La Huida

Frederick

Le tendí mi mano a Leah para ayudarla correr por el pasillo hasta el elevador sin que sus pies se enredasen con la larga cola del vestido y ella la aceptó sin dudas, lo que me hizo sentir que estaba tocando el cielo con las manos. No podía contenerme, la atraje hacia mí de un tirón ajustando su cintura con mis manos para apretarla contra mí. Hasta que estuvimos tan cerca que podía sentir su aliento acariciando la piel de mi cuello.

Con la nariz roce suavemente el lóbulo de su oreja, la línea que dibujaba su mandíbula, hasta llegar a sus labios, entonces cerré los ojos y le dejé un beso casto en la comisura de sus labios. Ella se aferró de mi pecho como si necesitase sostenerse. La sujeté de la nuca mirándola a los ojos con intensidad y sin poder soportar los milímetros que nos separaban ni un segundo más, cubrí sus labios con los míos. Hundí mi lengua en su boca, mordí su labio inferior y mis manos tomaron su rostro para inclinar su cabeza ligeramente.

Me pegué más a su c
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo