Italia, Milán.Los tres hermanos Sonobe se encontraban a las afueras de Milán, frente a una antigua cabaña con aspecto sórdido. El sitio era bordeado por un bosque conífero, con un raudal que fluía debajo del puente pétreo que los condujo hacia el interior del bosque. Habían trascurrido semanas desde la llegada de los Sonobe a Italia. Al parecer hallar la dirección concreta del lugar al que los llevó el papel de Jean Pierre fue más complicado de lo que ellos preludian. Por lo que se alojaron en una de las mansiones que poseían en Roma. Innovando estrategias que serían ejecutadas al momento en que pisaran la ciudad de Milán, donde habían pasado un par de años posterior a la muerte de sus padres. _ Esto tiene pinta de ser como la versión macabra de Hanzel y Grettell, excepto por la casa que claramente no es de dulce. Jean Paul sería una Grettell, yo soy el apuesto y valiente Hanzel por supuesto, y Jean Pierre vendría siendo el personaje de relleno. Un niño vagabundo que encontramos dea
En el centro penitenciario de San Vittore, Milán, se encontraban como prisioneros los tres hermanos Sonobe. Habían tenido piedad en mantener a dos de ellos en una mazmorra exclusiva, sin embargo, el menor de los Sonobe no corrió con la misma suerte.La venganza del oficial al que Gianluca le había propinado una paliza, consistía en mantenerlo cautivo detrás de las rejas con un puñado de reos, que se aplastaban los unos a los otros. Dejando a un furioso Gianluca sin suficiente espacio para respirar. Sus manos sujetaban con fuerza los barrotes de acero, mientras su ceño se fruncía cada vez más. _ Ya no eres un Hansel muy valiente, o ¿si?. _ Profirió con tono sonsonete clavando la vista en la pared de concreto que dividía ambas celdas. Como si así pudiera ver a través de esta a un Gianluca bastante colérico._ ¡Me acojonas Jean Pierre!. Nada de esto estaría sucediendo si tan solo tú hubieras dejado de jugar a ser un ''niño explorador'' siguiendo ese mini mapa que nos llevó a este maldit
En tanto el segundo hermano de los Sonobe aún estaba desaparecido, los otros dos aguardaban en la mansión vacacional de Roma. Gianluca se había ido a dormir en su respectivo aposento, sin embargo, Jean Paul aún seguía a la espera de la reaparición de su hermano. Los guardias de las mazmorras los dejaron marcharse después de un tiempo concreto que fue exhortado por Jean Pierre y al cual estos hicieron caso omiso a su orden. Cada vez, los juegos de su hermano los dejaban sin comodines para enfrentar el juego al que Jean Pierre los había ido sumiendo poco a poco. ¿Por qué nos dejaste ir Jean Pierre? ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones?. Pensó el mayor de los Sonobe mientras aflojaba el nudo de su corbata.A causa de la tempestad que acaparaba la mansión, las tenues luces amarillentas parpadearon un par de veces antes de apagarse por completo. La oscuridad envolvía la sala de estar, impidiendo que Jean Paul encontrara su móvil. La búsqueda se vio interrumpida cuando un estrépito soni
El segundo hermano de los Sonobe vociferaba el nombre de Adeline, mientras, era sujetado por varios enfermeros que lo retenían en la puerta, impidiendo el paso de este a la habitación.Una emoción nueva había florecido en aquellos insólitos ojos miel, miedo. Sin embargo, no era la primera vez que este efecto se producía en él. Ya la había visto al borde de la muerte, no podía perderla... No ahora.Varios doctores se encontraban en el área, reviviendo la endeble figura de la joven. Varios electroshocks aprisionaban su pecho, sin obtener respuesta alguna. Ese sonido que avecinaba muerte, ya había sonado. Era demasiado tarde, el corazón de Adeline había dejado de latir.Jean Pierre dejó de respirar por un momento, era como si hubieran extraído todo el oxígeno de la zona. Hasta que sucedió lo inevitable, el miedo de perder aquello que hace tanto tiempo había anhelado, lo hizo reaccionar. Empujando a los enfermeros, Jean Pierre cogió el aparato, para nuevamente repetir el proceso de resuc
