Maryam estaba impresionada, por un instante le costó reaccionar. ¿Era esa su hermana? Había desaparecido cinco años atrás. Cuando se quedó limpiando la habitación en la que había sido abusada para que ella pudiera marcharse a casa.Maryam siempre se preocupó por lo que podía haberle pasado a su hermana, tanto que ni siquiera llegó a contarle a su madre la verdad. ¿Cómo se le dice a una madre que su hija ha desaparecido por su culpa?El corazón de Maryam palpitaba con fuerza mientras empezaba a correr tras esa mujer para ver si realmente ella era quien creía o solo se le parecía, pero con lo que no contaba es que su jefe todavía la estaba buscando para terminar lo que había empezado en el despacho.— Maryam, por fin te encuentro — el jefe la miró de arriba a abajo, en ese instante sentía que estaba todavía más deseable, toda húmeda y mojada. Joder qué sexy era esa mujer.— Yo…— ella intentó ver por encima de los hombros de ese hombre y pasar a través de él, pero eso solo hizo que el vi
Un gemido salió de los labios de Maryam en el momento en que él la alzó y ella se vio obligada a sujetarse con las piernas de sus caderas para no caer, estaba excitada y demasiado mojada en su feminidad como para no dejarse llevar por lo que el cuerpo le pedía.Tal vez esa no era su primera vez, tal vez ya le habían forzado a hacer eso mucho antes, pero en ese instante era la primera vez que ella lo deseaba y aunque estuvo muy tentada a parar a aquel hombre, quería saber lo que era el sexo deseado, tal vez así sería capaz de borrar de su piel lo sucedido años atrás, tal vez el horror de lo que vivió sería suplantado por ese nuevo recuerdo que encendía su cuerpo, porque era innegable lo que ese hombre le provocaba cuando lo tenía cerca.— Si quieres que pare, este es el momento — dijo Darius con la respiración alterada, ayudándose con la pared para sostenerla y llevando una mano entre las ropas de la mujer para ayudarse a levantar todo su vestido hasta llegar a la ropa interior de la c
Los grilletes apretaban demasiado sus muñecas y Maryam tenía la piel tan delicada que estaba segura de que le estaban haciendo herida. Eran pesados, fríos y dolorosos, a pesar de intentar ser fuerte, no podía evitar llorar en la parte trasera del coche del carruaje en el que los guardias la trasladaban mientras era llevada hasta los calabozos como si fuera una delincuente.¿Cómo había sucedido aquello? ¿Por qué estaba siendo tratada como una asesina sin ninguna prueba más que la acusación de la esposa del hombre que quería abusar de ella?¿Por qué la vida se volvía tan difícil para ella cuando parecía que por fin empezaría a estar mejor?— Señores, yo no hice nada, de verdad deben ir a la oficina y buscar la nota que les dije. Me tendieron una trampa, me citaron en esa habitación y cuando llegué ese hombre ya estaba muerto. — Aseguraba Maryam entre lágrimas, esperando que la creyeran.Los guardias solo se reían, estaban acostumbrados a que todos los detenidos dijeran ser inocentes, ya n
Ana lloraba desconsolada, llevándose las manos a los ojos y quejándose continuamente de que iba a ser de su vida, cómo iba a sacar adelante sus niños, y de que ya podía olvidarse de tener una vida mejor algún día.— Abu… Abu ¿qué pasa Abu?— preguntó Amira. La pequeña de las gemelas y la tercera en el orden de nacimiento.— Mi hija es una asesina, mi hija mató a un hombre. ¿Y ahora yo que voy a hacer, cómo voy a mantenerme? — decía entre lágrimas haciendo que los pequeños quedaran sorprendidos por las palabras de su abuela.Los hijos de Maryam se miraron los unos a los otros, a penas tenían cinco años, pero podían entender perfectamente lo que pasaba y para ellos no había nadie mejor ni persona más buena que su madre.— Mi mamá no es una asesina — Dijo Amira — Demostraremos que ella no fue, tenemos que hacerlo.— Ella no fue, mi mamá es buena — dijo su hermana y los niños las secundaron porque tenían muy claro que no podían dejar a su madre sola con ese problema.Y a pesar de que esos
