En pánico

Mateo no es tan atractivo como Aiden, ni siquiera le gana a Flavio, pero es tan agradable, sincero y perfecto. Quiero besarlo, necesito abrazarlo. Deseo con toda mi alma que me diga que me ama y hacer el amor como antes. Y entonces vuela a mi mente la imagen de Germán, repito la escena en que Catarina y Mateo se besaban y lo bien que se ven juntos. Y más que nada, recuerdo la razón por la que fui a hacer la distracción.

—¿Nos investigan?

Suelto la bomba de improviso. Él frunce el ceño, parece consternado. Que diga que no, que me mire a los ojos y diga que estoy equivocada, que Haziel mintió y entonces volveré a ser suya.

—Dinaí, sabes que no puedo revelar información —eso es todo, acaba de romper mis ilusiones de nuevo—. No te pondría en peligro nunca, tienes que confiar en mí.

No, no debo confiar. No sé casi nada de El Círculo, ni siquiera sé gran cosa del mafioso al que buscan, no puedo confiar si no sé nada.

—No se puede confiar en algo que no se conoce —digo mientras me alejo de é
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo