El pago por la liberación se había hecho. El jefe retiró el dinero tal y donde lo había pedido. Federico había dado la orden de no hacerle nada, porque temía que algo pudiera pasarle a su esposa.Pero el hombre de confianza que se encargaba de la búsqueda había desplegado un gran operativo para seguir al delincuente. _ Descuide señor... la encontraremos hoy mismo y ellos pagaran por lo que han hecho. Federico lo miró serio, sus ojos azules despedían odio pero también desesperación. 《Si algo le sucede, no podré seguir, sin ella no podré》.El amor que le tenía era tan grande y profundo, se sentía tan conectado con ella que sentía un miedo inusitado, como nunca lo había sentido.No sabía por lo que ella estaba pasando, sentía que Elizabeth no estaba bien a pesar de las fotos que le habían enviado. _ No quiero que Lizy sufra las consecuencias si ustedes hacen algo mal. El hombre tomó una postura más firme. _ Señor, toda mi gente es profesional. Estoy seguro de que ella no está en la
Federico y Salvador corrieron a través del camino y entre unos arbustos, vieron a un joven que luchaba por sobrevivir._¿ Dónde está mi esposa? _ dijo Federico agachandose para tomarlo de la ropa. Juan, trataba de hablar. _ La ayudé a escapar, la iban a matar..._ confesó_ aunque pagara...señor, ella me pidió... me pidió que le dijera que cuide a Lucas. Federico miró hacia su alrededor. ¿Cómo creerle a un delincuente, por más joven que fuera? _¿Hacia donde fue? ¡Dime o lo lamentarás tu y toda tu familia! te juro que será así_ dijo furioso.El joven estaba malherido, parecía que se estaba por desmayar._ Salió corriendo hasta el puente, mientras yo... detenía a ese hombre que quería..._ tosió y tomó aire_ tocarla... ella corrió... no la vi más... por favor señor... solo tengo a mi madre enferma..._ rogó él joven.Federico lo soltó, por alguna razón le creyó. _Llevalo al hospital_ respiró_ si es como dice, hay esperanzas de encontrarla.Los hombres levantaron al joven, antes que se
Elizabeth abrió sus ojos, trató de moverse pero sintió un dolor agudo en su pierna, todo su cuerpo en sí le dolía. Trataba de enfocarse para saber donde estaba, miró a su alrededor pero nada le parecía familiar. De repente, un joven con sonrisa amable, se acercó a ella._¡Por fin has despertado!_ le dijo_ ¿Cómo te sientes? Ella se tocó la cabeza. _ Me duele todo el cuerpo... pero me siento bien eso creo_ tenia sus magulladuras en sus brazos y piernas y algún que otro golpe y herida en un cara. Pero al menos, estaba viva._ Unos hombres te encontraron y te trajeron hasta aquí. ¿Recuerdas como llegaste o que te sucedió? Ella no recordaba nada. _ No..._se tocó la cabeza_ no lo sé.Lizy miró al hombre amable consternada.¡No recordaba nada del accidente!El le sonrió tranquilo, no quería que ella se alterara. _ Bueno, quédate tranquila es probable que aún estés algo confundida_ le tomó la mano_ Me llamo Miguel, aquí todos me dicen Padre Miguel_ la miró dulcemente_ ¿Tú cómo te llamas
Las noticias sobre la desaparición de Elizabeth ya se habían diseminado por todos lados. Todos hablaban de su secuestro, tratando de investigar que podría haber sucedido o donde podrían haberla llevado los captores si aún seguía viva. Para sus seres queridos era muy doloroso ver eso. Federico no había dejado de buscarla, siguiendo todas las pistas posibles, ofreciendo una gran recompensa por información pero nada había dado resultado. Nadie podía hacerlo entrar en razón, no quería escuchar ni siquiera a Santiago. Se había abandonado de tal manera que su imponente figura había sido mellada ante la ausencia de Lizy.Todos temían que el perdiera la razón si seguía así.Quien estaba atenta a todas las noticias era Renata, que lejos de tener miedo estaba segura que Elizabeth estaba muerta y que él único detenido no hablaría, porque tenían amenazada a su familia, obviamente toda la culpa recayó sobre él. Federico se había encargado de que Juan estuviese bien protegido, si bien seguía en
