- Aún tengo hambre- me atrevo a decir después de un rato.- ¿Que te parece si salimos a comer?- - ¡Genial! Tomaré una ducha rápida y estaré lista - puedo ver que toda mi ropa sucia no es apropiada para salir y él parece notarlo también.- Yo haré lo mismo pero en el cuarto de invitados, nos vemos en la sala- me dio un corto beso la comisura de mis labios para después subir al cuarto, el acto se empezaba a volver cada vez más recurrente y con esto su normalidad.Abrí mi closet y saqué unos jeans ajustados y una blusa de manga larga azul, me metí a la ducha y me enjuague todos los rastros de comida que tenía, me bañe lo más rápido que pude y me cambié, dejé mi pelo mojado suelto y bajé los escalones de dos en dos hasta la sala, pero no pude ver a Alonso.- Sara, ¿no viste a Alonso?- la miré extrañada mientras ella sólo me sonreía con ternura, al parecer no era solo yo la que se deba cuánta de un cambio en mi aspecto.- En el estudio, niña- le sonreí amablemente para después ir al estudi
- Andrea despierta, tenemos que ir a trabajar- una voz me despierta de mi tranquilo sueño y yo sólo tomó una almohada y con las pocas fuerzas que tengo la zarandeo por los aires y perece que le doy a alguien por que logro oír un grito ahogado- ¡¡Demonios!! no era necesario hacer eso- reclamó Alonso, abrí mis ojos con pesadez y lo veo en el suelo, está arreglado con un traje gris y una corbata roja sin amarrar- ¿Qué hora es?- normalmente me levantó temprano, pero justamente ayer pasaron mi película favorita, Cazadores de sombras y me quede hasta altas horas de la noche viéndola por lo que ahora tenía demasiada pereza para levantarme.- A penas son las 6:30 am pero tenemos que llegar temprano- Alonso se levantó con una mala cara después de el golpe y yo sólo le sonreí inocentemente- Lo siento, me vestiré rápidamente - quite todos los edredones de la cama y me pare de un salto.Hice todo mi arreglo personal y me vestí con una falda tres dedos arriba de la rodilla un poco pegada y una b
Después de nuestra pequeña reconciliación en el auto lo que faltaba de recorrido fue más corto y Alonso me explicaba algunas cosas básicas sobre el trabajo. - ¿Así que si te quiero llamar tengo que marcar el número uno?- pregunté de nuevo. - Si, Andy- me volvió a confirmar Alonso ya que llevaba todo el camino tratando de explicarme como funcionaba el teléfono. - ¿Y si marco el número, tres?- La verdad ya había entendido bien, aparte tenía experiencia ya que el Doctor con el que trabajaba antes tenía un teléfono de extensiones y todo eso, pero me encantaba hacer enojar a Alonso era algo divertido. - ¡e contestara otra persona!- su voz empezaba a aumentar y junto con ella mi sonrisa. - Bien, ya entendí- traté de contener mi risa y así siguió el camino. ***- Nuestro piso es el número 31, el último - me informó Alonso una vez que llegamos al elevador de su empresa y la verdad es que era bastante grande, la más grande que había visto en mi vida. -¿Ósea que no hay treinta dos?-Sí, a
Después de esa "agradable" despedida por parte de Freddy me dedico a mis garabatos hasta que el teléfono vuelve a sonar. - ¿Si?- pregunto - Andrea ven a mi oficina- la voz de Alonso resuena por el otro lado del teléfono y me sorprendo al no escuchar nada a través de la puerta. Tomo mi pequeña libreta y una pluma para dar un leve toque a la puerta y después pasar.- ¿La puerta es aprueba de ruidos?- pregunto sin despegar la vista de mi libreta en la que aún estoy escribiendo, es algo raro, me estoy concentrado demasiado en mis garabatos. - Así, es... ¿que haces? Pareces sumamente entretenida- la pregunta de Alonso suena más como un reproche y es entonces cuando me doy cuenta que está parado enfrente de mí con una cara confundida y tratando de ver lo que hago sobre la libreta.- Nada- cambio de página rápidamente a una nueva y limpia para ignorar mis escritos.- Bien, podrías agendar me una cita con el dueño de la empresa A&N, creo que Freddy tiene el número- dijo mientras se volvía
