Rose:Estaba en mi habitación, tejiendo unos abriguitos y boticas para mis bebés, cuando tocaron a mi puerta.Dejé de lado el crochet y me moví, con cautela para abrir.Mi gestación de casi seis meses se estaba volviendo un problema.Mi vientre era enorme, por razones obvias. Tenía que ir al baño cada dos o tres horas, mis tobillos se estaban inflando y tenía la cara completamente manchada, producto del influjo hormonal.Abrí la puerta, y del otro lado me esperaba una siempre sonriente Bárbara.—Rose, querida. Acaban de arribar unas visitas y piden verte.¿Visitas?Mi corazón se estampó contra mis costillas, latiendo desordenadamente.¿ Será Víktor?Sentí como mi rostro comenzaba a enrojecerse.¿ Sería posible que haya venido a verme?Al parecer, mi anfitriona notó mi expresión esperanzada, y quiso aliviarme el disgusto, porque me explicó:—Mi hija y la esposa del Korolev han venido a conocerte. Están muy curiosas, incluso han traído ropa para los bebés y otras cosas que puedes necesit
Sofía:Dos semanas luego de enviar a la Fiori a la Ciudadela, me encuentro viajando con mi marido precisamente para llegar allá.Alexis está callado, me mira de medio lado, y se remueve inquieto.—¿Por qué tenemos que ir?- me interroga, molesto.—Quiero llevarle a la chica unas cosas que compré para los bebés.El eleva una ceja, y me sonríe, con socarronería.—¿Ya has aceptado que los pequeñines pueden ser nuestros nietos?Comprimo los labios, y lo miro con mala cara.—Hasta que no esté el resultado de la prueba de ADN no podremos decirlo con certeza, pero…eso no significa que los pobres bebés inocentes deban estar desnudos hasta entonces.Mi marido asiente, pero continúa mirándome con curiosidad.—¿Qué?—¿Has olvidado que día es hoy, baranina?Elevo las cejas, y saco cuentas en mi mente.—¿Jueves?Lo escucho bufar, y mantengo una expresión neutra en mi rostro.—Bueno…ya que me obligas a ir contigo, al menos podré beber algo del vino tinto que me oculta mi hermano.***El Cubil está s
Zaneth:Sobre la cama, recibo los besos desenfrenados de mi marido. Quien, no contento con morderme los labios ha comenzado a lamerme el cuello.—¿Tanto me echó de menos, Señor gangster?- le reprocho. – solo estuvimos separados dos días—Una eternidad. – protesta él.- sabes que me cuesta trabajo dormir si no te tengo a mi lado, karamel’i.Libero una risita. En lo que él besuquea mi hombro.—¿Y los niños, qué tal se han portado?El gruñe.—No han parado de llorar y protestar. Te echaban demasiado de menos, amor. Casi tanto como yo.Valery:—¿Qué te pareció tu cuñada?- me pregunta Liu, y yo arrugo el entrecejo.—Creo que Víktor está jodido. Y lo peor es que ni lo sabe.- mascullo.- por esa exacta razón trajo a la rubia.—¿En un intento desesperado por no comerse a besos a su esposita?Libero un gruñido.—¿Tú también te diste cuenta?—Oh, sí. No le quitaba los ojos de encima a esa pobre chica. Parecía un halcón…- Liu olisquea mi pezón y me muerdo el labio, para no gemir.-…un halcón hambri
Diario de Víktor Ivanov:Marzo, 2010:Mis mellizos son tan diferentes como similares. Han heredado el cabello platinado y los ojos azules de nuestros ancestros guerreros, pero hasta ahí llega su parecido.Milia es inquieta, inquisitiva, curiosa y muy pilla.Se la pasa complotando para robar los bombones que guarda Nikola en la cocina y se monta unas buenas estrategias y planes elaboradísimos para ello.Eván, por otro lado es muy callado, muy serio. Con apenas diez años parece todo un hombrecito.Desde muy pequeño ha mostrado curiosidad por saber cómo funcionan las cosas. Le gusta armar y desarmar electrodomésticos e incluso construir él mismo sus propios juguetes.Veo potencial en ambos.Un potencial increíble, que servirá bien para expandir y afianzar nuestra organización.Aunque Nikola pone todo su empeño en endurecer a Alexis para su tarea, yo promuevo los dones naturales de los mellizos. Ya que ellos serán el principal soporte y ayuda de su hermano, cuando yo no esté./*/*/*/*/*.