Esa noche prácticamente Pablo no pudo dormir. Se sentía ansioso. Miguel le había contado de una chica que habían encontrado, quien a pesar de estar muy golpeada se encontraba bien, pero aún no recordaba quién era. Apenas el sol estaba asomando, se levantó y comenzó a caminar por el lugar llegando hasta el rio, no lograba sentirse tranquilo. Cuando estaba regresando miró hacia la choza en la que estaba la joven, se fue acercando y vió que la puerta estaba abierta. Golpeó pero nadie respondió._ ¿Estoy aquí señor, necesita algo?A Pablo se le congeló la sangre.《¡Esa voz!》.Se dió vuelta y fue hacia el costado de la choza, allí estaba ella, con su largo cabello negro, su hermosa fisonomía y una gran sonrisa. A pesar de los golpes que tenía y el trauma que había sufrido ella seguía sonriéndo.Pablo se acercó lentamente, como teniendo miedo de que fuese una visión._ Liz... Liz...¿eres tú?_ susurró.Ella lo miraba expectante. _ ¿Esta bien señor? ¿Necesita ayuda?Pablo la miraba maravil
Miguel esperaba impaciente a que Pablo entrara a la cocina, estaba bastante sorprendido por lo que había visto y sabía que había alguna explicación para eso.Apenas el joven regresó el amigo saltó de su silla para hablar con con él._ ¿Me puedes explicar qué fue todo eso Pablo? Dime... ¿esa chica procede con todos amable pero con desconfianza y tú en un par de horas lograste abrazarla y consolarla? ¿Hay algo que no sepa y tenga que saber?Pablo hizo silencio. Si le decía la verdad a Miguel en ese momento, sabía que irremediablemente tendría que llevar inmediatamente a Elizabeth con Federico y se negaba a hacerlo._ Se siente muy mal. Tiene miedo de regresar... solamente le dije que tendría que llevarla a la ciudad, pero ella no quiere irse aún_ dijo Pablo tranquilo.Miguel estaba tan apartado de todo, que si bien sabía por Pablo sobre el secuestro y la supuesta muerte de Elizabeth, estaba tan inmerso en su mundo, que ni siquiera era consciente de hasta donde podía llegar la situación.
Si bien Federico se sentía morir sin Elizabeth a su lado, ponía todo de sí para salir adelante. Estaba tratando por todos los medios de ocuparse de la búsqueda de su esposa y del cuidado de su hijo. Los primeros días habían sido muy difíciles, pero luego con el apoyo de su entorno, sobre todo el de Adrian, él fue poniéndose en pie. _ Sé que pronto mami estará aquí_ le decía a Lucas mientras le daba un baño_ mientras tanto seré yo quien se ocupe de hacerlo siempre. El bebé lo miraba sonriendo mientras jugaba con el agua.La escena de Federico ocupándose de los cuidados de su hijo despedía mucha ternura, pero también una gran tristeza. Ellos habían decidido ser padres presentes en todos los aspectos y uno de ellos era el cuidado personal de su hijo, fue así que ambos tuvieron que aprender a hacerlo. Desde darle de comer hasta cambiar pañales. Ver a Federico Alvear, un despiadado y poderoso hombre bañar al niño y cambiarle pañales, era una imagen que nadie podría llegar a imaginarse.
Esa noche, la lluvia comenzó a caer con una inusitada furia. Parecía que no tenía intensión de darle tregua a los habitantes de la aldea quienes temían la crecida del rio que circundaba en el lugar. Elizabeth estaba inquieta, tenia temor de que algo pasara.Para su fortuna tenia a su ángel guardian, a quien siempre la había cuidado, el buen y dulce Pablo._ Me quedaré contigo por esta noche, descuida_ le dijo sonriendo_ puedes descansar tranquila, mientras yo esté prometo que nada te sucederá. Lizy sonrió. Desde que ese hombre había aparecido,sintió paz. _ Gracias Pablo, es usted muy amable._ Por favor_ dijo el hombre mirándola con ruego_ tratame no me trates de usted...me siento un anciano. Ambos se echaron a reír._ Está bien...después de todo, no debes tener muchos más años que yo_ le dijo Elisabeth divertida. Pablo la miró detenidamente, una mirada que la joven no pudo descifrar._ tengo cuatro años más que tú_ le espetó sin darse cuenta. Lizy abrió sus verdes ojos asombrad