No saben las ganas que tengo de agarrar a esta tipa por las greñas y darle una verdadera arrastrada, una que recuerde el resto de su vida por decir mentiras sobre mi persona. Además de que es una vil arrastrada, que ni crea que me voy a dar por vencida, estoy haciendo mi trabajo y nadie podrá decir que lo hago mal. Espere pacientemente a que terminaran de quejarse con el señor Sandoval, mientras buscaba información importante en mi celular. Si ellos piensan que con todo lo que están haciendo me dejaran mal delante de los Sandoval, están muy equivocados, debieron investigar entes de meterse conmigo. Dominick se encuentra a nada de explotar por comentarios tan tontos, me gusta que me defienda de las personas, sin embargo, en esta ocasión pienso defenderme solita. Me asegurare que todas estas personas incluyendo al abogado de pacotilla, no vuelvan a trabajar nunca más en Seattle, de mi cuenta corre que paguen por lo que están haciendo. — ¿Qué tienes que decirme al respecto? —cuestión
Dayana me ha dejado más que sorprendido con toda la información que nos está mostrando a mi padre y a mí en estos momentos, de verdad que no sé a qué horas tiene tiempo de hacer todo esto, si se la pasa molestándome a casa rato, sobre todo porque no quita el dedo del renglón el día que salí de la empresa sin decirle a donde iba y llegue a la casa mucho despues de que ella llegara.Mi madre tuvo que llamarme para decirme que me estaba esperando, con toda la pena del mundo le comente que teníamos un problema muy serio en la empresa, por lo que no dudo en hacerse presente también. Quiero imaginar que mi padre llego a la oficina, por esperar a mi madre a quien había dejado en la cafetería donde acordamos.Algo tan simple, se convirtió en una verdadera batalla. Cuando reaccione de manera correcta a lo que estaba pasando, Dayana ya se había vuelto hacer cargo de la
—No te preocupes por Yen, ahora mismo salgo a buscarla. No dejes de avisarme de lo que suceda en el hospital. No puedo creer las vueltas que da la vida, apenas ayer estábamos felices porque las cosas parecían haberse acomodado a favor de todos nosotros, y hoy el padre de Yen se encontraba internado por culpa de unos empleados y del estúpido de Osvaldo que no termina de quedarle claro que Yen ya no es su esposa y que no podrá recuperarla. Llame a mi abuelo que por fortuna se encontraba todavía hospedado en la casa de los Sandoval, cuidando de los mellizos, por no decir que se encontraba malcriándolos a su antojo y con el consentimiento de la madre y de los abuelos. Le explique brevemente la situación y quedo de avisar a todas las personas que trabajan en la casa para que no le pasaran ninguna llamada a Yen en lo que llego a la casa por ella. Él se encargaría de entretenerla para que no se enterara de la situación por otras personas y que pueda afectar su salud
—Me puedes explicar que fue lo que paso Dominick, no estoy entendiendo muy bien a Dayana. ¿Cómo puede ser posible que el idiota de Osvaldo siga causando problemas desde donde está, y no podamos hacer nada para detenerlo? —Ahorita no Xavier, es mi padre quien se encuentra internado y mi cabeza se encuentra en blanco. —Y es mi mujer la que acaba de tener una recaída por culpa de ese tipo, no me pidas que me quede cruzado de brazos viendo como la vuelvo a perder —grite molesto a mi mejor amigo y ahora cuñado, quien no atinaba a responderme. Su necedad en algunos casos me destroza los nervios, necesitamos actuar rápidamente para acabar definitivamente con ese tipo que no tiene escrúpulos, si eso hizo en la empresa de los Sandoval, no quiero saber a quién debe de tener de infiltrado en las mías. Me encargare de hacer una revisión minuciosa de mi personal y que caiga todo el peso de la ley sobre los que me traicionan. Voy a necesitar la ayuda de mi abuelo para que se haga cargo de la inf
