Los dos días en los que se suponía Pablo iba a estar con ella, se transformaron en varios más. Las incesantes lluvias, hacían casi imposible la salida del lugar. El joven realmente no podía creer lo que le estaba sucediendo, Elisabeth lo recordaba y su relación era como la de antes, donde siempre estaban juntos, hablando de todo, riendo, bromeando. ¡Eran tan similares! Pablo, moría por besarla. Con cada abrazo, cada roce o pequeña caricia el deseo de él por ella se iba acrecentando, tenerla tan cerca y no poder darle rienda suelta a sus deseos, lo estaban volviendo loco.A pesar de estar con Pablo, Lizy comenzó a sentirse ansiosa, algo la inquietaba y no sabía que era. El joven estaba preocupado, porque era consciente que debía decirle la verdad pero no sabía como. Miguel, siendo médico le había aconsejado que le diera tiempo a Elisabeth para que pueda recuperarse y asimilar la situación, la mente es algo compleja de comprender, por alguna razón, las últimas vivencias de Lizy estab
Había llegado el día en que Pablo debía regresar con Lizy a la ciudad. Miguel los acompañaria ya que iban a ir directamente a la policia y él debía testificar como habían encontrado a la joven, y tambieén para que su amigo no hiciera ninguna locura. _ ¿Porqué debemos ir a la policia? Estoy bien, solo un poco golpeada quiero ir a mi casa, ver a mi tío... _ insistía Elizabeth. A Pablo le rompía el corazón escucharla, no sabía de que manera decirle la verdad, sin lastimarla. _ Liz, es necesario ir porque la policia debe investigar como fue que llegaste a la aldea, además se ha hecho una denuncia por tu desaparación _ le explicó pacientemente Miguel _No tengas miedo, verás que todo saldrá bien. Cuando llegaron, Pablo tuvo que hacer lo que no quería. Llamar a Federico. No tenía otra opción. Porque si la policia le informaba, él vendría y miramientos por la emoción se encontraría con un Elizabeth que no lo conocía y provocarle un ataque de nervios. Marcó su número y esperó pacientemen
Elizabeth estaba frente al detective que llevaba su caso, pero era poco y nada lo que podía aportar. Al tener lagunas mentales, solo pudo contar lo que recordaba al despertar. Su magullado cuerpo, mostraba las secuelas de los golpes recibidos. _ Bien señora Alvear... _ dijo el inspector sin darse cuenta _ deberá ir al hospital para asegurarse de que sus heridas no son de cuidado... La muchacha quedó impavida, ese apellido le sonaba conocido... _ ¿Señora Alvear? Detective... creo que se confundió. Yo no estoy casada._ dijo ella sonriendo levemente _ Aún no planeo hacerlo. El hombre se quedó helado cuando se dió cuenta de su error. _ Disculpe, señorita... Valverde _ dijo leyendo el informe. Elizabeth pasó por alto el error del hombre y se dispuso a retirarse. _ ¿Dónde está Pablo?_ preguntó preocupada _ quiero que me lleve a mi casa. _ El señor Mendoza está dando su declaración, en un rato seguramente ya podrá retirase _ le dijo el detective amablemente. Ella asintió. Salió d
Elizabeth bajó lo más rápido que pudo, para entrar en su casa. Allí no solo la esperaba Victoria, sino sus primos Esteban y Laura. Adrián había avisado de la situación que la muchacha atravesaba. A pesar de las limitaciones físicas que estaba sufriendo, entró como un torbellino a su casa._!Tío Alfonso! ya volví... ¿Dónde estás? _ preguntó ansiosa. Esteban le hizo una señal a Pablo de que él se haría cargo de la situación. Una vez que la saludaron y abrazaron emocionados por un buen rato, fue Esteban quién tomó la decisión de hablar con Lizy y contarle la verdad. La muerte de Alfonso era algo que no se podía ocultar fácilmente. _ Lizy, quiero hablar contigo... sígueme_ le dijo tocándole la espalda para guiarla. Pablo decidió quedarse con la anuencia de Victoria, Lucía venía en camino, estaba desesperada por ver a su mejor amiga. Una vez que cerraron la puerta del estudio, el estado de ansiedad de Elizabeth fue elevándose, tenía el presentimiento que algo estaba muy mal. _ ¿Qué
