Estaba apunto de contestarle pero mi estómago rugió realmente fuerte- Oíste eso, Andy creo que tenemos un León en la casa- mis mejillas se tornaron rojas de vergüenza ante su comentario, pues aún que había desayunado mi estómago exigía más comida.- Tendremos que alimentarlo antes de que nos coma!- dijo tomándome de la mano y guiándome hacia la cocina- Quiero una pizza! - dije con cara tierna- Una pizza?- dijo con cara de confusión- Siii-- Bueno tendremos que pedir una por teléfono por que las empleadas se fueron y mi nana ya se fue a su recámara -- Qué tal si la preparamos nosotros?- dije con alegría pero él dudo un poco cuando hice un puchero él sólo asintió y nos metimos a la cocina- Que tan difícil puede ser?- susurré para mi misma cuando abrí el refrigerador- Veamos, toma la leche, huevos, jamón y todo para hacer una pizza - me mando Alonso sacando unos trastes de la alacena- Listo- puse todos los ingredientes sobre la mesa- Primero los ingredientes húmedos - dijo Alonso
- Aún tengo hambre- me atrevo a decir después de un rato.- ¿Que te parece si salimos a comer?- - ¡Genial! Tomaré una ducha rápida y estaré lista - puedo ver que toda mi ropa sucia no es apropiada para salir y él parece notarlo también.- Yo haré lo mismo pero en el cuarto de invitados, nos vemos en la sala- me dio un corto beso la comisura de mis labios para después subir al cuarto, el acto se empezaba a volver cada vez más recurrente y con esto su normalidad.Abrí mi closet y saqué unos jeans ajustados y una blusa de manga larga azul, me metí a la ducha y me enjuague todos los rastros de comida que tenía, me bañe lo más rápido que pude y me cambié, dejé mi pelo mojado suelto y bajé los escalones de dos en dos hasta la sala, pero no pude ver a Alonso.- Sara, ¿no viste a Alonso?- la miré extrañada mientras ella sólo me sonreía con ternura, al parecer no era solo yo la que se deba cuánta de un cambio en mi aspecto.- En el estudio, niña- le sonreí amablemente para después ir al estudi
- Andrea despierta, tenemos que ir a trabajar- una voz me despierta de mi tranquilo sueño y yo sólo tomó una almohada y con las pocas fuerzas que tengo la zarandeo por los aires y perece que le doy a alguien por que logro oír un grito ahogado- ¡¡Demonios!! no era necesario hacer eso- reclamó Alonso, abrí mis ojos con pesadez y lo veo en el suelo, está arreglado con un traje gris y una corbata roja sin amarrar- ¿Qué hora es?- normalmente me levantó temprano, pero justamente ayer pasaron mi película favorita, Cazadores de sombras y me quede hasta altas horas de la noche viéndola por lo que ahora tenía demasiada pereza para levantarme.- A penas son las 6:30 am pero tenemos que llegar temprano- Alonso se levantó con una mala cara después de el golpe y yo sólo le sonreí inocentemente- Lo siento, me vestiré rápidamente - quite todos los edredones de la cama y me pare de un salto.Hice todo mi arreglo personal y me vestí con una falda tres dedos arriba de la rodilla un poco pegada y una b
Después de nuestra pequeña reconciliación en el auto lo que faltaba de recorrido fue más corto y Alonso me explicaba algunas cosas básicas sobre el trabajo. - ¿Así que si te quiero llamar tengo que marcar el número uno?- pregunté de nuevo. - Si, Andy- me volvió a confirmar Alonso ya que llevaba todo el camino tratando de explicarme como funcionaba el teléfono. - ¿Y si marco el número, tres?- La verdad ya había entendido bien, aparte tenía experiencia ya que el Doctor con el que trabajaba antes tenía un teléfono de extensiones y todo eso, pero me encantaba hacer enojar a Alonso era algo divertido. - ¡e contestara otra persona!- su voz empezaba a aumentar y junto con ella mi sonrisa. - Bien, ya entendí- traté de contener mi risa y así siguió el camino. ***- Nuestro piso es el número 31, el último - me informó Alonso una vez que llegamos al elevador de su empresa y la verdad es que era bastante grande, la más grande que había visto en mi vida. -¿Ósea que no hay treinta dos?-Sí, a
