—¡¿Cómo es posible que se case con él?! — se escuchaban varios gritos yo cosas romperse
—Tenemos que deshacernos de ella antes de lo planeado — un hombre de mediana edad encendía un puro luego de hablar.
—No puedo creer que ese bastardo sea mejor partido que yo — el que se encontraba alterado se daba tirones de cabello.
—Pensé que iba a reconsiderar la oferta que le dio nuestro padre — menciono el mayor al soltar el humo—. Tenemos el mismo prestigio de los Lee, incluso somos mejores
—Hermano — se acerco el otro hasta ponerse sobre una rodilla junto a su hermano —, dime que tengo que hacer
—Vas a tener que adoptar un estilo que ella encontrara irresistible
—No me convertiré en el doble de Hiro— menciono con asco
—Ah perdóneme su majestad ¿Pedí tu m*****a opinión? — el mayor se levanto y le dio una bofetada.
El más joven se sostuvo la mejilla enrojecida, estaba molesto, pero no podía oponerse a lo que su hermano mayor le pedía, en su familia era él quien tenía mayor poder y si tu hermano mayor te dice que te lances por la ventana, lo haces, asi que solo se mordió el labio ahogando su molestia.
—Tenemos algo a nuestro favor— retomo el mayor— Nadie sabe que ese imbécil de Hiro pertenecía a este clan, nuestro padre fue muy listo al no permitir que esa prostituta revelara su paternidad — poco a poco el hombre se acerco a la luz que emanaba de la chimenea, revelando asi una gran cicatriz que cruzaba su mejilla y nariz—, a pesar de las similitudes, el apellido se mantuvo limpio, pero, ahora tenemos que traerlo de vuelta si queremos que ella se fije en ti.
—Lo hare, hermano — respondió sin mas opción—
—Cuando finalmente te cases con ella, podremos quitarle todo el poder y yo tendré lo que mas quiero…— el misterioso hombre emitió un suspiro y paseo la mano libre sobre su pecho—… a ella…
En casa de los Bellic, los hermanos, abuelo y ahora prometido de Lana estaban cenando muy tranquilos en el amplio comedor de la propiedad, era la primera vez en muchos años que no se escuchaban peleas o reclamos de ningún tipo.
—¿Cuándo será la boda? —pregunto Mikkel.
—En un mes— respondió Lana
—¿Por qué tan pronto? — Laurent se sorprendió— ¿estas embarazada?
—Claro que no — Frederick casi se ahogó con la comida al oír eso—, no quiero esperar mucho, entre más pronto sea, más rápido podré liberarme de trabajo
—Ahora que su hermana ha limado asperezas con ustedes, les cederá puntos de trabajo— comento el abuelo de los chicos
—Asi es, quiero que se involucren más, Laurent tu manejaras el negocio de la seguridad a otras familias — el chico afirmo en silencio — Y tu Mikkel, manejaras el negocio de las drogas, eres el mejor químico que conozco, solo tu podrás manejar esos productos
—Lana…no sabes que alegría me da escuchar eso de ti — Mikkel tomo una servilleta secando sus ojos llorosos—, te prometo no defraudarte
—Se que no lo harás, tendremos un nuevo comienzo los tres como los hermanos que somos y con eso haremos que nadie olvide nuestro apellido.
—Los Bellic seremos imparables— los hermanos alzaron su copa y Mikkel miro a Frederick —. Alza la copa también Frederick, eres de los Bellic ahora.
El mencionado alzo la copa también con una sonrisa pintada en los labios, sentía que lo estaban aceptando los hermanos de su prometida, eso lo hacia sentir que tenia una familia grande, antes solo habían sido su madre y él, pero ahora era diferente, estaban ellos dos, cuando todavía no los conocía y solo escuchaba los relatos de los demás mafiosos, se imaginaba un par de chicos egocéntricos, sedientos de poder, pero se daba cuenta que todo eso que decían era pura mentira, casi como la forma en que describían a Lana, ella no era una mujer cruel, solo tenia una coraza que mostraba a todos porque tenia miedo de ser herida nuevamente.
