Tres dias después.Max pensó que viviría la mejor etapa de su vida, que tendría la relación más maravillosa que ningún poeta, astronauta y pintor haya visto en todo la faz de la tierra, pero cómo el mundo lo odiaba todos sus pensamientos de tener una relación de gloria se habia ido al caño al momento que la volvió a ver. Kristell Larrent su ex novia, amiga y todo lo que una vez quiso tener en una chica. Y es que la belleza rubia era más mala que el aire de Chernobyl a pesar de tener un rostro de un ángel está escondía miles de secretos y lo peor de todo es que yo habia sido participé de muchas de nuestras locas aventuras. Max empezó a dar vueltas en su habitación mientras su amigo lo miraba con cara risueña y con un montón de cheetos en la boca.— ¡Necesitó un cigarro!. — Habló desesperado Max casi al borde de un ataque de pánico.— ¿Acaso no tienes uno en tus pantalones como siempre?. — Preguntó Alan mientras se lamía los dedos después de acabarse la bolsa, Max negó había dejado de
Pov Alan.Dos semanas después.Alan estaba viviendo un sueño hecho realidad a como habia dicho en la segunda parte de la Cenicienta, y no es que no fuera fanático de la trilogía, solamente lo habia escuchado de un tipo que pasaba por ahi. El punto de su pequeño y fracasado monólogo sin ningún sentido, es que realmente estaba feliz, es como si todo lo que habia luchado para estar con su crush habia dado sus frutos, ahora estaba en una relación con la persona por la que habia babeado desde hace cuatro meses atrás y se sentía en la gloria. Su mejor amigo que le habia robado un ángel a Dios y ahora brillaba más que el sol por la mañana. Sorpresivamente los mensajes amenazantes se habia detenido dándole un poco de alivio por no estar con esa presión. Se despertó más emocionado que de costumbre y desayuno con su mamá mientras su papá se habia ido de la casa con su "Tengo mucho trabajo", pensó que su mamá estaría deprimida al contrario su rostro lucia más radiante y más joven ya no tenía ra
Pov MaxTodo habia pasado tan rápido que ahora estaba en el hospital esperando que su mejor amigo saliera y le diera la orden para córtale las bolas a Santiago, aunque no era necesario que le pidiera eso porque desde hace rato se moría por hacerlo. Leah era un mar de lágrimas preocupada por la salud de su... ¿Novio?, o ¿Amigo con derecho?, ni el mismo entendía que relación tenia con ella pero queria darle su apoyo ya habia levantado una denuncia en contra de ese imbécil y solo quería que alguien lo violara en la cárcel. Escuchó unos pasos y vio a su novia quien tenia el rostro rojo por correr, esta le abrazó a lo que correspondió el abrazó feliz.— Vine lo más rápido que pude, lo bueno es que Henry me llevó en su moto para llegar más rápido aqui. — Sonrió Dalisis con tranquilidad.Max buscó con los ojos a ese tal Henry y vio a un hombre de la misma altura de él, cabello negro y ojos grises como una tormenta, este sonrió al ver como Max lo destruía con la mirada acarició la espalda de
Pov AlanCuatro días después.Alan se sentía amado y mimado por su nueva novia.Desde que habia pasado el incidente con Santiago donde habia terminado con tres maravillosa puntada en la cabeza, Leah se había convertido en su enfermera a pesar de que la carrera de ellos no tenia nada que ver con la medicina. Todos los días llegaba a verlo y lo ayudaba con todo como si fuera una persona que habia quedado en estado vegetal, desde el dia que Max habia llegado a visitarlo con su novia no volvió a saber nada él, quiso pensar que quizás era la universidad pero no era una persona muy estudioso, habia intentado llamarlo y mandarle mensaje pero todo terminaban en el buzón lo que hizo preocuparlo.— Debe estar con Dalisis muy feliz y tú estas preocupado por el. — Sonrió Leah mientras estaba acostado en la cama viendo una película de terror, aunque más bien parecía comedia. — Ambos estan enamorados, al igual que nosotros. — Leah besó la mejilla de Alan.— De eso no cabe la menor duda, pero siempr