Después de esa "agradable" despedida por parte de Freddy me dedico a mis garabatos hasta que el teléfono vuelve a sonar. - ¿Si?- pregunto - Andrea ven a mi oficina- la voz de Alonso resuena por el otro lado del teléfono y me sorprendo al no escuchar nada a través de la puerta. Tomo mi pequeña libreta y una pluma para dar un leve toque a la puerta y después pasar.- ¿La puerta es aprueba de ruidos?- pregunto sin despegar la vista de mi libreta en la que aún estoy escribiendo, es algo raro, me estoy concentrado demasiado en mis garabatos. - Así, es... ¿que haces? Pareces sumamente entretenida- la pregunta de Alonso suena más como un reproche y es entonces cuando me doy cuenta que está parado enfrente de mí con una cara confundida y tratando de ver lo que hago sobre la libreta.- Nada- cambio de página rápidamente a una nueva y limpia para ignorar mis escritos.- Bien, podrías agendar me una cita con el dueño de la empresa A&N, creo que Freddy tiene el número- dijo mientras se volvía
- ¿Ya me puedes decir que fue todo eso?- me pregunto Alonso sin despegar su vista de la carretera. Ibamos a medio camino, todo estaba en silencio pero no uno incómodo, el problema era que ninguno sabía que decir, así que nadie hablaba, hasta que Alonso decidió hablar con su pregunta. - Podría pero...mejor no- una leve risa salió de sus labios mientras negaba con la cabeza, sin darme cuenta tomó su mano con la mía y me miró por un rápido momento. - Por favor- suplicó con un puchero y yo me rendí. - Bien, cuando las chicas y yo salimos a comer empezaron a hablar sobre sus fantasías... sexuales... contigo y eso me molestó mucho - dije cruzando me de brazos, lo miré de reojo y pude ver que en su cara aparecía una sonrisa. - ¿De que te ríes? - pregunté con un tono enfadado - Estas celosa- me confirmó y yo sólo abría en grande mis ojos ante su confirmación - Claro que no!- - Claro que si!- - Que no!- - Que si!- -No- -Si- -No!- - No- - ¡Que Sí! y punto- grité desesperada y
-Soy yo, Alan Nava ¿quién me llama?- su voz se notaba con mucho ego, - Soy Andrea la secretaria de Alonso Máximo - no iba a permitir que nadie me hablara de esa forma así que respire profundo y hablé sin temor. - Claro, la incompetente que no me localizó- sus palabras salían golpeadas y serias, que hombre tan insoportable. - Perdón ahora es mi culpa que Usted! no tenga una buena secretaria que atienda su teléfono - lo contra ataqué con coraje. - Pero ¿quién se ha creído para hablar me así? siendo una simple empleada - cada vez se enojaba más pero a mí no me importaba en lo absoluto. - Una secretaria con mucha valentía para decirle sus verdades señor malhumorado- - Sabe quién soy yo, ¿acaso? ¡Con un simple movimiento de manos puedo hacer que la despidan!- empezó a gritar a travez de la línea. - Intentelo pero aún así estaré cercana a la empresa y de Alonso- eso era cierto no me podía alejar por que la empresa es de mi Esposo. - Entonces TÚ debes de ser una de esas secretaria que
Caminamos hasta el café ya que no quedaba muy lejos, fuimos en silencio hasta llegar y elegimos una mesa con una ventana cerca y vista hacia la calle, Alan me ayudó con la silla y esperamos a que el mesero tomara nuestra orden. - Buenos Días mi nombre es Rocío y seré su mesera, les dejo la carta y cuando estén listos me llaman- la mesera no era tan grande de edad tendría unos 20 o 22 y se veía simpática, le sonreí en agradecimiento pero Alan pareció ignorarla leyendo el menú. - Sólo pediré un café - informó bajando la carta y viéndome le hice señal a la mesera la cual miraba directamente a Alan pero él estaba en su semblante frío y controlador. - Un café, sin azúcar - Alan le tendió en menú a la chica y ella sólo asintió vacilante, creo que había logrado intimidarla. - Para mi una malteada de chocolate y unas galletas por favor- la chica tomó nota y se fue con la cabeza agachada por temor a Alan. - Ahora podemos hablar mejor, quieres que comience? - le pregunté a Alan el cual tení