- ¿A qué te refieres cuando dices, nuestra casa?- mis palabras salen atropelladas del asombro pero a Max solo parece darle risa.-¿Pensabas que íbamos a vivir con mis padres?¿Siempre? Bueno lamento decirte lo contrario, pero no es tan malo después de todo tendremos nuestro propio espacio- él hombre ríe ante mi asombro y yo solo asiento torpemente avanzando hacia la casa.-El jardín es maravilloso- exclamo al ver tantas flores coloridas.-Espera a ver la por dentro, es aún mejor- Max me guía hasta la entrada donde saca una llave y la introduce en la cerradura, nos dirigimos hasta un lugar que parece la cocina, está llena de tecnología, veo una pantalla en el refrigerador y una estufa demasiado tecnológica, veo entonces a una señora de avanzada edad que al vernos sonríe y camina hasta nosotros para después abrazarnos, la recibo entre mis brazos con sorpresa ante el acto tan repentino.-Mi pequeño Alonso, que bueno que están aquí... y tu debes ser Andrea ¿no es así? Este muchacho me ha h
Llegamos a la cocina todavía con las manos entrelazadas, paramos justo en la entrada donde puedo ver a unas cuantas mujeres, todas parecen estar platicando animadamente entre ellas, no logro escuchar de lo que se parecen reír tantos pero mientras que Sara lavaba los platos, ambos miramos todo a nuestro alrededor, en divertido tomar por sorpresa a cualquier persona. Para llamar la atención de todos Max carraspea, he inmediatamente todas se levantan de sus sillas y se paran derechas mientras Sara camina hasta nosotros de manera tranquila dejando los platos sucios de lado.- ¿Que se te ofrece, mi niño?- pregunta tan amable como siempre una vez que llega hasta nosotros.- Nana, quería que le presentes a Andrea quienes trabajan en ésta casa, necesita conocer todo por aquí y acostumbrarse a ver tanta gente dentro- Sara solo asintió con una gran sonrisa mientras miraba a las muchachas.- Ella es Julia tiene 25 años y se hace cargo de las habitaciones - me señaló a una chica morena cabello cor
Me había despertado unos segundos después Max lo primero que hago es mirar la hora en mi teléfono, 7:00am, era un poco temprano pero estaba acostumbrada a levantarme reglamente temprano por la escuela y el trabajo, escucho como Max abre el grifo del lavamanos mientras yo busco que ponerme en el armario, de manera poco usual me dieron ganas de correr, así que elegí una ropa deportiva mientras oía abrirse la puerta del baño.- ¿Qué haces?- preguntó con un cepillo de dientes en su boca.- Iré a correr, no tengo sueño.- respondí enconjiendome de hombros.- Es temprano, podrías dormir un poco más, yo iré a trabajar un rato - escupe en el lavabo, niego sin que pueda verme y saco un conjunto.- Prefiero correr, además siempre me he levantado más temprano para ir a la escuela, es costumbre- termino de elegir mi conjunto de ropa mientras Max enjuaga la pasta de su boca y salía del baño.Me cambié en el baño una vez que Max había salido, me peiné con una cola alta y cambié con una blusa apretada
Todavía no había entrado a la cocina, así que me asomé un poco para escuchar mejor, no podían verme, no yo a ellas.- ¿Que se traerá Max con aquella niña, porque la trajo?- creí reconocer la voz de Teresa.- No creo que debas hablar así de ella, creo que se ve muy dulce, es amable, además si el joven Máximo te escucha hablando así de ella, dios, se volverá peor que hace un rato- la que creía era Sofía habló en un susurro.- Vamos Sofía, se nota que esa, es una niña cualquiera, solo está aquí por unos día, todas sabemos que en cuanto Alonso Máximo se cansé de ella volverá a buscarme, cómo siempre- Carina había hablado amargamente, su última confesión provoca un impacto en mí, las cosas que traía en mi mano se resbalan en un segundo es apenas un movimiento en falso, reacciono lo suficientemente rápido para que no se caiga nada, decido entrar firmemente y con la cara en alto, no tengo que tener de ella, para enfrentar a Carina o quien fuera necesario.Avancé hasta el fregadero dando firme
