Epilogo

Fue imposible ocultarle a Sophie que Oli y yo nos habíamos casado. Cuando por fin pudimos contárselo se enojó mucho porque ella siempre soñó con el privilegio de acompañarlo en ese momento tan importante, en el que encontraría y formaría su propia familia. Es comprensible, además que me dio algo de envidia. Sin embargo, el regaño no fue tan catastrófico para nosotros cuando le dijimos que podía hacer realidad sus sueños, dejando en sus manos la organización de la ceremonia religiosa.

Todo fue más fácil después de habérselo explicado; sin embargo, no se contentó del todo con que fuera solo un matrimonio civil a las carreras, y se mostró más pacífica y complaciente con la idea de realizar en su totalidad la boda religiosa frente a toda la familia.

Un hecho que se volvió bastante relevante, además, que acal

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP