Mi padre tenía dos días de estar hospitalizado, después de que despertó de la recaída que tuvo, decidimos que era mejor para él mantenerse ahí, para que lo estuvieran vigilando constantemente. Además si salía del hospital no daría espacio para que termináramos lo que Xavier empezó, con el apoyo de mi madre.Nunca en mi vida la había vista tan enojada como en esa ocasión, al grado de levantarle el castigo que le tenía impuesto a mi amigo. Dayana se encargó de mantener la cordura por todos nosotros, claro está, después que lloro como magdalena por la salud de Yen y dijo alguna que otra grosería que todo el hospital escucho.Lo único malo es que mis planes se han arruinado y la señora Shelby tiene que asegurarse de que todo quede pospuesto para cuando mi padre se recupere del todo.— ¿Cuándo vas aprender a comportarte hija?—Nunca madre, nunca.—Ya no se desgaste señora Lucrecia, nada la hará cambiar de opinión. Su hija es caso perdido, solo nos queda resignarnos y rezar para que Dios se
No cabe duda que las malas personas existen, y justo ahora se encuentran detras de nosotros nuevamente. Hacer las cosas por las buenas no es suficiente, entonces nos encargaremos de que paguen por lo malo que nos están haciendo, sobre todo a Yen que es la más afectada en lo que suceda con su familia.La señora Cristian, mis abogados y yo no hemos descansado ni un segundo para resolver esta situación. Dominick y Dayana se han hecho cargo de los que se encuentran en el hospital, acompañados de los señores Shelby, que en ningún momento nos han dejado solos.Mi abuelo por su parte ha estado a cargo de los pequeños junto con las niñeras, se encuentra más que feliz con ellos a su lado que cuando estoy yo con él. Aunque lo lamentara después cuando regrese a su casa y no tenga a nadie como han pasado todo este tiempo atrás, esperemos que no tenga una recaída que pueda perjudicarle en su salud y ahora sea yo el que tenga que estar en el hospital todo el día.—Vamos Xavier, con esto vamos a ter
Llevo una semana tratando de entender las locuras que han sucedido en mi vida durante ya casi dos años, en algunos momentos me moría de risa, en otros lloraba y por ultimo terminaba muy enojada que era capaz de arrasar con todo lo que tuviera enfrente y con quien estuviera.Sigo sin creer que había perdido la memoria durante un tiempo y durante esos períodos estuve a lado del padre de mis hijos como si nada hubiera pasado, además de que fui capaz de defenderlo y de… de... de… no más de recordarlo se me revuelve el estómago. El tipo que odio con todo mi corazón por todo lo que me hizo cuando le dije que estaba embarazada, a veces puede sonar que no dejo pasar lo que ya sucedió, sin embargo, no soy de las personas que perdonan fácilmente y hace como si nada pasara.—Esto debería de servir para escribir una novela, todo lo que me ha pasado es de ver y no creer, Dayana. Seguramente ganaríamos todos los premios que existen en este mundo.—Yo opinaría lo mismo, sin embargo, ni yo misma pued
Habíamos llegado a la casa después de pedir algo de dinero prestado en el hospital para pagar un taxi que nos trajera de regreso, aunque fueron ellos mismos quienes nos trajeron para asegurarse de que no regresáramos, terminamos riendo por esta acción que no era para menos. Creo que era una forma de decirnos que nos querían y se encontraban al pendiente de nosotros y de nuestra salud.— ¿Estás lista?—Así parece, padre.Algo en mi me decía que debía dar marcha atrás y regresar al hospital por un rato más, y que dejara que las cosas se acomodaran por sí solas. Sin embargo, aquí estaba, dando la cara al mismísimo Lucifer como le habíamos puesto a Xavier Peralta el padre de mis hijos.Todos estaban sentados en la mesa disfrutando de un delicioso manjar que sin duda disfrutarían hasta agotarse, eso quiere decir que por hoy no irán a nuestro encuentro al hospital. La primera en vernos fue Dayana quien escupía lo que tenía en la boca en dirección a mi hermano, dejando al pobre cubierto por