Federico ya había trazado un plan y según él con la determinación que tenía, el cielo era su límite.Su esposa estaba viva y eso le daba esperanzas para lograr su cometido: enamorarla y traerla de nuevo a su hogar. Esa mañana bien temprano se comunicó con Victor. _ Quiero saber, como va la obra que le encargué al arquitecto, necesito saber que avances ha tenido_ le dijo Federico con un tono bastante autoritario. Victor tragó saliva, como se notaba que la señora Elizabeth había vuelto, su sola presencia le daba vida a su jefe. _ Hasta donde sé, va bastante avanzada. Falta aún, quizás si usted quiere podríamos contratar a más gente y agilizar todo _ le sugirió su asistente._ Llama al ingeniero encargado y al arquitecto. Que contraten más personal. Y necesito que contactes al mejor decorador que haya, no importa si es extranjero. Necesito un buen especialista. Necesito que esa casa, quede tal cual la pedí._ ordenó él.Victor asintió._ Si señor, como usted ordene_ dijo cortando la l
Luego de varios días de tratar de que Elizabeth recordara algo sobre ellos, tuvo que aceptar que eso estaba siendo más difícil de lo que él pensaba. Le quedaba solo un recurso más: Llevarla a conocer a Lucas y ver que sucedía. Mientras tanto y a pesar de las advertencias de Federico y los regaños de Lucía, Pablo seguía insistiendo en enamorar a Lizy, pero ella en su interior, sabía que nunca podría amarlo, al menos no como esperaba él.En cambio, el desconocido hombre que venía todos los días a verla, ese había despertado en ella un inusitado interés. Lo que más la desanimaba era que él le hablaba de la esposa que había perdido y siempre lo hacía con mucho amor. 《 Es evidente que la sigue amando》pensaba decepcionada y triste. Aún así no podía dejar de pensar en él, en esos hechizantes ojos azules, en su voz y en esa boca que locamente deseaba besar. Cada vez que él se iba, ella sentía una gran tristeza y un vacío inexplicable. Victoria quien siempre estaba a su lado, la observaba
Federico entró al hospital a toda prisa, él necesitaba cuanto antes saber la verdad y tenía la esperanza de que el joven, quien según le habia dicho, había salvado a Lizy de ser asesinada. Apenas entró a la habitación, vió que su madre lo estaba acompañando. La pobre mujer, apenas lo vió lo miró con agradecimiento, pero también con vergüenza y pesar. _ Señor, mi hijo pagará el mal que ha hecho, yo no lo eduqué para esto ... por más necesidad que tengamos, jamás voy aceptar lo que hizo _ le dijo la señora _ le agradezco lo que ha hecho por él aunque no lo merezca. Federico se acercó a la mujer y la miró con compasión, era una pobre mujer cuya vida pendía de un hilo, era por esa razón que su joven hijo había aceptado semejante trabajo. _Señora, su hijo salvó a mi esposa. Ella está viva gracias a él _ le dijo sonriendo. Juan no pudo más que sentir una inmensa alegría. _ ¡¿La señorita está viva?! Oh Dios, cuanto me alegro por ella... digame que encerraron a las personas que hiciero
Federico sabía que debía actuar lo más rápido posible ante la amenaza de que Renata volviera a atentar contra Elizabeth o ante una eventual sospecha de que la fueran a descubrir quisiera escaparse. Lo primero que hizo fue ir a la jefatura de polícia y exponer el caso. Sabía que deberían tomarle la declaración a Juan, pero sería su abogado quien intervendria por el joven para dejarlo exonerado de cualquier cargo a cambio de su declaración.El detective, escuchó pacientemente todo lo que Federico le contó._ Bien, si eso es todo lo que tenemos, quizás la única opción que tenemos es que ella confiese su culpa_ le dijo el hombre seriamente _ Si es así como usted dice, posiblemente quizás si la enfrenta ella le diga la verdad. ¿Y cómo hacerlo? Ella sabía muy bien que Elizabeth no recordaba absolutamente nada y Juan no la había visto bien. _ ¿Qué tan bueno es usted para mentir bajo presión? _ le preguntó el detective _ Si sus emociones no lo traicionan quizás podría engañarla y decir que