EVA
—Aidan en este momento no —Me alejé de él. De verdad no me sentía del humor. Decidí nadar un rato, ya que lo sucedido con mi padre y Damián me habían puesto muy acalorada.
—Tu padre tiene razón, no debiste actuar sola, ese tipo pudo lastimarte.
—No soy una niña Aidan, puedo defenderme sola. Lo que me enoja es que Damian intervenga en cosas que él ha desconocido durante años, estoy segura de que ni siquiera sabe sobre el trébol negro. Estos años ha estado encerrado en cuatro paredes y no tiene idea de lo que hemos tenido que afrontar para lograr que la Familia Nolan sea una de las más poderosas.
—¿Pasó algo entre ustedes? —preguntó
—¿Algo como qué?
—¿Novios, amantes?&nb
Aidan manejó por casi una hora, llegamos a un lugar bastante alejado de la ciudad. Había bastantes autos y motocicletas, en cada uno de ellos grupos de personas fumando y llenándose de alcohol.Aidan me tomó por la cintura y empezó a caminar, no me importaba su gesto ya que eso significaba que era su novia y nadie más podía ofrecerme una bebida y mucho menos intentar sobrepasarse conmigo.Eran códigos en este tipo de eventos. —¿Estás seguro que está aquí?—Muy seguro. Ahora vamos hacia donde será la meta, en cualquier momento el imbécil va aparecer con tu motocicleta.Caminamos entre los autos hasta llegar a la meta, muchos ya se encontraban con
Estacioné mi motocicleta y caminé hacia una de las bodegas.—Sabía que vendrías, eres una mujer muy inteligente.—¿Cómo es que tienes mi número de teléfono? —fue mi primera pregunta.—Viniste hasta acá y tu pregunta es esa.—No estoy para juego ¿Qué es lo que quieres?—Solo quiero negociar, tenemos siete de sus mejores autos; autos que ya estaban destinados a uno de los jeques del oriente, si no cumplen con su trato se verán en graves problemas.—¿Cómo es que sabes todo ese tipo de información? —se su
Estaba pasmada. Me negaba a aceptar que Damian fuera el trébol negro, el hombre que nos había robado, quien me había besado en varias ocaciones, quien me vio desnuda.El tipo que estaba junto con Damián le hizo gestos y ambos giraron sus miradas hacia mi. Ordené a mis pies para que caminaran, pero al parecer mi cerebro no estaba conectando con ellos.Los dos se pusieron de pie y caminaron en mi dirección.—Hola Esher —saludó Damián.—Hola.—Él es mi amigo Agustin —señaló al tipo que estaba a su lado.—Mucho gusto señorita —exte
—Te dije que podría con esto. —Después de unas horas, Aidan llegó a la casa con los siete autos que nos pertenecían.—¡Eres increíble! —Me lancé hacia él, lo abracé y lo besé.—Solo seguí tus ordenes, aquí tu eres la mujer increíble, lograste esto sola.No podía creer que esto había funcionado, le ganamos la guerra al trébol negro, lo que que un par de senos y una actitud seductora.—¿Dejaste mi pequeño recuerdo?—Claro que sí, será lo único que encuentre cuando lleguen a la bodega, los muy idiotas dejaron solo
DamiánMe encontraba en un hotel esperando por Agustín mi amigo, era mi socio y compañero en diversos proyectos. Lo conocí en la universidad y conté muchos de mis planes.—¡Eres un imbécil! —gritó al entrar a la habitación.—¡Tranquilo! ¿Qué te pasa?—¡Te dije que tu obsesión por esa mujer nos iba a llevar a la destrucción!Agustín se quitó la sudadera negra que llevaba puesta y sin verlo venir, lanzó un puño hacia mi cara.—¿Por qué haces esto?—Debe
EVATodo en mi habitación era oscuridad, lo único que podía ver era el rostro de Aidan, quien dormía a mi lado. Después de la fiesta él y yo subimos a mi habitación y tuvimos sexo, tal y como lo habíamos hecho muchas veces.Pero esta vez, para mi fue distinto. En mi mente solo figuraba un hombre enmascarado, con jeans y sudadera negra. No entendía cómo podía desear a una persona tan despreciable como el trébol negro. Solo debía sentir nausea, asco y repugnancia y no deseo.Pasé mi mano por el cabello de Aidan. —¡Eh! despierta… —susurré cerca de su cara —Despierta…—Mmmm no, ¿por qué?Último capítulo