Estando en el Aston Martin Valhalla, color plateado de Jean Pierre, Adeline cavilaba sobre el suceso que aconteció antes de salir del hospital privado de la familia Sonobe. Una doctora había puesto la mira en él, por lo que esta le concedió su número de teléfono. Sin embargo, el hermano del medio, desechó el papel que le fue conferido de un modo seductor ante ella. La joven Strange seguía repitiendo una y otra vez en su cabeza el motivo que impulsó a Jean Pierre ha actuar con tan descomedida gelidez. Sin poder seguir reteniendo la incógnita, rompió el silencio._ Tuviste una oportunidad de salir con una chica... linda, ¿por qué no tomarla?. _ Manifestó con dificultad al saber que la mujer podía resultar bastante atractiva, por esto, minimizó su "descripción".Jean Pierre formó una leve sonrisa._ Verás Adeline, prefiero conceder mi atención en algo que sí es de mi interés, en vez de atribuirle esa atención a un montón de cosas que no me interesan en lo absoluto. El comienzo de una fue
En la oficina principal de la mansión, acontecía una reunión familiar. Berom, el abuelo de los Sonobe, los había convocado a una junta para platicar sobre los incidentes que la prensa señalaba en contra de la familia. Aquello disgustó la ya amargada actitud del viejo. En consecuencia, decidió intervenir. Precisamente para no manchar el apellido Sonobe con falacias que la misma prensa se encargaba de difundir por todos los medios._ Me marcho de vacaciones durante un par de años para luego volver y presenciar como deshonran a esta familia con sus acciones liberales e inauditas. ¿Acaso no ven las noticias?. La prensa cree que ustedes son los verdaderos responsables de todos los eventos desafortunados que han sucedido. La explosión en el penthouse, la matanza en el orfanato de Aldrich, el robo de dinero y sabotaje de la empresa misma e incluso tienen pruebas sobre varios asesinatos que ocurrieron en un callejón. _ Reprochó, enumerando con sus dedos todos los hechos en los cuales los tres
Habían trascurrido cinco días desde el incidente con Gianluca en el club, cinco días en los cuales el menor de los Sonobe no dejaba de insistirle por varios mensajes de texto junto a correos de voz que evidenciaban lo ebrio que se ponía cada noche al no obtener noticias de ella. Lo cierto es que el buzón de Adeline se encontraba lleno de persistentes suplicas a más no poder. Por otra parte, Gianluca no se atrevió a irrumpir en el penthouse sabiendo que lo único que tendría de la joven Strange sería un posible rechazo que aseguraba en destruirlo por completo. Prefería hacerlo de ese modo, pero manteniendo la duda en sí ella lo perdonaría tarde o temprano. Adeline no se perdía de ninguna nota de voz y menos de leer un mensaje de texto suyo. No obstante, seguía sin poder responderle o siquiera pensar en hacerlo.Cada vez que lo escuchaba así de vulnerable, la turbaba... Ni ella misma comprendía porqué se sentía de ese forma. Por lo que arrojó nuevamente la contestadora contra la pared d
Rostros desconocidos fue lo que contempló a Adeline al adentrarse con Gianluca en el Gran salón. A excepción de Eydrian, Bastian y André, ese trío dinámico no se perdió por ninguna parte. Eydrian estaba reunido con Jean Paul y con un señor mayor que Adeline no pudo reconocer dentro de los integrantes ya conocidos en el grupo. Intuyó que posiblemente debía tratarse sobre negocios pendientes vinculados con el Royal Empiere Sonobe. Mientras que los otros dos, Bastian y André, se encontraron deglutiendo bocadillos en los diversos buffets que se encontraron esparcidos estratégicamente por la estancia. Parecían dos niños jubilosos por la cantidad exorbitante de distintas opciones de comida que tenían a su alcance. Por lo que cedieron de inmediato ante la vista y el aroma que brotaba del festín. Los ojos avellana de Jean Paul no tardaron en percatarse de la elegante presencia de Adeline. A pesar de que lo complacía verla aquí, su mirada se oscureció por completo al observar como sujetaba e