Alí, confidente y mejor amigo del rey, no tardó nada en acudir a la llamada que recibió mediante un mensajero que el rey le hizo llegar pidiendo su ayuda, gracias a la influencia de Darius pudo acceder a todas las pruebas, incluso al cuerpo y en cuanto lo vio, no tardó nada en darse cuenta de las evidencias.— Este hombre fue envenenado— le dijo a su amigo levantando la vista y observándolo mientras señalaba partes del cuerpo del difunto — ves las comisuras de la boca, parecen abrasadas por algún tipo de ácido, seguramente los de su estómago cuando su cuerpo intentó vomitar el veneno o limpiarse de él y lo más importante y que poca gente sabe.Alí caminó hasta los pies del cadáver para mostrarle cómo estaban morados.— La sangre parecía no circular por su cuerpo en el momento en que supuestamente lo mataron, tampoco había mucha sangre alrededor de la herida, seguramente esté hombre ya estaba muerto antes de ser apuñalado.En unas pocas horas Maryam era liberada y sacada de ese calaboz
Maryam tuvo que admitir que todo el mundo necesita una segunda oportunidad, y a la hora de darla no hacía más que recordar que aquella mujer era su madre, al fin y al cabo había pasado por ella todo lo que ahora Maryam estaba haciendo por sus hijos, tal vez se equivocó muchas veces estaba segura, que como ella, hizo todo lo que pudo para sacarla adelante.— Si te lo hubiera contado, a lo mejor me habrías obligado a seguir con sus avances. Recuerda que siempre has querido que me case con alguien poderoso, alguien muy rico y que nos llenara de caprichos — empezó a explicar la joven — yo te hubiera contado que un hombre tan rico iba detrás de mí me habrías alentado a salir con él, aunque fuera un hombre casado.Ana sabía que su hija tenía razón, estaba cegada por sus ilusiones de progresar en la vida y ser una mujer rica y cuando vio lo hermosa que se hacía su hija al crecer siempre la alentó a no enamorarse, a buscar un hombre que pudiera mantenerlas y sacarlas de la miseria, pero ahora
Maryam se plantó frente a la puerta del despacho, respiró profundo antes de golpearla con los nudillos y esperar a que le abrieran la puerta, con el corazón retumbando en su garganta y haciéndole un extraño nudo que no sabía si sería capaz de liberar para hablar.— Pase…— dijo una voz desde el interior del despacho.El corazón casi se le sale por la boca al escuchar esa voz ¿Era él, podía ser eso posible? Tal vez solo estaba demasiado conmocionada por darse cuenta de que ese hombre con el que había terminado teniendo sexo en el corredor, era en realidad su violador.Ese hombre que tanto había deseado y que la había salvado de terminar en la cárcel, resultaba ser el mismo que le robó su inocencia, que la volvió desconfiada y le provocó fobia a salir con cualquier chico e intentarlo de nuevo, ella necesitaba a nadie podía hacerlo sola todo, llevaba cuatro años ocupándose de sus hijas y no le había hecho falta un hombre.Tragó duro y abrió la puerta para entrar, Maryam rogaba a todos los
— Me gustó su cuerpo desnudo — Admitió la chica estremeciéndose porque él le hizo ladear el cuello mientras repartía besos por la delicada piel de esa zona, conteniéndose en marcarla ¿Por qué no lo haría? Ella era suya, le pertenecía, se había vuelto a entregar a él de forma voluntaria.A él le encantaba ese aroma, besar esa piel, le encantaba la forma sumisa en la que ella se mostraba en ese instante.— Creo que lo sospechaba — respondió él con sarcasmo, intentando coquetearle.— ¿Pero sabes qué es lo que más me gustó?— Maryam esperaba avergonzarlo antes de que todo se desmadrara, lo que no sabía era que eso no funcionaría para alguien como el rey, con tantas amantes que había tenido.— Cuando me agarraste entre tus brazos y me hiciste tuya con todas esas ganas.«Mierda»Pensó Darius III sintiendo como su pantalón apretaba demasiado en la entrepierna a causa de lo mucho que lo había alentado ese recuerdo.Levantó la mirada y se quedó cautivado por los ojos de la joven, llevó una mano