Pov Alan.Alan nunca habia estado tanto tiempo en un solo lugar con Dalisis, y no era que la chica le desagradara solo que era pésimo para hablar y al parecer la chica tambien lo era, ambos se sentaron en el sofá de la entrada principal se observaron fijamente pero Dalisis fue la primera en apartar el rostro, Alan noto las ojeras debajo de sus ojos dandole un aspecto más pálido, su cabello estaba en una trenza de lado dejando algunos mechones suelto, la chica tambien estaba triste y con justa razón por lo que sabia de ella, Max era su primer novio asi que en cierta parte entendía el dolor y la decepción por parte de ella. — ¿A que has venido?. — Preguntó Dalisis al cabo de unos minutos de estar en silencio viendo con gran concentración hacia la nada. — Si estás para abogar por tú mejor amigo es mejor que no pierdas tú tiempo conmigo, porqué no pienso cambiar de opinión.— ¿Te has visto en el espejo en estos días?. — Fue lo primero que preguntó Alan, Dalisis abrio los ojos sorprendida
Pov MaxMax ya habia visto por tercera vez el exorcismo de Emily Rose algunas personas miran películas románticas para llorar pero ese no era el caso de el, cada vez que se sentía triste miraba una pelicula de terror y lloraba como Magdalena hasta sentirse mejor, pero esta vez no habia sido el mejor momento para ver una pelicula de esa índole. Habia invadido la habitación de su mejor amigo después de haberlo encontrado en malas condiciones en la fiesta de uno de sus viejos amigos de fiesta, jamás en toda su vida se habia sentido triste o miserable, sabia que habia arruinado lo mejor que le habia pasado desde que tiene uso de razón, Dalisis no queria saber absolutamente nada de él y eso lo ponia más triste mientras escuchaba los gritos de los protagonista de la película. Dejó el helado de vanilla aun lado mientras se sacudía los mocos por los gritos de la niña poseida, escuchó un golpe de la habitación de su amigo y estuvo tentado en envolverse con las sábanas de su amigo y llorar en s
Si la belleza y la estupidez fueran personas se llamarían: Alan Patterson y Max Wolf, dos idiotas sin remedio mejores amigos desde la primaria hasta en la universidad, su amistad era más fuerte que el vodka que bebían en las fiestas a las que se asistían; y más resistente que sus piernas cuando corrían por haber robado algo en una tienda y más especial que el condón barato que usaban. Los dos tan iguales pero tan distintos como el agua y el aceite. Alan era más calmado iluminado de un encanto natural haciendo suspirar a hombres y mujeres, por ser amable pero frió una combinación demasiado extraña pero a el le quedaba a la perfección. Todo lo contrario con Max que era un "Golden Boy", su personalidad era muy risueña y extremadamente extrovertida, era el descaro en vivo y a todo color.Alan caminó con estilo mientras su flequillo rubio cubria su ojo izquierdo no era emo pero le daba un aire misterioso y sexy, algunas chicas chillaron al verlo a lo que solo puso los ojos en blancos y sigu
Max despertó con un gran dolor de cabeza no se acordaba de absolutamente nada, tenia el estómago revuelto y al juzgar por el amargo sabor que tenia en su boca ya habia vomitado con anterioridad, se enderezó en la cama mientras que apartaba el cuerpo que dormía a su lado, no recordaba nada acerca de ella, se deslizó con cuidado casi dejándola sin sábanas que cubriera su desnudez y dejó una nota rápida con su número de teléfono mal escrito, tenia que admitir que era todo un "caballero" si se lo proponía. Salió de puntilla del apartamento y caminó hasta su casa donde le esperaría sus padres con el fastidio del día. Max llegó a su casa y se subió por el árbol que estaba enfrente de su habitación, busco impulso y salto hasta quedar en la ventana donde entraría, la abrió y vio que su mamá no habia entrado a despertarlo como todos