Esa cena le había dado una perspectiva muy diferente al joven, estaba sentado en la cama esperando que Lana saliera de bañarse, mientras esperaba, se quedaba pensando en si llegaría a ser amado por su futura esposa, su anhelo era ese, que lo amara, pero a la vez veía una gran necesidad de volverse mas fuerte, convertirse en el mafioso que la protegería, estaba tan metido en sus pensamientos que no la escucho hasta que ella se posó frente a él.
—¿Me escuchaste?
—¿Qué? No, lo siento ¿Qué decías?
—Que quiero que vayamos a un karaoke — repitió la castaña.
—¿Ahora?
—Si, es temprano aun, son las diez— dicho esto, ella se sentó frente al tocador para maquillarse un poco
—Vale, puedo manejar yo, asi no llevaremos guardias — ofreció Frederick
—Bien, no creo que los necesitemos de todos modos, será algo muy tranquilo
—Eso suena a que harás algo ahí — el chico alzo una ceja
—Si, un trabajito
En ese instante, Frederick no entendió bien a que se refería la chica, él solo la siguió cuando salieron de casa, manejo al bar de karaoke que le indico, estaba lloviendo fuertemente esa noche, las calles no eran muy seguras, pero finalmente arribo al sitio, bajo primero para ofrecerle la sombrilla a la chica que se sujeto de su brazo, asi entraron juntos al lugar.
—Se ve un poco tétrico— confeso el chico
—Lo es— respondió ella sonriendo como si nada—, como mi futuro esposo, debes saber mis ocupaciones, hoy venimos a cantar, pero también a una reunión privada con los hermanos Black.
—Solo conozco al ex líder de ellos— Frederick se puso algo nervioso.
—Michael me propuso matrimonio varias veces, pero no sé, hay algo en él que nunca me dio confianza y su hermano mayor Lucien, me da miedo— le dijo en confesión, ella.
—Dicen que es muy sádico.
—Lo es, era atractivo antes de que lo hirieran, aunque con esa cicatriz que tiene se ve rudo— exclamo ella entre risas—, si no fuera tan raro, habría salido con él
—Eso me pone celoso.
—Tranquilo, mi prometido eres tú.
Entraron a una sala privada donde los esperaban, ella iba riendo junto a su prometido hasta que se encontraron con los hermanos Black, Lucien fue el primero en ponerse de pie, se encontraba solo, sus ojos se iluminaban cuando la veía, mas ahora con el cambio en su estilo, consideraba a Lana el más hermoso ángel sobre la tierra, mas que un amor, estaba obsesionado con ella, la mujer no era del todo consciente sobre esto.
—Lamento la tardanza— Lana tomo asiento.
—No tienes que disculparte, mi flor — respondió Lucien tomando la mano de ella para besar el dorso —
—¿Y su hermano? — pregunto Frederick
—Estará pronto con nosotros— Lucien llevo sus negros ojos al rubio—, tu debes ser el afortunado que desposara a esta bella flor—, eso ultimo lo dijo con cierto recelo—. Eres un bastardo con mucha suerte.
—Te agradeceré que no digas esa palabra, Lucien— dijo Lana de forma seria
—Me disculpo, bella mía— le respondió.
Lucien era un hombre de unos 37 años, de cabello y ojos negros, muy elegante, era un sujeto apuesto a pesar de esa marca en su rostro, el rubio no dejaba de verlo con una desconfianza palpable, Lana noto esto y poso su mano sobre la de su prometido en un acto de cariño, asi como para transmitirle calma, el pelinegro tuvo que guardar la calma al ver como ese mocoso tocaba a la mujer de sus sueños.
—No pude responderle antes, pero si, soy el prometido de Lana— finalmente respondió el rubio—. Mi nombre es Frederick Lee.
—Eres un muchacho muy joven, me preocupa que no sepas cuidar de mi bella Lana.
—No se preocupe, la protegeré mejor que nadie — aseguro—, mejor deberíamos hablar de porque nos ha hecho venir hasta este lugar.
—Niño, eso es tema de adultos, tu solo eres un invitado
—Mi prometido no es solo un invitado, le conciernen los negocios de la familia—, al oír eso, Lucien palideció un segundo hasta que escucho que su hermano entraba.
—Justo a tiempo, Michael
Lana quien hasta ese momento se había mantenido en calma, se quedo congelada cuando alzo la mirada para observar al mencionado, era como ver un fantasma, porque quien entraba era una imagen muy similar a Hiro, el cabello a los hombros, alborotado, esa mirada familiar.
Apretó con fuerza la mano de Frederick.
Lana sintió que todo el mundo se le venia abajo cuando observo a Michael Black con el cabello hasta los hombros, alborotado y con una pinta que lo hacia muy similar a Hiro, tenia una mezcla de sentimientos alborotándose en su interior que no supo como fue capaz de guardar la compostura, pero manteniendo fuerza ejercida en la mano de Frederick.—Lamento mucho la tardanza— se excuso Michael tomando asiento junto a su hermano —, pase mucho tiempo hoy recortando mi cabello—Ese estilo te va fatal — escupió Lana— ¿Exactamente que traman?—¿A qué te refieres? — pregunto Lucien fingiendo sorpresa—Me refiero a esta estupidez de que Michael adopte el estilo de Hiro— la mujer se levantó sin demostrar emoción alguna — ¿Qué pensaron? ¿Qué me desharía al verlo asi? Porque si fue eso, entonces son m&
Perdió la noción del tiempo al haber llorado tanto, solo recordaba que llego un momento en que sus lagrimas simplemente dejaron de salir de sus ojos, pensó que se le habían agotado, no sabia si eso era bueno o malo, asi que luego de eso volvieron a casa en completo silencio.Cuando bajo del auto no dirigió palabra alguna al rubio, solo entro y se condujo a su habitación, quería tumbarse en la cama y dormir todo lo que pudiera, el dia que venía seria todavía más abrumador, todas las familias se iban a reunir para discutir ciertos asuntos que en ese momento eran de vital importancia.—Lana, debes despertar — Mikkel entro a la habitación de su hermana a las siete de la mañana—¿Ya es hora? — pregunto ella con los ojos cerrados—Si, no podemos llegar tarde—Ya bajoEl joven asintió sali
—Deberás entender que nosotros como miembros de este clan, solo buscamos lo mejor para nuestros negocios— inicio diciendo el Sr. Green—, creemos que no es bien visto que te cases con un...con alguien de menor rango—Decimos esto sin ofender en nada a su familia Sr. Lee— le continuo Lucien Black—Ustedes piensan que Frederick no es suficiente solo porque es hijo de una madre soltera— hablo el Sr. Lee—, es parte de mi familia y eso lo hace igual de importante que cualquiera de nosotros, no tienen el derecho a hacerlo menos solo por su origen—Además, he decidido tomar el apellido de Lana— respondió firmemente el rubio—, dudan de mi por ser un bastardo como ustedes dicen y porque soy menor que ella, pero para que sepan que en cuanto tenga la oportunidad les demostrare de lo que soy capaz—Yo llegue a este clan cuando apenas tenia 18 años —
No sintió arrepentimiento después de haber sujetado la mano del rubio, estaba segura de que había tomado la decisión correcta, su corazón latía con fuerza, pero debía mantener la compostura, luego de esa escena juntos, ella se marcho a su oficina donde podía estar sola y reflexionar ante todo lo acontecido en ese dia.Se reclino en el asiento sonriendo en silencio con las manos posadas sobre su estómago, se sentía como adolescente en su primer noviazgo, eso estaba bien, pensaba en otras cosas, si todo salía bien con él, finalmente se desharía de su terrible pasado.Tocaron a la puerta.—Adelante — dijo ella—Lamento interrumpirte — le respondió Frederick al entrar— ¿Estas ocupada?—No ¿Qué pasa?—Quería invitarte a cenar — pidió.—Por supuesto — exclamo ella sonriente.—Volveré por ti a las nueveDicho esto el rubio se retiró, la mujer se puso de pie para ir a alistarse, miro la hora, tenía poco más de una hora para hacerlo, no sabia que clase de lugar visitarían asi que opto por un e
Había tantas cosas que quería decir y, sin embargo, no dijo nada, solo lo beso, unió sus labios con los de él dándole de esta forma todas las respuestas que no pudieron ser entregadas con palabras. Era feliz, sinceramente lo era, ese chico, ocho años menor que ella despertaba sentimientos que pensó que nadie podría reavivar ¿Cómo era posible? Muchos lo habían intentado, de maneras mas elaboradas, pero nadie lo había logrado, no hasta ese momento ¿Qué lo hacia diferente? Se lo preguntaba de forma constante, tal vez era el destino.—He estado enamorado de ti toda mi vida — le confeso Frederick—. No espero que me respondas mis sentimientos en este momento, no planeo presionarte tampoco.—Me gustas — respondió ella—, me es complicado entender mis sentimientos luego de tantos años reprimiéndolos, pero soy feliz cuando estoy contigo, me siento viva de nuevo—Mi bella, jamás te abandonare.Lo abrazo con fuerza, ocultando el rostro en su pecho, escuchar que jamás la abandonaría era algo que l
Lucien era un hombre malvado, pero lo que mas le pesaba era la envidia que sentía hacia Frederick Lee, él tenía algo que quería, que anhelaba con todo su ser y tenia que quitárselo, nadie merecía mas a Lana que él, la conoció desde la adolescencia, nunca sintió tanto amor hasta que sus ojos se posaron ella.Se conocieron en la fiesta de cumpleaños numero 14 de Lana, su padre organizaba enormes fiestas siempre para su bella hija, hasta ese momento, Lucien de entones 23 años fue arrastrado por su molesto hermano hasta la mansión de los Bellic.— ¡Lucien, muchacho! — El Sr. Bellic abrazo al joven—, que alegría que decidieras venir.— Bellic, la verdad vine acompañando a Michael — respondió algo apenado—. Mi padre insistió— Por favor, siéntanse como en su casa, mi hija bajara pronto, podrás conocerla finalmente.— Si, le hemos traído un regalo, lo dejamos en el jardín.— Vamos, vamosSalieron con el padre de Lana, su hermano se retiro con los de su edad, Lucien se quedo con los mayores t
Lana lloraba, sentada en el jardín entre todas sus flores amarillas llorando, sobre ella caía una incesante lluvia, tenia los puños apretados, sus hermanos la miraban desde la puerta, se sentía como nunca, había en ella una ira que no podía expresar abiertamente. Todo ocurrió apenas unas horas antes…. 22:18 pm del viernes. Faltaban menos de una semana para la celebración de la boda entre Lana Bellic y Frederick Lee, aunque no era lo que muchos querían, terminaron aceptando las invitaciones cuando tocaron la puerta, todas las familias de la mafia confirmaron su asistencia, ella estaba sumida en los preparativos que confió los negocios a sus hermanos, revisaba los menús, los lugares, absolutamente todo. Frederick por su parte se encargaba de algunos negocios para quitarle a su prometida ese enorme peso, fue el viernes por la tarde que recibió un mensaje de un numero desconocido, sin embargo, el mensaje llevaba una dirección y un nombre al final. —Carolina — dijo para sí mismo. Se d
— Déjame despedirme de mis hermanos, debo dejarles algunas cosas en claro antes de irnos— pidió Lana acariciando las mejillas de Lucien— Te esperare abajo — dicho esto, se atrevió a besarla, ella tuvo que corresponder.Ella afirmo en silencio, espero a que saliera de la habitación para que sus hermanos entraran deprisa siendo seguidos por el abuelo de los tres, estaban demasiado sorprendidos, habían escuchado la conversación entera, pensaban de verdad que Lana estaba depositando su persona en Lucien, pero en cuanto ella se limpio las lagrimas y se cruzo de piernas, supieron que todo se debía a un engaño de ella.— Estoy segura de que Lucien tiene algo que ver con todo esto — inicio Lana—, necesito entrar a la hacienda de los Black, si hay algo que lo inculpe, está ahí.— Pero no puedes ir en tu estado — dijo de inmediato Mikkel.— No tengo otra opción— respondió—. No se preocupen, voy a estar bien, él jamás me haría daño, primero se corta las manos— Pero no s