Liu:—Madre se ofende por gusto. Estoy dispuesta a apostar que los nuevos pecchi son de Vik. ¿Los viste Liu?—Sí, por supuesto, Akuma.—¡Oh, es que son tan relindos!Ruedo los ojos.Lo único que falta es que a mi mujer le salgan corazoncitos por los ojos.—Son exactamente idénticos a él cuando nació.Ella se acerca a mí, y ya presiento lo que dirá a continuación.—Mi respuesta es no, Akuma.—Pero Liu, amor…una niñita…—Ya dije que no. —Pero… ¿por qué?—Pues porque no quiero y punto.Ella enrojece, me lanza una mirada de puro odio y me da la espalda.—Vete.—¡¿Cómo?!Se mueve, cerca de la puerta, y la abre—Lárgate de mi habitación o juro por Dios que te mataré.- Sisea, y sé que lo dice en serio. Así que opto por lo más sensato, y me voy.De seguro, habrá alguna otra habitación donde pueda dormir esta noche, hasta que se le pase la perreta.Pero no me convencerá.Tengo suficiente con mis dos hijos y no quiero más.Val:En el pasillo, me encuentro con mi cuñado.El viene con cara de poco
Palermo, italiana. Octubre de 2014.Mi lobo amado:He llegado al final de mis fuerzas.No lo soporto ni un día más.He decidido abandonar a mi marido e irme a España. Mi medio hermana, Celia vive allá y me dará refugio. Luego de la muerte de nuestro padre, mi hermana menor se ha quedado a cargo de la hija de su madre con otro hombre, y aunque Carmen y yo no estamos emparentas por sangre, estoy emocionada de poder conocerla.He soportado todo lo que me lo permitía mi conciencia, pero ya esto es inadmisible.La maligna influencia de Mario ha corrompido a nuestro hijo hasta más no poder.Vito se ha convertido en una bestia desobediente, altanera, sedienta de sangre y poder a la cuál no reconozco, y hoy me levantó la mano, propinándome una bofetada porque lo reprendí por su mal proceder.Me acusó, me gritó que yo no tenía derecho a reprocharle nada ya que solo soy, en su opinión, una sucia ramera que traicionaba a su padre con su mayor rival.Mi corazón se redujo a polvo cuando se produjo
Diario de Alexis Ivanov, Noviembre de 2014.He venido a su tumba, aquí en Palermo.La noticia de su muerte me golpeó con la fuerza de una bola de demoliciones, porque yo estaba preparándome para ir a verla a España tras recibir su carta, pero hace pocos días me anunciaron que había muerto.Lloro, con desesperación.El dolor de su partida es tal, que siento que me muero yo también.Se ha ido.He sido abandonado.Lloro más amargamente que la primera vez que la dejé ir, porque en aquella ocasión había esperanza de verla regresar , pero ya no. Nunca más.Mi Rosa.Oh, mi preciosa, grácil y malvada Rosa.Esto es tan típico de ella.Tan suyo.El elevar mis esperanzas y expectativas al nivel de los cielos, para luego destrozarlas de un manotazo.Antes, al menos…me consolaba con saber que existía en algún lugar de este mundo. Me consolaba con saber que estaba sonriendo bajo el mismo cielo que yo , aunque no pudiéramos vernos.Ahora, está escondida en este sitio oscuro. Enterrada en este agujer
Zaneth:Rose me ha llamado y yo a Kilie.Estamos las tres en el apartamento de esta última y mientras yo oprimo mi bastón entre mis dedos, Rose llora como pecadora en un confesionario, en lo que Kilie intenta consolarla.—¿Qué hago ahora?- solloza ella, sonándose la nariz.- esa maldita bruja y el cretino de su hijo tienen a mis bebés.La voz de Rose se quiebra cada vez que habla, y si mis instintos no me engañan, debe tener la cara bañada en lágrimas y ha de estar mocosa. El sufrimiento siempre hace que una persona se ponga horrible cuando llora.—Ellos no le harían daño a Baby y Viktor. Son su abuela y padre, después de todo.—Pero yo los quiero de vuelta. ¡Maldición! Ayúdenme. Por favor, ayúdenme…¿Qué puedo hacer? ¿ Cómo los recupero?Rose suena desesperada.—Tengo dinero ahora. Millones de euros para ser exactos. ¿ Podría interponer una demanda para impugnar el acuerdo prenupcial?—Me temo que no podrías. A menos que presentes evidencias de que lo firmaste bajo amenazas y coacción.