Capitulo 5.
Salida no planeada. Los chicos hacen un bullicio alegres, llenos de elogios y siceeo hacia la pareja. — Ven, ven con nosotros querido, te vas a divertir. Sergio guía a Leandro junto a Selin, quien les presenta a sus amigas. — Chicas, él es Leandro. Leandro ella es mi prima Daniela, Victoria, Florencia y Sergio. — Es un placer Leandro.— Dicen todos al unísono. — El placer es mío, ¿Han ordenando ya? Ordenen yo invito está noche.— Responde acomodándose en el sofá. — ¡Oh por Dios! Un hombre que resuelve, ¿De dónde lo sacaste?— Pregunta Victoria encantada con Leandro. — Es un secreto.— Responde Selin acomodándose junto a Leandro. — Algo tuvo que hacer bien para que esté con nuestra domadora, no todos tienen esa suerte querido, disfrútala.— Sergio hace un gesto de meneo de caderas que hace reír a todos.— Bueno, ya lo escucharon, ordenen que el hombre paga. Todas emocionadas empiezan a ordenar buenas bebidas, sin saber quien realmente es Leandro. La noche comienza para ellos, las chicas se levantan a bailar y poco a poco van llegando hombres queriendo bailar con las chicas, mientras que la atención de Leandro está en Selin y la de Selin en Leandro, un coqueto constante que es interrumpido por un hombre que se interesa por Selin. — ¿Bailas conmigo preciosa? — Lo siento, estoy comprometida.— Le dice señalando un peculiar anillo en su mano izquierda que llama la atención de Leandro, quien es confundido por el prometido. — Lo siento, no tenía idea de que venía contigo.— Leandro le hace una señal de aprobación y toma tranquilo de su trajo. El hombre se marcha, dejándolos solos en su conversación. — ¿Una estrategia? ¿O es real ese anillo?— Pregunta Leandro acomodándose la chaqueta. — ¿Tú qué piensas?— Pregunta Selin disfrutando de su cereza. — Lo averiguo mientras bailamos, ¿Te parece? — Me parece. Ambos se levantan al mismo tiempo dejando sus bebidas sobre la mesa. —¡Uuh! La saco a bailar… —vitorean las chicas. Las chicas la hacen reír, ella se sostiene de él, apoyando sus manos en sus caderas para que la abrace, lo que la hace sentir el arma que sostiene escondida en sus caderas. No puede negar que le causa una sensación de susto al sentir el arma; aún así, ella se mantiene calmada, lo mira a los ojos mientras empieza a mover sus caderas de manera sensual ante el ritmo de la canción: “Nicholas Bonnin — Shut Up And Listen”. Ella le baila de una manera tan sensual, sus miradas se unen, su respiración se agita ante la cercanía de ambos, el olor de sus perfumes, algo en ellos se activa, hay más que una conexión entre los dos, los movimientos de ambos son excepcionales, la manera en la que él acaricia los muslos de sus piernas sobre la tela de su vestido negro la inquieta, esos sensual movimientos de caderas con cada canción es alucinante. Ella se da vuelta y baja tocando su pecho y vuelve a subir con tanta sensualidad, llegando a sus labios que apenas rosa. Ambos suspiran mientras se miran a los ojos. —Confírmame que ese anillo solo es simbólico. —Le dice Leandro al oído. — ¿Eso quieres creer?— Pregunta ella de la misma manera. —Estoy seguro de ello, solo quiero escucharlo de tus labios. — ¿Por qué estás tan seguro? — Porqué de no ser así, tus amigas no estarían tan ansiosa y atentas esperando a que te bese con tanta emoción. Selin sonríe ligeramente mordiéndose el labio inferior. Leandro no soporta más y se acerca atacando sus labios con un intenso beso, sus respiraciones se agitan, sus labios se rozan al mismo tiempo en el que sus lenguas se tocan. Ella hace un movimiento rápido y apoya nuevamente su mano sobre la de él y libera la pulsera que los sostiene a ambos. — Solo bésame y no pares.— Pide ella sintiendo como él entrelaza sus manos con la suya y la aprieta en un puño que sostiene abrazando sus caderas apretándola más contra sus labios, mientras que con su mano libre la toma de la nuca sin poder soltarla. Ambos envueltos en lo que sea que esa pulsera emite en ellos, la sensación al besarse aumenta, es más intenta, la sensación y el ritmo cardíaco descontrolado les impide reaccionar, pero ambos lo manejan tan bien, que el ritmo de sus labios es preciso y pasional. Ella lo sostiene de la mejilla con su mano libre y cierra los ojos al sentir como va pasando el efecto de la pulsera, que es como una pistola eléctrica de policía, actúa con la misma frecuencia, pero aprieta el pulso para causar una sensación de retención que los envuelve, a la primera ambos se hubieran desmayado, pero ahora la sensación de dolor es una mezcla más exacta de placer. — ¡Ahs!