Mi padre tenía dos días de estar hospitalizado, después de que despertó de la recaída que tuvo, decidimos que era mejor para él mantenerse ahí, para que lo estuvieran vigilando constantemente. Además si salía del hospital no daría espacio para que termináramos lo que Xavier empezó, con el apoyo de mi madre.Nunca en mi vida la había vista tan enojada como en esa ocasión, al grado de levantarle el castigo que le tenía impuesto a mi amigo. Dayana se encargó de mantener la cordura por todos nosotros, claro está, después que lloro como magdalena por la salud de Yen y dijo alguna que otra grosería que todo el hospital escucho.Lo único malo es que mis planes se han arruinado y la señora Shelby tiene que asegurarse de que todo quede pospuesto para cuando mi padre se recupere del todo.— ¿Cuándo vas aprender a comportarte hija?—Nunca madre, nunca.—Ya no se desgaste señora Lucrecia, nada la hará cambiar de opinión. Su hija es caso perdido, solo nos queda resignarnos y rezar para que Dios se
No cabe duda que las malas personas existen, y justo ahora se encuentran detras de nosotros nuevamente. Hacer las cosas por las buenas no es suficiente, entonces nos encargaremos de que paguen por lo malo que nos están haciendo, sobre todo a Yen que es la más afectada en lo que suceda con su familia.La señora Cristian, mis abogados y yo no hemos descansado ni un segundo para resolver esta situación. Dominick y Dayana se han hecho cargo de los que se encuentran en el hospital, acompañados de los señores Shelby, que en ningún momento nos han dejado solos.Mi abuelo por su parte ha estado a cargo de los pequeños junto con las niñeras, se encuentra más que feliz con ellos a su lado que cuando estoy yo con él. Aunque lo lamentara después cuando regrese a su casa y no tenga a nadie como han pasado todo este tiempo atrás, esperemos que no tenga una recaída que pueda perjudicarle en su salud y ahora sea yo el que tenga que estar en el hospital todo el día.—Vamos Xavier, con esto vamos a ter
Llevo una semana tratando de entender las locuras que han sucedido en mi vida durante ya casi dos años, en algunos momentos me moría de risa, en otros lloraba y por ultimo terminaba muy enojada que era capaz de arrasar con todo lo que tuviera enfrente y con quien estuviera.Sigo sin creer que había perdido la memoria durante un tiempo y durante esos períodos estuve a lado del padre de mis hijos como si nada hubiera pasado, además de que fui capaz de defenderlo y de… de... de… no más de recordarlo se me revuelve el estómago. El tipo que odio con todo mi corazón por todo lo que me hizo cuando le dije que estaba embarazada, a veces puede sonar que no dejo pasar lo que ya sucedió, sin embargo, no soy de las personas que perdonan fácilmente y hace como si nada pasara.—Esto debería de servir para escribir una novela, todo lo que me ha pasado es de ver y no creer, Dayana. Seguramente ganaríamos todos los premios que existen en este mundo.—Yo opinaría lo mismo, sin embargo, ni yo misma pued
Habíamos llegado a la casa después de pedir algo de dinero prestado en el hospital para pagar un taxi que nos trajera de regreso, aunque fueron ellos mismos quienes nos trajeron para asegurarse de que no regresáramos, terminamos riendo por esta acción que no era para menos. Creo que era una forma de decirnos que nos querían y se encontraban al pendiente de nosotros y de nuestra salud.— ¿Estás lista?—Así parece, padre.Algo en mi me decía que debía dar marcha atrás y regresar al hospital por un rato más, y que dejara que las cosas se acomodaran por sí solas. Sin embargo, aquí estaba, dando la cara al mismísimo Lucifer como le habíamos puesto a Xavier Peralta el padre de mis hijos.Todos estaban sentados en la mesa disfrutando de un delicioso manjar que sin duda disfrutarían hasta agotarse, eso quiere decir que por hoy no irán a nuestro encuentro al hospital. La primera en vernos fue Dayana quien escupía lo que tenía en la boca en dirección a mi hermano, dejando al pobre cubierto por