Este es un cuento de nunca acabar con Yen, por más que quiero que todo termine al parecer todo va hacia atrás y nada de lo que hago le agrada en lo absoluto. Por más que quiero no logro hacer nada para quedar bien y que los problemas se terminen con ella.Justo ahora estoy siendo juzgado delante de toda la familia Sandoval, no pienso seguir quedando como el malo de la película, cuando ya le demostré a Yen que quiero… la verdad es que ni yo mismo sé que quiero en estos momentos, pero de algo si estoy seguro, es que hoy mismo vamos a terminar con todo este jueguito que se trae conmigo.—Soy Xavier Peralta, el padre de tus hijos y tu esposo te guste o no. Algo que ya debes de tener claro ahora que recuperaste la memoria y que de seguro ya te contaron todo lo que necesitas saber, Yen.La cara de los presentes era más de curiosidad que de preocupación porque arregláramos nuestra situación, igual que la de mi abuelo que era de pura diversión y nada de preocupación por ayudarme. Al parecer l
No puedo creer lo que estaba escuchando, Xavier Peralta me estaba dejando ir fácilmente, ni siquiera le había dado una respuesta en concreto a su pregunta, pero él ya se había dado por vencido. Tal vez esta era una jugada y quería que me confiara y bajara la guardia para que después, atacara por la espalda. Sin embargo, su semblante era un claro reflejo de que me estaba diciendo la verdad. El tiempo que estuve sin memoria, puedo decir que aprendí a conocerlo y me quedé sorprendida por la capacidad que tiene de cambiar tan fácilmente, su comportamiento de hoy era similar al de esos días por lo que me dejaba muy confundida por no decir que me había desarmado con tan pocas palabras. Ahora no sabía qué hacer para solucionar este gran problema en el que sola me he metido, y digo sola porque ya me lo ha advertido todo este tiempo. Pensé en burlarme un poco, pero no me está dejando opción para hacerlo, al doblegar las manos tan fácilmente está noche. Tenía miedo de enfrentarlo, de que mis
Mi corazón está completamente deshecho y no paraba de llorar por dentro, por más que quiero negarlo me es imposible negarlo. Decirle a Yen que le daría el divorcio me dolió tanto como jamás imagine en esta vida, al parecer ella estaba feliz al escuchar mis palabras por lo que no podía retractarme en lo absoluto. Tal vez era tiempo de salir adelante por mi lado y solo ocuparme de mis hijos, del resto lo dejare por la paz y que sea lo que Dios es quiera. Yen estará mejor sin mí y eso es lo único que debe de interesarme en la vida, me canse e luchar por ella y por estar al pendiente de sus necesidades para que me perdone todo el mal que le hecho. Salí del despacho de los Sandoval sin mirar atrás, mi tiempo aquí se había terminado y ahora debo de hablar con los abogados para que se hagan cargo del divorcio, lo único que siento es el comportamiento de mi abuelo cuando se entere mañana de la decisión que hemos tomado hoy. —Buenas noches abogado, a primera hora del día haga todo lo que te
Algo no está nada bien con Xavier, él nunca se comporta de esa forma y menos me da el cortón como lo está haciendo hoy. Creo que debo de ir a su departamento antes de que haga una pendejada como las que acostumbra hacer cuando se siente frustrado de que las cosas no salgan como él quiere. Si Yen esta de esa forma, solo significa que volvieron a pelear como en los viejos tiempo y nada de lo que diga en estos momentos podrá ayudarla, que mejor que Dayana para que se haga cargo de mi hermana en lo que visito a mi amigo.—Dayana, puedes venir un momento por favor —dije mientras me acercaba de nuevo al cuarto donde se encontraban platicando de quien sabe que, solo lograba oír un murmullo entre ellas dos, bueno, más bien los gritos de mi hermana empezaban a retumbar por todo el cuarto. —Eh... Eh...—Si tienes algo que decir de ese gusano, mejor no vengas a decir nada porque soy capaz de golpearlo tan fuerte hasta que termine en el hospital por un par de años.— ¡Basta Yen!, quien carajos