— Selin jadea ligeramente apoyando su frente de la de Leandro. — Necesito un trago.— dice liberándose de su agarré. Leandro se toca los labios, mirándola con seriedad, mientras disfruta de lo que sea que haya sido esa locura, pero fue increíble. Al volver con el resto, ella toma de su trago, todos están platicando, traen un pastel que él mando a pedir con sus hombres y todos gritan de emoción al ver otro pastel más grande y hermoso, ella lo mira con una sonrisa en negación por lo mucho que la ha sorprendido. — Reúnanse, reúnanse, cantaremos cumpleaños a nuestra reina.— Sergio acomoda todo.— Por cortesía de su nuestro nuevo amigo Leandro, fascinación de hombre.— Sergio le hace un gesto guiñándole el ojo, algo que incomoda a Leandro quien permanece tranquilo, dejando que Selin disfrute de su sorpresa. — Buon compleanno Selin. — Buon compleanno, Selin. — “Tanti auguri di buon compleanno” “Muchos deseos de feliz cumpleaños” —“Tanti auguri” “Mis mejores deseos” — “Auguri in ritardo” “Feliz cumpleaños atrasado” — “Grazie di esistere Selin” “Gracias por nacer Selin” — Buon compleanno, “Feliz cumpleaños” Todos aplauden y Selin corta el pastel tomando una rebanada para darle su primer trozo de pastel a Leandro. — Gracias por el pastel.— dice dejando un corto beso en sus labios. — Me alegra que te gustará. Selin sonríe ligeramente, recibiendo una llamada que cambia su sonrisa. — Disculpen. Su actitud llama la atención de Leandro, quien la enfoca con la mirada, siguiendo sus movimientos. — Te gusta mucho, ¿Eh?— Sergio se sienta a su lado, Leandro no le da respuesta.— Escucha, ve con cuidado, ella es una gran persona, no tienes idea, pero si tus intenciones son románticas, dudo mucho que puedas tenerla por mucho tiempo, disfruta cada momento con ella.— Sergio se levanta dejando a Leandro pensativo ante todo lo que ha pasado está noche.— Selin querida, mándale saludos a Papito Julián. Selin sonríe ligeramente enfocando nuevamente su atención en la pantalla. S: Yo también los amo, gracias por el regalo de cumpleaños, me mudare mañana. J: Me alegra que te gustara, hija. Selene: Hija, no te demores hasta tarde en ese club, debes descansar. S: Lo haré, mamá, no te preocupes; debo colgar. Los quiero. Jl: Adiós hermanita, cuídate de los Italianos, papá moriría si su pequeña niña se comprometiera. S: Eso no va a pasar, tranquilos, estoy llegando, ahora mis metas son otras. Jl: Cuídate. S: Lo haré, gracias por llamar, adiós. Selin cuelga la llamada, enfocándose en el chico que plática con Victoria, su mirada lo recorre un poco inquieta y se entusiasma cuando Sergio empieza a vitorear por una canción. — Selin, Selin, canta conmigo.— Sergio la anima a participar en su baile y a cantar la canción de Arianna Grande — 7 Rings. — Me compro todas mis cosas favoritas (sí) (Buy myself all of my favorite things (yeah) —Pasé por tantos momentos malos, debería ser una perra triste. (Been through some bad shit, I should be a sad bitch) —¿Quién hubiese pensado que me convertiría en una salvaje? (Who woulda thought it’d turn me to a savage?) — Prefiero estar esposada en vez de atada con hilos. (Rather be tied up with cuffs and not strings) Selin disfruta bailando con sus amigas, mientras intenta ignorar a Víctoria que trata de llamar la atención de Leandro. — ¡Uuuh! ¡Esa es mi chica!— De repente la canción cambia a “One of the girls x Good for you”— ¡Oh por Dios! Agárrate chico, esa es su canción favorita… Selin lo enfoca moviéndose de manera sensual mientras se va acercando a él. Leandro al ver el gesto, la enfoca ignorando las palabras de Victoria. — Creo empezamos la universidad aquí, iremos juntas, sabes…— Leandro la ignora ante la atención que percibe de Selin. Leandro se deja llevar por ella, quien toma su corbata y lo hace levantarse atrayéndolo con movimientos seductores, que ejecuta con miradas ardientes mientras le canta. — Déjame sin nada puesto cuando voy hacia abajo.