Después de la bienvenida por parte de los empleados Alonso ha recibido una llamada de emergencia y se fue a trabajar, yo me quedo sola en la casa, son más por hacer estaba paseando por los jardines, noto lo húmedo del pasto y después mi mirada se dirije a una figura, parece ser un hombre regando el jardín.- Buenos Días - el hombre para de regar las flores para verme mejor, deja de lado sus herramientas y camina cortos pasos hasta mí.- Que tal señorita, mi nombre es Juan, soy el jardinero de la casa-- Un gusto, ¿Es usted quien se encarga de las rosas que están en la entrada de la casa?- esas flores habían llamado mi atención más que todas las demás, grandes flores rojas que parecían criadas con sumo cuidado, habrían cautivado a cualquiera.- Así es- limpia su frente del sol, orgulloso.- Me gustaría aprender a plantar y cuidar algunas de esas, ya sabe solo para matar el tiempo¿cree que me pueda ayudar? Nunca lo he hecho, pero aprendo rápido -- Claro que si, pero se tendrá que ensuci
- Dígame señorita- parece salir de su asombro para preguntarme después de un momento.- ¿Podrías mojarme con la manguera para limpiarme todo este lodo? No quiero entrar así- la veo poner una cara de pánico ante mi sugerencia.- Pero, señorita, puedes enfermar, el agua estará fría y ha estado todo el día bajo el sol, no es buena idea- - Tranquila, no es para tanto, solo necesito que me mojes para no ensuciar toda la casa, un pequeño chapuzón- le doy una sonrisa para tranquilizarla, no me enfermo tan seguido, tengo mi sistema inmune.- Tampoco creo que al señor Máximo la haga mucha gracia que valla mojada por toda la casa, debería pasar así y...-- Y a él no le haría más gracia saber que ensucié toda la casa, el hombre es un obsesionado, incluso con la limpieza, no creas que no me he dado cuenta de como mantiene todas las cosas aquí, me verá en éstas condiciones y entonces si nos podrá correr a ambas - Ella parece pensarlo un momento, no se mueve de su lugar y yo tampoco parece que la
Estaba comiendo lentamente de las cucharadas que Alonso me daba, hasta que de la nada se empezó a reír pensé, apenas y había visto unas muecas que podía llamar sonrisas y de la nada este hombre serio reía frente a mi sin decir nada.- ¿Qué te pasa?- pregunté achicando mis ojos con duda.- Es que me hiciste recordar algo, verás, cuando era mas pequeño y me enfermaba, en ese tiempo nana me daba una medicina asquerosa, aún lo recuerdo, Dios, el sabor se quedaba en tu boca por días - - Necesito fotos de eso, ni siquiera pedo imaginarte de pequeño, ¿eras tan serio desde entonces?- me burlo mientras me limpio la boca con una servilleta dando por terminada mi merienda.-Para tu información era un niño, bastante travieso, me gustaba explorar, me metí en muchos problemas por eso y ni lo pienses seguramente nana tiene millones de fotos- asegura con una cara de susto.Así paso la comida entre risas y recuerdos hasta que por fin me terminé hasta el vaso de agua, Alonso incluso bajo la charola
Desperté sintiendo la suavidad de las sábanas en la cama, lo cual me produjo una enorme sensación de agrado, me estiré lo más que pude pero me dí cuenta que había amanecido sola, así que me levanté de la cama y me envolví en una bata de ceda la cual estaba tirada en el suelo, mis pies pudieron sentir el frío piso, dando un escalofrío en mi cuerpo, me puse mis sandalias y bajé hasta la cocina, no era tan tarde apenas las ocho de la mañana pero todo el personal ya se encontraba en sus deberes, pude ver a Sara en la cocina y me acerqué hasta ella.- Buenos días Sara- saludé desde atrás de ella mientras se volteaba.- Buenos, niña, ¿ya te sientes mejor, quieres desayunar?- preguntó con una sonrisa en el rostro mientras batía un par de huevos.- Si, esa medicina tuya me ayudó demasiado estoy como nueva pero tal vez desayune más tarde por que aún me duele la garganta, gracias ¿Sabes donde está Alonso? ha despertado demasiado temprano para darme cuenta-- En su despacho, niña- contestó volvie