Salgo de la habitación de Sam sintiéndome el hombre más feliz, por fin nos hemos confesado lo que sentimos, estoy tan contento, pero esa felicidad que tenía desaparece completamente al ver la escena que tengo delante de mis ojos, Dylan y Bryan se están besando y al vernos se apartan rápidamente, pero ya es tarde, los hemos visto, inmediatamente me giro para ver a Sam y está igual de alucinada que yo, no me molesta lo que he visto, lo que pasa es que no me lo esperaba, sin decir una palabra me dispongo a bajar las escaleras, pero estoy tan sorprendido por lo que acabo de ver que me tropiezo y caigo rodando escaleras abajo.
—¡Hugoooooo! —escucho que grita Sam al mismo tiempo que baja corriendo hasta mi—¿Estás bien? ¿Te puedes mover? —pregunta preocupada.—Tranquila, estoy bien, solo me duele un poco la espada por el golpe—le digo tocándome el sitio que me había golpeado—Dime que has visto lo mismo que yo y que no estoy loco, dime que has visto a Dylan y Bryan besándose—le susurrHan pasado quince días desde que nos estamos quedando en casa de Sam, en estos días me lo he pasado mejor que nunca, sobre todo porque no me he separado de Sam ni un segundo, bueno para dormir cada uno se iba a su habitación ya que ella no paraba de decirme que hasta que no fuéramos novios no íbamos a dormir juntos, y no penséis que yo no le he pedido ser mi novia, se lo he pedido de mil maneras distintas, pero ella siempre me rechaza y ya me estoy desesperando, porque lo único que quiero yo es poder decirle a todo el mundo que ella es mía, que es mi novia, pero aunque no seamos novios, nos besamos y nos tratamos como si lo fuéramos pero yo quiero serlo.Días antes:—Dylan estás seguro de que funcionara, ¿y si me vuelve a rechazar? ¿y me dice que no quiere ser mi novia? —digo preocupado, era la sexta vez que le pedía ser mi novia y ella me decía que no.—Esto te juro que funcionara, ella nunca se negaría a esto—me dice Dylan convencido.—Hazle caso a mi novi
Habéis escuchado el dicho que dice que el amor lo supera todo, pues antes me reiría de ese dicho y de las personas que creían en eso, pero ahora no puedo estar más de acuerdo. ¿Quién se podría imaginar que yo el gran Bryan Evans, el anti-amor, el que solo quería a las chicas para una noche se podría llegar a enamorar? Y nada más y nada menos que de un chico, mi chico, así es amigos, estoy completamente enamorado de Dylan y ya no me da miedo admitirlo.Estos quince días que hemos estado en casa de Sam han sido los mejores de mi vida, nunca me podría haber imaginado que la convivencia sería buena, pero con ellos ha sido genial. El mejor día de mi vida fue hace 10 días cuando sin esperármelo Dylan me pidió que fuera su novio, su novio, esas palabras aún me suenan extrañas pero cada vez que las digo no puedo evitar sonreír pensando en el momento que me lo pidió.Hace 10 días.Estaba dormido tranquilamente cuanto de repente escucho un ruido, me extraño porque normalmente soy yo
Estoy volviendo a casa, esta tarde había salido a dar una vuelta con mis amigas ya que desde que estos tres se están quedando en mi casa no las había visto y además mañana era mi cumpleaños y querían quedar hoy para celebrarlo, sabía que ni Bryan ni Hugo sabían que mañana sería mi cumpleaños, pero no se lo quería decir para que no se tomaran la molestia de comprarme nada y Dylan con lo enamorado que está lo más seguro que no se acuerde, así que mañana será un día tranquilito.Al llegar a casa los llamo para que se den cuenta de que he llegado, pero no hay ni rastro de ellos, no sé dónde diablos se pueden haber metido, miro la hora y veo que son las once de la noche, es bastante tarde así que decido llamarlos, después de llamarlos a los tres veo que nadie responde, me empiezo a preocupar pero después me doy cuenta de quien estoy hablando y me tranquilizo ¿Quién en su sano juicio haría daño a Hugo, a Bryan o Dylan? Os lo digo, nadie, ellos dan más miedo cuando quieren que cualquier
6 años después —Estoy nervioso—dice Dylan paseándose de un lado a otro—¿Y si no aparece?—Aparecerá te lo prometo—le digo—Bryan te ama con locura, no va a dejarte tirado, a parte Hugo está con él.—Eso no me tranquiliza, sabes cómo son cuando están los dos juntos—dice más relajado.—Lo sé, nuestros chicos son los mejores, nunca imagine haber acabado así, y ahora tú te vas a casar.—No sabes lo emocionado y nervioso que estoy, por cierto, ya se lo has dicho a Hugo.—No—digo un poco nerviosa—Y a qué esperas, tienes que decírselo.—Y lo haré, hoy se lo voy a decir.—Eso espero.—Bueno, solo te queda la pajarita y estarás listo, eres el novio más guapo del mundo—Y lo decía de verdad, Dylan estaba muy guapo, llevaba un traje de Hugo Boss en blanco que hacía resaltar su cabello rubio, me encantaba. —Yo ya me tengo que ir, que soy la dama de honor y tengo que esperarte fuera, además Hugo está
—Entonces ¿estarás a mi lado siempre?—Te quiero y nunca más volveré a dejarte sola.Ella sabía que no le mentía, sabía que le estaba diciendo la verdad, sus ojos negros llenos de ternura demostraban todo lo que estaba sintiendo. Él la había querido desde la primera vez que la vio en aquella casa, a pesar de todo el daño que le causó, a pesar de haberlo negado durante tanto tiempo, él sabía que estaba perdidamente enamorado de ella. Y ella pensaba lo mismo, le quería igual o más que él, no le importaba todo el daño que le hubiera causado, todos los momentos felices que había pasado a su lado lo superaban todo.—Nunca es mucho tiempo, ya me dejaste sola una vez y tengo miedo de que vuelva a suceder. No podría volver a pasar por lo mismo.—Lo siento, fui un estúpido, pensé en mí mismo y te dejé. Pero ahora he cambiado y sé que lo único que me importa en este mundo eres tú, tú y mi precioso hijo. Te prometo que no volveré a dejarte sola, pase lo que pase yo estaré a tú lado
Un miércoles por la tarde en el centro de Madrid.Mucha gente a lo largo de mis 19 años me ha preguntado porque siempre estoy feliz, muchos me dicen que no es normal, que debo tener algún truco para siempre estar con buena cara, que no entienden como me llevo tan bien con todos, que no puede ser que todos sean mis amigos y que nadie me odie. Mi respuesta siempre es la misma, no hay truco, magia, ni ninguna fórmula para ser feliz. Ser feliz depende de cada persona y yo he elegido ser así, ya que la vida es muy corta y no quiero perderla estando triste o enfadada.Así que sí, si algún día veis a una chica medio loca por la calle que siempre esta feliz seguramente sea yo, la gente me conoce por “la chica de la sonrisa” o “ese ángel caído del cielo” , no me preguntéis a que vienen esos apodos, ya que yo creo que de ángel no tengo nada, pero ellos insisten en que sí que lo soy y cuando les pregunto siempre me dicen lo mismo “eres una de las chicas más alegres que exist
La luz brillante que provenía de mi ventana me hizo abrir los ojos de repente, no estaba contenta como normalmente cuando me despertaba, hoy estaba un poco triste ya que mi mejor amigo Dyl se fue ayer de vacaciones y me había dejado sola y sin nada que hacer. Pero eso no iba a estropearme el fin de semana, no iba a quedarme en casa sola llorando porque él no estuviera aquí, tenía más amigos, así que algún plan me saldría para no estar aburrida.Después de un rato de estar tirada en la cama decido que ya es hora de levantarme y vestirme, de esa manera podré ir a dar una vuelta y a lo mejor con un poco de suerte me encuentro a alguien conocido.Yo no soy como todas las chicas las cuales se tiran horas mirando el armario para ver que se ponen, a mí eso no me importa mucho. Abro mi armario y cojo lo primero que encuentro, que es un vestido de verano floreado que me viene por arriba de las rodillas junto con las converse blancas que tanto me gustan. Una vez cambiada me miro en el e
Esa tarde del sábado, en otro lugar de la ciudad.Después de lo que paso en casa de Dyl, como ya sabéis me fui corriendo a mi casa y esperé a que viniera la policía y mis amigas. Una vez en mi casa me cerré con llave y empecé a recordar todo lo que me había pasado. No podía creerme que eso me estuviera pasando a mí, estaba muy asustada, más de lo que podía recordar, y eso que yo, aunque parezca una chica frágil y fácil de asustar, no lo soy, no me da miedo casi nada, pero lo que había pasado con ese chico me tenía aterrada. Aun estando encerrada en mi casa seguía teniendo miedo de estar sola. En mi cabeza lo único que rondaba en esos momentos eran las últimas palabras que me había dicho, con esa voz tan grave y temerosa que tenía el chico, que hacía que cualquier persona se debilitara ante él. Esas palabras que hacían que me entraran ganas de llorar e ir corriendo a abrazar a mi madre, como cuando era pequeña y me caía de un columpio. En este momento necesitaba a mi madre más que