— Ella baja y sube seductora, enfocándolo con maldad— Ese es mi tipo de amor. Empújame y asfíxiame hasta que me desmaye…— Selin apoya su mano de su cuello y Leandro entiende que ella quiere que la apriete y así lo hace, pegándola contra sus labios, esa acción le saca una sonrisa. Ella sigue bailando mientras lo toca, lo enciende la manera en que le canta.— No tenemos que estar enamorados, no, no tengo que ser la única. Solo quiero ser una de tus chicas esta noche…— sus labios están tan cerca que lo enciende en cada roce. — Juegas con fuego Selin.— Le dice apretando sus suaves labios. — No tengo miedo a quemarme.— Le dice cerrando con un apasionado beso que deja saber quién manda. Todos Vitorean con alegría, las emociones son evidentes para unos, pero como en todo grupo, siempre hay alguien que le mata tu felicidad. — Recobren el aliento, se pueden desmayar por la falta de oxígeno.Nota: Holaaa... soy Isabella tu escritora de sueños, te invito a seguirme en mi I*******m @Isabellacreadora16 No olvides que está historia es el segundo libro de mi serie, “Una esposa para el mafioso” que la pueden encontrar en Dre-ame o Sue-ñov-ela. Capitulo 6. Negocios. Selin sonríe ligeramente. Ambos continúan bailando, dos canciones más, y regresan al sofá, están pasándola increíble, la noche no parece terminar, actuando como una pareja, ella ríe apoyada del pecho de Leandro, mientras él la abraza enfocándose en las ocurrencias de Sergio y la prima de Selin. — ¡Madre mía! Amanecimos aquí.— Recalca Sergio, quien pone en alerta a Selin. — Tienes razón.— Replica ella un poco seria, viendo el reloj.— Es hora de irnos. Ella se levanta, todos empiezan a recoger sus cosas, Leandro sin preguntar nada más los acompaña a la salida. — Nos vemos en el trabajo chica.— Afirma su prima. — Cuídate. —Lo haré, cuídate tú también. Los hombres de seguridad aparecen para llevar a D
Capítulo 7. Juego de cazador. Leandro camina hacia la salida, alarmando a sus hombres que se mueven a su paso, escoltándolo hasta su camioneta blindada que no demora en arrancar, siendo perseguido por una caravana de cuatro camionetas que le siguen el paso. Leandro conduce hasta su departamento, donde toma una ducha y se prepara para salir, siendo abordado por una llamada de Franco a su celular. L: Abuelo. F: ¿Por qué me da la impresión de que ya conoces a esa mujer? Dime a ver, ¿es una de tus conquistas? Porque si es así, no funcionará, no se mezclan las relaciones con los negocios; ella es un negocio, déjala pasar. L: Cumpliré con mi palabra, no te preocupes. F: Bien, confío en que sabes lo que haces; no olvides que todas tus decisiones incluyen a la familia. L: Lo sé, tranquilo, conseguiré esa pieza, ya verás. F: Cuídate, hijo. L: Lo haré. Leandro cuelga la llamada, enfocando su atención en su peinado. Al terminar, Leandro se coloca su chaqueta y termina rociánd
Capítulo 8. Cita. Selin se queda en silencio unos segundos, y luego lo enfoca. —¿Por qué te importa tanto verme? Solo fue una noche, podrías ir con cualquiera, ¿por qué yo? —Tú no eres cualquiera, Selin, eres una caja de Pandora y quiero descubrir su contenido. —¿Y si no te gusta lo que descubrirás? —No le tengo miedo a los resultados, me guío por mi intuición. —¿Así? ¿Qué te dice tu intuición? —Muchas preguntas, es mi turno. Ella niega con una sonrisa. —¿Qué quieres saber de mí, Leandro? Leandro cambia su expresión, es un poco más serio, continúa la yema de sus dedos sobre la mesa, mientras la enfoca analizándola. —¿Qué te impide tener una relación? —Tengo mis razones —responde sin más. —¿Entonces es una costumbre salir con chicos de una noche? —Juegas, te diviertes y desapareces. —La enfoca con seriedad. Selin reacciona con un gesto incómodo. —¡Vaya! Creo que te di una mala impresión sobre mí. Creí que no podría ser diferente entre nosot
Capítulo 9. Evento. Leandro enfoca su visión en la fotografía de Selin. Son casi las 9 pm cuando Perales le informa sobre la llegada de Selin a su casa, dejando sorprendido a Leandro al saber que vive muy cerca de él. Era de esperarse que buscara los mejores lugares para vivir, pero alejada de la ciudad como él, ¿por qué? Él tiene sus motivos, ¿pero ella? Leandro recibe notificaciones de fotografías. La mansión es muy cómoda, de dos plantas, tiene un cercado eléctrico difícil de penetrar, con un enorme jardín y un enorme garaje, poca visualización hacia el entorno; ella mantiene la ventana cerrada. Su habitación tiene un balcón con vista hacia la enorme piscina en su jardín; también tiene un perro Doberman que la recibe animadamente. Toda una recopilación de datos de los 10 hombres de seguridad que tiene activados. Vive sola, tiene pocos sirvientes; nadie se queda en la casa: ella entra y los de servicio salen. Un orden controlado como si su privacidad fuera su prioridad. P: Aún
Capítulo 10. Escapé. Selin sonríe ligeramente tomando de su champán, mientras continúa observando una obra. —Eso dependerá de ti, Bernaldi. —En ese caso debo tomarme esto como un nuevo encuentro, ya sabes un poco más de mí… —Leandro observa a su alrededor mientras camina junto a ella, que ha servido como distracción, mientras le hace una señal a Alma para que acceda al pasillo superior. —Eso no cuenta, esa información la he obtenido por mi cuenta, usted simplemente se ha negado a darme esa información, lo que sé de usted es poco. —Sabes que soy un empresario, ¿te parece poco? En el caso de que quisieras buscarme, ya sabes dónde encontrarme. —En el caso de que quiera buscarlo—termina diciendo, mientras camina a la salida como el resto de las personas. Los están llamando para iniciar la subasta, lo que pone en movimiento a las chicas. Selin nota que él observa a una mujer, a quien le levanta su copa. —¿Puedo acompañarte? —pregunta él al ver que casualmente tienen asient
Capítulo 11. Desafío. Selín no hace más preguntas; aunque todo esto la sobrepasa, ella permanece calmada. Después de todo lo que vio esta noche, si él realmente fuera una amenaza, ya estuviera perdida. En medio de la carretera, varios autos los esperan. Leandro se baja del coche y le entrega la pieza a varios hombres, mientras él conversa por radio con alguien. De repente se despide y vuelve con ella, conduciendo el auto mientras sostiene su mano. Leandro conduce a gran velocidad, mientras que Selin no duda en enviar su ubicación a Sergio, quien está preocupado por ella. S: Estoy con él, ¡¿podrías cubrirme?! Sergio: Por supuesto, querida, tú no te preocupes, yo veré cómo me las arreglo con los de seguridad. S: Gracias. Selin nota que entran en una propiedad custodiada por muchos hombres de seguridad; van directamente a un garaje donde se resguardan. Él le abre la puerta del auto y la ayuda a bajar, mientras que Selin observa todo a su paso. —Ven. —La toma de la mano, guiá
Capítulo 12. Salida. Al despedirse, Selín y Sergio se escabullen al departamento de Sergio, quien no pierde tiempo en abordar a Selín por respuesta. —Vamos, niña, di algo, que me tienes en ascuas. Selín sonríe ligeramente, acostándose en la cama, viendo al techo. —Tienes que contarme todo… —dice Sergio arrojándose sobre la cama y tomando una almohada que apoya en su pecho—. ¿Qué fue lo que pasó? ¿A dónde te llevo? ¿Qué hicieron? —Dímelo todo. —La enfoca ansioso, poniendo sus ojos como platos en la espera. — Me llevo a su casa, estuvimos hablando un rato y luego… Nada, solo nos acostamos a dormir. —¿Qué? —Hace un gesto sorprendido—. A ver, explícate, ¿cómo que dormir? ¿Dormir de sexo o dormir de dormir? Selín sonríe ligeramente levantándose de la cama y caminando hacia la peinadora para mirarse al espejo, mientras lo enfoca por el reflejo. —Dormir de dormir, luego por la mañana me levanté y le hice el desayuno, y bueno, aquí estoy. —¿Bromeas? —esboza incrédulo, sentá
Capítulo 13. Paseo. Detrás de tanta espera, Leandro logra verla; su respiración se paraliza al verla con un vestido del diseñador Marco Marcu de Frankfurt. Un traje ceñido al cuerpo de color negro con varias aplicaciones tipo brocatel en color plateado alrededor del cuello, abierto en los pechos, dejando ver sus enormes pechos, complementado con lentejuelas. Lleva un cinturón plateado del que se desprende una falda con capas de abertura en ambos lados de sus piernas, cubriendo la parte inferior con un short apenas visible que cubre sus partes. Llevando consigo unas botas de plataforma hasta los tobillos, color negro con accesorios a juego, que resaltan con su impresionante maquillaje oscuro, tonos suaves y un labial rojo que deslumbra, luciendo un peinado de cabello suelto en ondas que resaltan su rostro. Lo deja deslumbrado con su belleza. Al igual que a Selín, Leandro viste traje casual a la medida de Emporio Armani, una camisa de mangas largas, color negro, con un pantalón a