Fue imposible ocultarle a Sophie que Oli y yo nos habíamos casado. Cuando por fin pudimos contárselo se enojó mucho porque ella siempre soñó con el privilegio de acompañarlo en ese momento tan importante, en el que encontraría y formaría su propia familia. Es comprensible, además que me dio algo de envidia. Sin embargo, el regaño no fue tan catastrófico para nosotros cuando le dijimos que podía hacer realidad sus sueños, dejando en sus manos la organización de la ceremonia religiosa.
Todo fue más fácil después de habérselo explicado; sin embargo, no se contentó del todo con que fuera solo un matrimonio civil a las carreras, y se mostró más pacífica y complaciente con la idea de realizar en su totalidad la boda religiosa frente a toda la familia.
Un hecho que se volvió bastante relevante, además, que acal
No fue la boda que quería, no porque estuviera mal, es que la abuela hizo demasiado alboroto con ello. Me pregunto si habría sido igual si la novia hubiese sido Susan. Creo que ni yo quiero pensar en eso, antes muerto; pero lo mejor es que no lo era ni lo habría sido. Ceder en eso, era como darle un premio a tío Grant que no se merecía.Pese a todo el ruido, lo más importante es que Allegra estaba contenta y muy hermosa. Nunca en mi vida me vi tan romántico y cursi, que estoy seguro de que no habrá otra con la que me comporte de la misma manera. De algún modo solo ella saca lo mejor de mí. Ella se convirtió en mi cómplice y mi todo y eso es algo que será irrepetible.―¿En qué tanto piensas? ―pregunta la mujer que ahora ocupa mis pensamientos, despabilándome.Había ido al baño, pero no me di cuenta cuando volvió. Me emociono viendo como luce un sexi y bonito pijama de pantaloncitos que me pone en color rojo ambiente.―Ven y te lo digo ―le
―No se ve nada mal muchacho ―Bert me dice al oído mientras le echa ojo a Allegra.―Y tú deja de echarle ojo.―Tengo que hacerlo, tenía que verla en persona porque ella realmente logró conseguirte, y a mí quitarme parte de mi empleo.―Tranquilo, que aún puedes servirme para otras cosas.―Eso espero, porque te has convertido en mi cliente consentido.El viejo Bert me hace bufar. Allegra deja de revolotear hasta que se vuelve hacia nosotros.―¿Ya decidiste? ―le pregunto.Le sugerí que decidiera cuál le encantaría llevarse, puesto que no puedo cumplir mi deseo de arriarlo todo. Ella señala la tabla de bondage y algunas cosas de la repisa, como la vara para piernas, unas cuerdas de suave yute, y una fusta. Me agrada su elección.―Creo que se podrían guardar en el armario ―aduce algo avergonzada.―Estoy de acuerdo ―digo y luego miro a Be
Mi teléfono suena y lo odio al ver quien está llamando. Es mi madre. Hablar con ella no es gratificante. Me niego. No quiero contestarle; pero he estado evadiéndola por mucho tiempo, y tengo que hacerlo por obligación, porque es probable que se aparezca por aquí y no me dejará en paz. ¡Que remedios! No puedo perder el terreno que ya he ganado. ―Hola, mamá. De seguro pensará que mi tono es lo más anti amoroso del mundo, pero no tengo ganas de hablar. Siempre se trata de un tema que más que alegrarme me hace sufrir sintiéndome frustrada. Además, estoy cansada de ser el hazme reír ―Ally, que es esa manera de contestarle a tu madre ―mamá habla con su imperiosa voz. ―Mamá, no estoy de humor. ―¿Y cuándo estarás de humor si se puede saber? ―Ve al grano quieres, estoy esperando una llamada de trabajo y no puedo tener mi línea ocupada. ―¿Sigues sin conseguir trabajo? ―Ya estoy en ello, solo estoy esperando.
Oliver━━※━━―¿Crees que esto sea una buena idea? ―cuestiono a Bert.Es él quien me ha propuesto una solución a mi problema, aunque no estoy muy convencido de hacerlo de esta manera. No es algo que me guste, ni siquiera por tomar precauciones. Era más divertido y menos complicado cuando tenía mi propio espacio en el Nigth Dolls. Allí conseguía lo que quería. Refunfuño con esa nostalgia porque debido a ese maldito incidente con esa chica, el infeliz de Alexander Rothschild amenazó con divulgar mis secretas aficiones, como si el no tuviera ninguna.Me resulta un arrogante cretino, puesto que yo también caí en ese malentendido; sin embargo, no puedo darme el lujo que haga eso. Tenía que evitarlo y quedarme quieto por un buen tiempo, porque la droga que usé no es algo que se use comercialmente, es algo que yo inventé. Además, no podía dejar que lo hiciera cuando mi familia vive de la tacha de millonarios responsables y conservadores. Si eso hubiera salido a la luz, habría sido mi fin y le
Largo un suspiro, no tenía idea de la empresa Wallflower, así que me puse a investigar y descubrí que es bastante prestigiosa. Descubro que son líderes en los utensilios fabricados en material de cuero y caucho de tipo biodegradables. Además, tienen un laboratorio propio de experimentación e incluso son dueños de una fábrica de producción y fabricación.Todavía no me lo creo que esa sea la empresa que quiere contratarme. Hasta ahora solo he tenido tropiezos para conseguir un buen lugar; sin embargo, que hable cuatro idiomas incluido el español debe ser un gran ítem de importancia en mi currículo, para un cargo de asistente de gerencia. Eso hace que valga la pena la espera.Admito que mi buena educación es algo que debo agradecer a mi familia, y supongo que antes encajaba bien en ella, cuando todo parecía ir perfecto hasta que se me ocurrió presentarle
Oliver━━※━━¡Maldita sea!Por qué nadie sigue mis reglas al pie de la letra. «Rosseane no pudo hacerme eso, ella lo sabía»… me digo colérico, e incapaz de serenarme. Me aflojo el cuello de la corbata como si me asfixiara recordando su imagen, haciéndome imposible sacarla de mi cabeza. Su piel blanca delicada, su cabello lacio rojizo, su figura delgada y de apariencia frágil. De esas que te incitan a hacerle cosas muy malas y como me encantaría...¡Mierda, mierda!¿Por qué parezco un loco?Esto es frustrante. Tocan la puerta sacándome de sopetón de lo que estoy pensando. Hubiera sido mil veces mejor no mirarla, pero ya lo he hecho. Lo hice cuando la vi allí, de pie como si se hubiese aparecido una visión.¡Bien!Me sacudo de nuevo, ya he elegido a una chica. Eso ayudará a olvidarme de lo que pasó hoy. Por lo que solo queda arreglar el asunto.―¿Quién?―Soy yo, señor ―contestan al otro lado.Es Sullivan y me pregunto por qué no usó el intercomunicador para avisarme que vendría. Debe se
¿Debí haber sido vieja? ¡Qué carajos significa eso! Aprecio que el personal adulto sea prioritario en este lugar, pero es absurdo pensar que eso puede ser una causa para no contratar a alguien más joven. Reconozco que el cargo es bastante intimidante; de todos modos, ya pasé el maldito filtro y esperé todo un mes para que me dijeran que estaba contratada. Ahora no voy a dejar que me echen sin siquiera haber comenzado. Después de la discusión ese hombre se encerró en su oficina, la señora Sullivan que parece haber recuperado su compostura fue allí y ha vuelto con una mejor cara. Me pregunto si eso significa que hay una mejoría en el ambiente. ―Debe tomarlo con paciencia, y de momento lo mejor es que no se acerque a él. Vaya, ¿por qué tanta alergia? ―¿Sufre de alguna alergia o algo? ―pregunto con curiosidad y ella sonríe nerviosa. «Debí haber dicho fobia en vez de alergias», es lo que parece. ―No que sepamos, el jefe es s
No sé por qué estaba más impactada, por lo que había en ese lugar, o por la sola idea de que él tuviera ese tipo de prácticas de forma clandestina. No me quedé para que me lo explicara, así como tampoco esperaría a que lo hiciera; sin embargo, siento que he descubierto algo escabroso en la vida del director que pretende despedirme. Hacía mucho no dormía y en parte creo que fue por el exceso de adrenalina que derroché y que me dejó exhausta. Sí tenía alguna duda de que en efecto fuera él, luego que salí corriendo bajó por supuesto a buscarme. Es bueno que hubiera un solo ascensor, así que lo hizo por las escaleras y a pesar de como se ve parece que tiene una buena condición física, porque llegó a la recepción casi al tiempo que yo. Fue difícil escabullirme; se sintió como si estuviera escapando de un asesino, pero lo logré. Debió ser por todo eso que terminé agotada y sin ganas de pensar en nada más, y cuando llegué y me fui a la cama me quedé fundida. Lo cierto es qu