- ¿Ya me puedes decir que fue todo eso?- me pregunto Alonso sin despegar su vista de la carretera. Ibamos a medio camino, todo estaba en silencio pero no uno incómodo, el problema era que ninguno sabía que decir, así que nadie hablaba, hasta que Alonso decidió hablar con su pregunta. - Podría pero...mejor no- una leve risa salió de sus labios mientras negaba con la cabeza, sin darme cuenta tomó su mano con la mía y me miró por un rápido momento. - Por favor- suplicó con un puchero y yo me rendí. - Bien, cuando las chicas y yo salimos a comer empezaron a hablar sobre sus fantasías... sexuales... contigo y eso me molestó mucho - dije cruzando me de brazos, lo miré de reojo y pude ver que en su cara aparecía una sonrisa. - ¿De que te ríes? - pregunté con un tono enfadado - Estas celosa- me confirmó y yo sólo abría en grande mis ojos ante su confirmación - Claro que no!- - Claro que si!- - Que no!- - Que si!- -No- -Si- -No!- - No- - ¡Que Sí! y punto- grité desesperada y
-Soy yo, Alan Nava ¿quién me llama?- su voz se notaba con mucho ego, - Soy Andrea la secretaria de Alonso Máximo - no iba a permitir que nadie me hablara de esa forma así que respire profundo y hablé sin temor. - Claro, la incompetente que no me localizó- sus palabras salían golpeadas y serias, que hombre tan insoportable. - Perdón ahora es mi culpa que Usted! no tenga una buena secretaria que atienda su teléfono - lo contra ataqué con coraje. - Pero ¿quién se ha creído para hablar me así? siendo una simple empleada - cada vez se enojaba más pero a mí no me importaba en lo absoluto. - Una secretaria con mucha valentía para decirle sus verdades señor malhumorado- - Sabe quién soy yo, ¿acaso? ¡Con un simple movimiento de manos puedo hacer que la despidan!- empezó a gritar a travez de la línea. - Intentelo pero aún así estaré cercana a la empresa y de Alonso- eso era cierto no me podía alejar por que la empresa es de mi Esposo. - Entonces TÚ debes de ser una de esas secretaria que
Caminamos hasta el café ya que no quedaba muy lejos, fuimos en silencio hasta llegar y elegimos una mesa con una ventana cerca y vista hacia la calle, Alan me ayudó con la silla y esperamos a que el mesero tomara nuestra orden. - Buenos Días mi nombre es Rocío y seré su mesera, les dejo la carta y cuando estén listos me llaman- la mesera no era tan grande de edad tendría unos 20 o 22 y se veía simpática, le sonreí en agradecimiento pero Alan pareció ignorarla leyendo el menú. - Sólo pediré un café - informó bajando la carta y viéndome le hice señal a la mesera la cual miraba directamente a Alan pero él estaba en su semblante frío y controlador. - Un café, sin azúcar - Alan le tendió en menú a la chica y ella sólo asintió vacilante, creo que había logrado intimidarla. - Para mi una malteada de chocolate y unas galletas por favor- la chica tomó nota y se fue con la cabeza agachada por temor a Alan. - Ahora podemos hablar mejor, quieres que comience? - le pregunté a Alan el cual tení
Una vez que Alan se había ido me dedique a archivar las cosas que Alonso me había dado ayer, media hora después ya habían llegado las chicas, las saludé amablemente pero ellas sólo me dieron una sonrisa tímida y agacharon la cabeza, tal vez aún estaban apenadas por lo de ayer. Siempre había trabajado solo, nunca en una oficina pero no creí que habría problemas cómo esté, ¿Que diría la vieja yo sí me encontrará en este situación?Terminé de archivar todos los documentos cuando escuché que alguien venía subiendo por el elevador, dirigí mi vista hacia el sonido y pude ver a un Alonso muy enojado, caminó dando grandes pasos hasta su oficina y cerró la puerta con un gran azote, nadie parece mirarlo pero todos nos sobresaltáramos por sus actos, dejé todo lo que estaba haciendo y entré a su oficina, lo encontré tirando algunos libros del estante y rápidamente corrí hacia él, todo aquí era una desorden.- ¡¡Hey, Hey!! - grité abrazándolo desde atrás para calmarlo, sentí su respiración irregu