acaba de textear
Rose:Trago en seco y me preparo mentalmente para lo que haré a continuación.Tirando de la toalla que está sobre mi cabeza, y dejándola caer. Liberando mi cabello.Me aparto, caminando hacia la coqueta y me contemplo en el espejo un momento, acomodándose el cabello, y mirándolo a través del espejo.El continúa ahí, como clavado en el suelo. Perplejo.Oculto el rostro y me sonrío a mi misma.No sé, esto podría ser incluso divertido.Víktor:Me lanza una mirada cargada de reproche por encima del hombro, y se abre la toalla que cubre su cuerpo.Deslizándola con lentitud, desnudando sus hombros, su espalda, sus caderas…tan lentamente que se me abre agua la boca, y cuando cae la toalla, mostrándome toda su delicada piel y sus redondas nalgas…se mueve, encaminándome a la cama.Arrugo el entrecejo.—¿A qué juegas, florecita?¿Esa es mi voz?¡Sueno como un perro jadeante!Ella retira el edredón de la cama, se sienta sobre el colchón, se tapa y se queda mirándome acusadoramente.—¡Te dije que
Alexis:Salía del despacho, de terminar una video llamada con Val. Mi hijo está muy desanimado, el acuerdo de embarazo entre él, Sonée y Mischa lo tiene tirado por los suelos, y los Fiori están buscando pleito de nuevo.Me paso la mano por la cara.Esa gente no va a para de joder hasta que mi hijo se vea en la penosa necesidad de aniquilarlos a todos.Ni siquiera la noticia de que su hermana ha aparecido y está con nosotros calma la avaricia de Giulio Fiori.Estaba por subir a mi habitación, cuando por la puerta principal, entregaron las nanas, trayendo a mis nietos y el llanto de los bebés era tan desgarrador que me recordaron a Víktor. En sus primeros meses, cuando intenté criarlo por mi cuenta y sin su madre, y yo intentaba consolarlo con biberones y leche que no era la adecuada.—¿ Qué sucede?- interrogué a las nanas, y ellas temblaron al verme.Rodé los ojos, impaciente.—¿Dónde está la madre de los mellizos?- insistí.Una de ellas, se acercó y manteniendo la vista fija en el sue