Presencias ocultas
El calor alrededor de su cintura la despertó. Abrió los ojos despacio y miró hacia abajo. Las lágrimas cayeron sobre la pequeña cabeza rubia.

— Mamá — El niño la apretó con más fuerza.

— Félix —. Mara lloriqueó alzábdolo y apoyando su tierna cabeza en sus hombros.

— Te amo…te amo… te he extrañado tanto, jamás volveré a dejarte.

El niño lloraba, mirando a aAlice que, de pie detrás de ellos se llevaba el dedo índice a los labios con una expresión amenazante.

— ¿ Dónde estoy? — Dairon intentaba levantarse de la cama, pero pronto descubrió que sus muñecas estaban atadas con correas de cuero. Observó a su alrededor y s ehizo obvio dónde estaba. — ¡ Ayuda! ¡Enfermera!

Enseguida el policía que aguardaba afuera de su puerta entró. Lo miraba incrédulo.

— ¿ Quien es usted? ¿Qué hago yo aquí?

El oficial no dijo nada y salió de nuevo. Con premura informó a su superior del milagroso despertar de aquel sospechoso al que con tanto misterio le había ordenado vigilar.

Las enfermeras lle
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP