Isaías estaba irritado, apenas había descansado tres horas porque Zoe no lo dejó descansar más, y para evitar tener una nueva discusión con ella, que relativamente perdería porque Zoe no es como cualquiera de su manada que puede castigar si le falta el respeto; ella es su luna, una humana frágil que debe soportar y desear al mismo tiempo. Frustrado tanto sexual como por no haber descansado, pidió a su madre ir con Zoe para que le llevara algo de ropa y la ajustara a su cuerpo, porque tenía pensado enviar a comprarle todo lo que ella necesite. Puesto que Zoe estará apresada, pero no dentro en la casa, sino dentro en la manada, tendrá la libertad de ir dentro de la manada a cada lugar que quiera y debe estar bien arreglada.

—Zoe, entiendo que estés enojada con nosotros— Le dijo Alice a Zoe cuando la veía evitar su mirada, Alice estaba acomodando un vestido para que Zoe se lo pusiera y ella trataba de no ver a la señora, incluso la miraba con recelo y descontento.

—¡¿Por qué será?! —. Au