Pov MaxMax ya habia visto por tercera vez el exorcismo de Emily Rose algunas personas miran películas románticas para llorar pero ese no era el caso de el, cada vez que se sentía triste miraba una pelicula de terror y lloraba como Magdalena hasta sentirse mejor, pero esta vez no habia sido el mejor momento para ver una pelicula de esa índole. Habia invadido la habitación de su mejor amigo después de haberlo encontrado en malas condiciones en la fiesta de uno de sus viejos amigos de fiesta, jamás en toda su vida se habia sentido triste o miserable, sabia que habia arruinado lo mejor que le habia pasado desde que tiene uso de razón, Dalisis no queria saber absolutamente nada de él y eso lo ponia más triste mientras escuchaba los gritos de los protagonista de la película. Dejó el helado de vanilla aun lado mientras se sacudía los mocos por los gritos de la niña poseida, escuchó un golpe de la habitación de su amigo y estuvo tentado en envolverse con las sábanas de su amigo y llorar en s
Si la belleza y la estupidez fueran personas se llamarían: Alan Patterson y Max Wolf, dos idiotas sin remedio mejores amigos desde la primaria hasta en la universidad, su amistad era más fuerte que el vodka que bebían en las fiestas a las que se asistían; y más resistente que sus piernas cuando corrían por haber robado algo en una tienda y más especial que el condón barato que usaban. Los dos tan iguales pero tan distintos como el agua y el aceite. Alan era más calmado iluminado de un encanto natural haciendo suspirar a hombres y mujeres, por ser amable pero frió una combinación demasiado extraña pero a el le quedaba a la perfección. Todo lo contrario con Max que era un "Golden Boy", su personalidad era muy risueña y extremadamente extrovertida, era el descaro en vivo y a todo color.Alan caminó con estilo mientras su flequillo rubio cubria su ojo izquierdo no era emo pero le daba un aire misterioso y sexy, algunas chicas chillaron al verlo a lo que solo puso los ojos en blancos y sigu
Max despertó con un gran dolor de cabeza no se acordaba de absolutamente nada, tenia el estómago revuelto y al juzgar por el amargo sabor que tenia en su boca ya habia vomitado con anterioridad, se enderezó en la cama mientras que apartaba el cuerpo que dormía a su lado, no recordaba nada acerca de ella, se deslizó con cuidado casi dejándola sin sábanas que cubriera su desnudez y dejó una nota rápida con su número de teléfono mal escrito, tenia que admitir que era todo un "caballero" si se lo proponía. Salió de puntilla del apartamento y caminó hasta su casa donde le esperaría sus padres con el fastidio del día. Max llegó a su casa y se subió por el árbol que estaba enfrente de su habitación, busco impulso y salto hasta quedar en la ventana donde entraría, la abrió y vio que su mamá no habia entrado a despertarlo como todos
Pov Alan.¿Algunas vez has sentido la necesidad de decir algo que sabes que puede afectar a la personas que más quieres? o simplemente has tenido el gusanito de habla por un condenado porqué de eso depende de tú integridad como persona, ¿Alguna vez has tenido un secreto que puede salvar tú vida pero no puedes decirlo por cobarde?. Y ese era los dilemas de Alan mientras miraba con atención a Leah hablar con el imbécil que tenia por novio, después de la fiesta se habia propuesto en decirle la verdad, pero cada vez que intentaba hablar con ella alguien arruinaba su momento. Si no era sus maestros con quejas por su falta de interés en las clases, era una chica que afirmba un embarazo o una paternidad que el quizás desconocía. Alan queria hablar y decirle a la persona que le gusta que tenia los cuernos más grandes que un bufalo pero al parecer el mundo ya de por si lo odiaba, pero con esto se
Pov MaxUna semanas después.Max estaba loco y eso lamentablemente todo el mundo lo sabia, y hasta él pero cuando ese atolondrado casanova se le metía algo en la cabeza no habia poder humano que le quitará una idea de la misma, algunas veces le encantaría tener ese mismo empeño en los estudios, pero a veces la vida no es como uno quiere. Habia pasado una semana desde que habia conocido a su ángel con cabello de salsa de tomate, no sabia si le gustaba o estaba enamorado de ella, pero si queria llegar algo más allá de una posible amistad, la queria conocer de todas las formas posibles, pero obviamente la que más le gustaba era de forma anatómica. Pero la loca de su mamá no le permitía ni siquiera pasar por su casa porque siempre lo miraba con odio en los ojos. Max la deseaba y ella seria suya aún si tuviera que vestirse igual de ridículo que su futura suegra. Max observ&o
Pov Alan.Alan no era un santo, y eso lo sabia más que nadie era un maldito descarado si se lo proponía, pero simplemente asi no era él. Alan a pesar de que tenia fama de rompecorazones no se consideraba como uno, le gustaba pasar el rato con alguien que llamará su atención, pero no andaba de flor en flor ilusionando a las personas que quizás no tendría la oportunidad de estar con él. ¡Y ojo!. No era que se creía la última soda en el desierto del Sahara solo que no le gustaba comprometerse, pero desde que habia conocido a Leah por primera vez quiso hacer algo correcto pero al parecer aparenta ser un "Mujeriego" le iba mejor que cuando intentaba buscar algo serio. Alzó la ceja al escuchar las palabras de Santiago y ahi estaba su dolor de trasero combinado con una diarrea interminable por comer algo de la porquería que vendían en la cafetería de la universidad, se cruzó
Pov MaxUna semana después.Max estaba decido a entrar a la vida o quizás a la habitación de Dalisis, asi si tenia la opción de aprenderse el padre nuestro o aprender a rezar el rosario, pero eso cambio cuando su cabello de fuego tocó la puerta de su casa mientras escuchaba música de Eminem. Dalisis sonrió al verlo, casanova la agarró de la cintura y quiso robarle un beso como lo habia hecho una semana atrás, su pequeño ángel negó y sé apartó suavemente de el.— Una de las amigas de mi mamá tendrá una charla con los jovenes de la iglesia, y queria que me acompañaras , mi mamá será la coordiandora de la charla, la vamos a pasar bien, ¿Qué dices?. — Sonrió Dalisis con tranquilidad.— ¿La loca de tú mamá tiene amigos?. — Preguntó sorprendido, Dalisis alzó l
Una semana después.Pov Alan.Era sábado.Y su mente como su cuerpo sabían dos cosas a la perfección: 1) Su amigo llegaría a su casa para jugar toda la noche una partida de uno de sus juegos favorito y 2) beberian alcohol mientras platicaban acerca de sus problemas existenciales, a pesar de que eran "Perfectos" a los ojos de las otras personas y que pensarán que nada les pasaban, También tenían problemas y entre uno de esos maravillosos problemas ajeno a su vida amorosa, era la separación inminentes de sus padres. Alan desde el principio estuvo de acuerdo en el divorcios de sus padres, los quería ambos pero su relación era más tóxica que el gas que se lanzaba Max después de comer helado de vainilla. Alan sabía de antemano como iba afectar eso a su mamá, ya que después de todo era un matrimonio de más quince años, pero quería dar